La conciliación laboral y familiar en España es un tema que lleva años en el centro del debate público. Seguramente, si hablamos con las personas de nuestro entorno, enseguida nos damos cuenta de que compatibilizar la vida familiar y la profesional no es sencillo.
En relación a ello, según una encuesta de la empresa Adecco, realizada a más de 1.000 personas trabajadoras en activo en España, citada en Observatorio de Igualdad y Empleo, el 67,8% de las personas tiene problemas para conciliar su vida laboral con la familiar y/o personal.
Por su parte, el informe 'Sin madres no hay futuro' revela que la conciliación en España la sostienen los abuelos que cargan con un cuidado que no les corresponde. Según los datos recabados, 7 de cada 10 mujeres recurre a los abuelos cuando ella o su pareja no pueden recogerlos del colegio, cuidarlos cuando están enfermos o estar con ellos en los días no lectivos.
El papel de los abuelos comodín
Así, los horarios laborales extensos, la falta de políticas efectivas de apoyo a las familias y la escasez de recursos escuelas infantiles hacen que las familias españolas se vean atrapadas en una lucha constante para equilibrar sus responsabilidades profesionales y personales. Y cuando la cuerda se tensa, hay un grupo que siempre acaba sosteniéndolo todo: los abuelos.
En muchos casos, los abuelos se han convertido en una especie de "comodín" que suple las carencias del sistema de conciliación. Se trata de personas que, en lugar de disfrutar de una jubilación tranquila y libre de responsabilidades, se ven obligadas a convertirse en cuidadores a tiempo completo de sus nietos. Esto no sería problemático si fuese una opción libremente elegida, pero a menudo es la única solución viable para muchas familias.
Según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, citada en el ABC, "los abuelos españoles dedican una media de seis horas diarias al cuidado de sus nietos y supone, en ocasiones, más tiempo del que les dedican los padres a sus hijos".
Por otro lado, según un estudio de Aldeas Infantiles, en España más de un tercio -el 35 %- de los mayores de 65 años cuida a sus nietos y nietas, al menos, varios días por semana. Es un porcentaje que se sitúa 12 puntos más alto que la media de la Unión Europea (de 14,9 %, según datos de la encuesta Eurostat de 2018) y muy por encima de las ratios de otros países del entorno, como Francia (13 %) o Alemania (15 %).
Conciliación laboral: una asignatura pendiente
En España, los horarios laborales son uno de los más largos de Europa. A pesar de los esfuerzos recientes por implementar la jornada de trabajo de cuatro días o flexibilizar los horarios, el grueso de los trabajadores sigue teniendo dificultades para conciliar sus responsabilidades.
En otros países europeos, como en los países nórdicos, las empresas han implementado políticas laborales mucho más amigables con la familia, permitiendo horarios reducidos o más flexibles.
En España, en cambio, la cultura del "presentismo" sigue muy arraigada, es decir, la creencia de que cuanto más tiempo pasas en la oficina, mejor trabajador eres. Esto no solo afecta la productividad, sino que también tiene consecuencias devastadoras para la conciliación familiar. Al final del día, los abuelos son quienes permiten que el sistema siga funcionando, a costa de su propio bienestar.
Los abuelos: el sostén de la economía familiar
Más allá del apoyo emocional y práctico que los abuelos ofrecen, su contribución tiene un impacto directo en la economía familiar. Sin ellos, muchas familias tendrían que recurrir a escuelas infantiles o canguros, lo que supone un gasto adicional que no todas pueden permitirse.
En España, el coste medio de una escuela infantil privada puede oscilar entre los 300 y 600 euros al mes, dependiendo de la ciudad. Además, las plazas en guarderías públicas son limitadas, lo que hace que muchas familias no tengan otra opción que recurrir a los abuelos para cubrir estas carencias.
Así impacta todo esto en la salud de los abuelos
La sobrecarga de responsabilidades que asumen los abuelos puede tener consecuencias graves para su salud. En lugar de disfrutar de su jubilación, muchos se ven forzados a asumir un ritmo de vida agotador que no siempre pueden sostener físicamente.
El cuidado de los nietos implica no solo tiempo, sino también energía física y emocional. Las jornadas interminables de recogida en el colegio, actividades y cuidado diario pueden generar un gran estrés, además de agravar problemas de salud preexistentes.
En este sentido, los abuelos que cuidan regularmente de sus nietos pueden sufrir algún tipo de fatiga o estrés relacionado con estas responsabilidades. La situación, si no se gestiona adecuadamente, puede derivar en un deterioro prematuro de su salud.
Es urgente replantear el sistema de conciliación en España
Está claro que es urgente replantearse el sistema de conciliación en España. Las políticas de apoyo a la familia, la flexibilización de horarios y una mayor inversión en recursos como escuelas infantiles asequibles deben ser una prioridad.
Además, debemos empezar a valorar y proteger el papel de los abuelos, quienes ya han cumplido su ciclo laboral y merecen disfrutar de una jubilación sin presiones adicionales.
En definitiva, la conciliación en España es una asignatura pendiente, y los abuelos, a menudo invisibilizados, siguen pagando el precio más alto. Reconocer su sacrificio es el primer paso, pero es necesario trabajar hacia un sistema que permita a las familias conciliar su vida profesional sin depender de ellos como un recurso inevitable.
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