Cuando ducharse con un bebé en casa se convierte en tarea imposible: siete ideas que pueden facilitarte el momento

Cuando ducharse con un bebé en casa se convierte en tarea imposible: siete ideas que pueden facilitarte el momento
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Los primeros meses con el bebé resultan realmente agotadores. Las rutinas cambian de forma radical, y nuestros horarios deben adaptarse a los horarios del bebé.

Si la pareja está en casa o se cuenta con la ayuda de familiares y amigos, podemos aprovechar para descansar un rato, comer con tranquilidad o asearnos. Pero si no es el caso, darse una simple ducha puede convertirse en misión imposible.

Y es que aunque resulte tentador aprovechar el ratito en el que el bebé duerme para ducharnos, lo cierto es que no  deberíamos dejarlo solo sin supervisión. Además, basta que pongamos un pie en la ducha para que nuestro pequeñín comience a llorar y a reclamarnos.

Si eres mamá/papá reciente y esta situación te resulta familiar, te damos algunas ideas que pueden ayudarte a disfrutar de un baño cuando estás a cargo de tu bebé.

Colocarle en la hamaca o el moisés

Creo que este es el principal recurso al que acudimos los padres cuando necesitamos darnos una ducha.

Colocar al bebé en la hamaca de forma segura o tumbarlo en el moisés es, sin duda, la mejor idea, pues allí podrá seguir durmiendo plácidamente mientras nos aseamos, o en caso de que esté despierto se mostrará tranquilo al vernos y escucharnos.

Colocarle en una mantita de juegos

juego

Las mantas, alfombras de actividades o gimnasios son una opción perfecta para que el bebé se entretenga un ratito mientras descubre las diferentes texturas, sonidos y colores de las mantitas y los juguetes que contiene, al tiempo que ejercita su músculos.

Personalmente, ha sido uno de los juguetes que más he utilizado con mis bebés, y al ser tan fáciles de transportar, me ha permitido llevarlo siempre conmigo y colocarlo en cualquier habitación de la casa en la que yo estuviera para tenerlos siempre vigilados.

Bañarse con el bebé

Aunque quizá por horario, a tu bebé no le toque baño cuando tú te vayas a duchar, no pasa nada por alternar esta rutina en un momento dado y ducharte o bañarte con tu bebé.

Yo recurría al fular de agua para ducharme con mi bebé cuando estaba muy irritado y no quería quedarse en la hamaca, o simplemente cuando me apetecía disfrutar de un momento íntimo y mágico entre los dos.

Bañarme con mi bebé también me ayudaba a relajarlo cuando tenía cólicos, pues el contacto piel con piel le calmaba, y fue mi "salvación" durante su primera huelga de lactancia. Y es que no hay nada que un baño calentito y en contacto piel con piel con mamá no pueda solucionar.

Cesto de los tesoros

cesto de los tesoros

Cuando el bebé ya comienza a desplazarse solito (reptando o gateando) lo que más ansía es explorar el mundo que le rodea con sus cinco sentidos. Pero el cuarto de baño no es el mejor sitio para alimentar esas ansias exploradoras, pues está plagado de potenciales peligros para un bebé.

Por eso, uno de mis trucos infalibles era preparar un cesto de tesoros con artículos que no supusieran ningún peligro para él e irlo renovando cada cierto tiempo, de manera que siempre resultara una novedad explorar el trocito de mundo contenido en aquel cesto.

Juegos de construcción

En torno a los 12-18 meses, una de las cosas que más entretiene a los bebés son los juegos de construcción sencillos. Apilar piezas en forma de torre, combinarlas, ensamblarlas, hacerlas caer... es sumamente divertido, además de muy beneficioso para su desarrollo psicomotor y cognitivo.

Así que antes de meterte en la ducha esparce por el suelo del cuarto de baño unas cuantas piezas de construcción y anima a tu bebé a hacer una torre alta. Seguro que está entretenido el tiempo suficiente para que puedas asearte con tranquilidad.

Cuentos

Otra idea de entretenimiento que nunca falla son los cuentos. Hay muchas formas de sacar partido a este recurso: desde contarle un cuento mientras nos duchamos, imitando voces de personajes o gesticulando para captar su atención y mantenerle entretenido un rato, hasta pedirle que sea él quien nos lo cuente a nosotros si por edad ya es capaz, o bien ofrecerle todos los cuentos para bebés que tengamos en la biblioteca de casa (mejor si son de plástico o tela, para evitar que se deterioren si se mojan).

Pintar y colorear

colorear

Si tu peque ya tiene edad para colorear / garabatear puedes darle unas cuantas hojas de papel y un paquete de ceras de colores aptas para uso infantil.

Otro truco infalible es dibujar en pizarra. A mis hijos siempre les ha entretenido mucho, así que hemos tenido pizarras de múltiples clases, tanto portátiles de tiza, como pizarras de arena de estilo Montessori, pizarras de doble cara con una parte posterior imantada o incluso pizarras de pared, que continúan utilizando mucho en la actualidad.

Precauciones que debemos tener mientras nos duchamos en presencia del bebé

Al margen de estas y otras ideas de entretenimiento para que el bebé se distraiga mientras tomamos un baño o una ducha, es importante seguir estas recomendaciones básicas:

Cuando llegue la ayuda podrás por fin disfrutar de un baño relajado, sin relojes y sin tener que estar vigilando a tu bebé continuamente por el rabillo del ojo. Pero mientras tanto, estos trucos te permitirán tomar una ducha rápida cada día y afrontar la jornada con las pilas más cargadas.

Fotos | Pexels, iStock

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