Son muchas las mujeres (y pocos los hombres, y por eso hablo de ellas y no de ellos) que tras acabarse la ridícula baja maternal de 16 semanas deciden coger excedencias o dejar de trabajar para cuidar de su bebé.
En ocasiones es solo por un año, aunque en otras es por más tiempo. Esto sucede porque la mujer tiene quizás otro hijo (y a veces más de uno) y va enlazando el cuidado de uno con el otro, porque decide no trabajar hasta que el niño entre en el colegio y por otras posibles razones, de manera que pueden pasar varios años sin que llegue a trabajar.
Varios años sin trabajar supone varios años sin cobrar y varios años sin cotizar a la seguridad social. Ante esta situación, hay quien piensa que a las madres que se quedan en casa cuidando de sus hijos se les debería compensar de algún modo.
Dicho así parece que el que lo piensa soy yo, pero no, es gente más importante y con más poder para decidir y cambiar las cosas, como por ejemplo la Comisión de Trabajo del Senado, que en Julio aprobó una enmienda que permite sumar hasta cinco años de cotización a las personas que hayan interrumpido su carrera profesional para cuidar de sus hijos.
Para ser más concretos, la enmienda dice lo siguiente:
“Se computará como periodo cotizado la interrupción de la cotización derivada de la extinción laboral o de la finalización del cobro de prestaciones producidas entre los nueve meses anteriores al nacimiento, o los tres anteriores a la adopción o acogimiento permanente, y la finalización del sexto año posterior a dicha situación”.
Esta reforma entrará en vigor en el 2013 y es un derecho que sólo se reconocerá a uno de los dos padres.
Pero no sólo en el Senado consideran que una persona que cuida a sus hijos merece algún tipo de compensación. El Tribunal Supremo también ha reconocido hace no mucho el “trabajo" hecho en casa por una madre que dejó de trabajar para hacerse cargo de su hija.
La sentencia, que crea jurisprudencia, está destinada a aquellas personas que después de dejar su trabajo para cuidar de sus hijos o de las personas mayores, se separan de sus parejas. En este caso concreto, el Tribunal Supremo falló en favor de la madre, teniendo que pagar, el ex-marido, 108.000 euros como compensación por los quince años que ella estuvo sin trabajar.
Para llegar a dicha cantidad se calculó que una trabajadora del hogar cobraría 600 euros mensuales y se multiplicó por los doce meses del año y por los quince años que duró el matrimonio.
Pues bien, ahora es cuando pido vuestra opinión: ¿Deberían compensar de alguna manera a las madres que se quedan en casa cuidando de sus hijos?
Vía | Ser padres
Foto | Emma freeman portraits en Flickr
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