El graciosísimo relato de un padre al descubrir a su hija cubierta de caca de pies a cabeza
El algún punto de su vida, nuestros hijos tendrán alguna historia relacionada con cacas. Pero a pesar de que es algo que sabemos siempre existe la posibilidad de que suceda, nunca deja de tomarnos por sorpresa.
Muchos de estos sucesos suelen pasar después a ser una graciosa anécdota de la que nos reímos. Otros, se convierten en un momento que quedará en nuestra memoria por el resto de los tiempos, como le sucedió a un padre, quien ha publicado el relato completo de lo ocurrido al encontrar a su hija cubierta de caca de pies a cabeza.
Hay un meme muy famoso circulando en redes sociales donde vemos a un niño tirado en el piso de su habitación, con el pañal al lado de él y todo a su alrededor, piso, cuna, ropa, juguetes, todo, lleno de caca. Al verlo quienes no hemos vivido algo así seguro nos reímos y pensamos "¡Menos mal que no me ha pasado!"
Para su mala suerte, el papá que quiero presentarles hoy, ya no puede decir eso. Jesse es padre de dos niños, la menor es una niña pequeñita llamada Alessandra y es la protagonista de la graciosa historia de terror que están a punto de leer.
En un divertidísimo relato que publicó en su cuenta de Facebook, Jesse nos narra un día que seguramente no olvidará pronto y que nos tiene a muchos padres y madres al borde de las lágrimas... pero de la risa.
Todo ocurrió en un día que parecía transcurrir normal. Él había llevado a su hijo mayor a la escuela, se ejercitó un poco, sacó a los perros al jardín y comenzó a relajarse en un espacio que tiene para él en el sótano de la casa. Su esposa Mayra, quien es instructora de fitness, se encontraba fuera dando una clase, mientras su hija Alessandra dormía en su habitación en el piso de arriba.
Aprovechando que tenía la casa para él, decidió para pasar el rato en YouTube, viendo vídeos sin interrupciones. Entonces le dieron ganas de tomar un pedazo del pastel de chocolate que había en la cocina y se dirigió a la planta baja de la casa.
Mientras subía la escalera del sótano percibió un olor asqueroso. Desde las escaleras, revisó el sótano con la mirada, pensando que quizás los perros se habían hecho antes de dejarlos salir. Pero entonces, se dio cuenta que el olor venía del piso de arriba, y así comienza esta tragicomedia.
Subo corriendo las escaleras gritando "no, no, no, no" hasta que llego a la habitación de Alessandra. Ahí estaba ella, parada detrás de la barrera de seguridad, con las nalgas al aire, sosteniendo su pañal y cubierta de pies a cabeza en su propia caca. No hablo de un poco de popó aquí y allá. Hablo de capas de plastas de materia fecal humana cubriendo sus brazos, piernas, cara y CABELLO. Es terrible. Está peor que cualquiera de las veces que ella decidió explorar dentro de su pañal.
Tal como comenta en su relato y en otras publicaciones en su Facebook, parece que la pequeña e inocente Alessandra tiene ya un historial de "accidentes" relacionados con su caca. Así que solo le quedaba una cosa por hacer: limpiarlo todo como pudiera.
Estuve tentado a cerrar su puerta, esperar a que Mayra llegara a casa y fingir estar durmiendo para que ella tuviera que lidiar con eso. Pero ayer fue Día de las Madres en México y no quería ser un imbécil. Literalmente, no hay un buen lugar de donde pueda tomar a mi hija para llevarla a la bañera, así que solo quito la barrera de seguridad para que pueda caminar hacia el baño sin cargarla. Pero en lugar de caminar fuera de su habitación, me sonríe y extiende los brazos para que la alce. Le grito que de ninguna manera. Después de un breve duelo de miradas, camina fuera de su cuarto, pasa al lado de mí y se dirige a las escaleras.
En este punto me veo obligado a levantarla porque el baño no estaba en el piso de abajo. Uso solo dos dedos en casa mano para levantarla de sus axilas y camino arrastrando los pies hasta que llegamos al baño. Todo el tiempo que ella está en la tina intenta tocarme con sus manos llenas de caca y yo grito como una chica preadolescente mientras la esquivo. Después de 20 minutos logro quitarle toda la porquería de su cabello, la planta de sus pies y de todo su cuerpo.
Ahora es momento de entrar a la habitación.
Jesse logró quitarle toda la caca de encima a su hija y de solo pensar en eso siento risa y pánico al mismo tiempo. Pero el espectáculo lleno de caca no había terminado aún, ya que cuando él subió a la habitación lo primero que vio fue su hija y asumió que solo había hecho caca en el pañal y se había embarrado a ella misma. Pero la situación era muchísimo peor.
Todo lo que estaba en el lado derecho de la habitación estaba cubierto de caca de bebé. Las paredes, los juguetes, las ventanas, las cortinas, su banco de bebé, el piso, el piano de bebé, mis esperanzas, todo cubierto de caca. Parecía como si una tormenta de caca categoría 5 hubiera pasado por su habitación.
Sin idea de qué hacer o por dónde comenzar ante tal espectáculo, decide llamarle a su esposa Mayra.
Ella venía camino a casa y yo estaba camino a incendiar nuestra casa. No entraré en detalles más gráficos pero 2 rollos de papel de cocina, 5 toallas robadas del gym, 1 botella de detergente, 1 botella de cloro, 1 enorme bolsa de juguetes cubiertos de caca y dos horas y media después, el cuarto seguía oliendo como el incendio de un basurero.
Juro que hago todo lo posible por mostrarle a estos niños que los amo, pero se voltean hacia mí cuando menos lo espero. Alessandra es mi hija favorita, pero en este momento, de mis dos hijos, es la segunda favorita.
De cualquier manera, escribo estas tribulaciones mías para que mi mensaje funcione como un anticonceptivo y a la vez infunda temor en los corazones de nuevos padres, pero también para recordarme a mí mismo, que no importa por lo que esté pasando, al menos no volveré a limpiar caca de bebé de los juguetes de mi hija de nuevo.
Disfruten las fotos.
La verdad es que aunque los padres y madres hablemos de cacas como si habláramos del clima, cuando ocurre algo así, lo único que queremos hacer es salir huyendo del país y que alguien más se encargue de ello.
Así que aplausos al papá por su valentía (igual si hubiera sido mamá) y esperemos que nunca nos toque pasar por una experiencia como ésta. Y si sí, tomarla lo mejor posible y poder reírnos de ella después.
¿Te ha ocurrido algo así?
Vía | Scary Mommy
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