A través de la publicación Ideal.es conocemos los resultados de una encuesta realizada por el Centro de Estudios Andaluces a los adultos de la comunidad. En ella se preguntaba si los niños de hoy son más felices que ellos en su niñez y los resultados muestran que un 46% de los encuestados piensan que ellos eran más felices en su infancia que los niños de hoy en día a pesar de que ahora pueden disfrutar de unos privilegios que difícilmente nos proporcionarían entonces nuestros padres, juguetes altamente tecnológicos, medidas educativas mucho menos estrictas, riqueza alimentaria y mayor comprensión por parte de los padres.
Muchas son las mejoras para el colectivo infantil, pero la desgracia es que mayoritariamente son mejoras materialistas que en muchos casos intentan suplir la falta de dedicación de los padres al tener que deberse a sus obligaciones laborales. Los adultos encuestados manifiestan que hay poco cariño, que los niños no se educan con bases sólidas éticas y morales, o que disfrutan de demasiada libertad entre otros aspectos. Otro dato a destacar es la introducción que se realiza al consumismo y en la que todos participamos, medios de comunicación, padres, etc., abocamos inconscientemente a nuestros hijos a abrazar con más énfasis el materialismo. Todos los padres queremos lo mejor para nuestros hijos y proporcionamos un juguete, una prenda de vestir o un alimento especial como símbolo de calidad frente a nosotros y a los demás, no es extraño que los niños se vuelvan materialistas si somos nosotros mismos quienes podemos incitarles a ello. Los adultos intentan suplir la falta de tiempo dedicado a los niños con cosas que realmente son vanales, es más importante pasar tiempo con nuestros hijos, jugar con ellos, charlar... todo aquello que estrecha vínculos sentimentales, de hecho hemos hablado en varias ocasiones en Bebés y más sobre estas cuestiones.
Jugar con nuestros hijos, comer con ellos, realizar algún tipo de actividad física juntos, ayudarles en las tareas del colegio o contarnos el día a día cuando estamos separados, son algunos de los consejos que siempre hemos proporcionado. Los niños de antaño, tanto los que ahora son padres como los que ya son abuelos, disfrutaban más tiempo de sus progenitores, lo que se traduce en mayor bienestar, floración de sentimientos, valores, acercamiento, respeto...
Todos los cambios sufridos en la forma de educar, el actual ritmo de vida, etc., están forjando niños desmotivados, tan sólo hay que dar un vistazo a las cifras de absentismo escolar. Quizás la necesidad y la carencia material son armas efectivas para que los niños desarrollen esos valores perdidos.
Vía | Ideal Más información | Centro de Estudios Andaluces En Bebés y más | La sobreprotección afecta al desarrollo infantil En Bebés y más | Trastornos de personalidad en los niños como consecuencia de la permisividad y la sobreprotección En Bebés y más | Retroceso de la educación en España