Siempre he defendido la crianza en brazos básicamente porque desde el principio fue lo que mi instinto me pidió. Tanto a mi bebé como a mi nos encantaban los brazos y nunca tuve ningún reparo en tenerlos bien abiertos para ella, sin excepción y sin tener en cuenta la hora o el lugar.
Ese bendito sentido común de las madres ha logrado desterrar teorías escalofriantes sobre dejar llorar a los niños en la noche para que aprendiesen a dormir solos. Numerosos estudios, evidencias y millones de madres sabemos que esto, además de ser contra natura, afecta a los bebés de una forma muy profunda y puede dejar huellas en su personalidad que trascenderán a través de los años.
Una historia que confirma el daño que hace dejar llorar a los bebés hasta que se duermen
Ayer precisamente leí un hilo de @larotesmeyer en Twitter que me llevó automáticamente a la única noche que se me pasó por la mente aplicar este horrible método. No pude soportar más de un minuto antes de ir a la habitación y tomar a mi bebé en brazos, lamentándome por haber pensado que sería bueno para las dos y sintiéndome culpable por imaginar lo mal que se sentía al llamar a su madre y que esta no respondiese.
Cuando nació mi hijo mayor, estaba muy de moda un método para dormir a los bebés solos, que a mí, personalmente, no me gustaba.
— Señorita Rotesmeyer 🍏💚❤️🩹 (@larotesmeyer) November 29, 2022
No soportaba escuchar llorar a mi bebé y no acunarlo.
Afortunadamente mi pediatra era una persona maravillosa, y siempre me decía que “sentido común”,
que la etapa de infancia es un suspiro en la vida, y que a los 20 ya vería como no quería que lo acunase.
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Así que seguí mi instinto, y crié a mi hijo como creí mejor para él.
Cuando llegó su hermano, la institucionalización le pasaba factura.
Hablando con la guía en China,
para resolver dudas de su expediente, me comentó que en el orfanato se apagaban las luces a las 7 de la tarde y se volvían a encender a las 7 de la mañana, y los niños dormían ese tiempo, le pregunté que pasaba si lloraban, y tan solo me miró como el que escucha la mayor
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estupidez de su vida.
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Así que cuando el pequeño dragón llegó a nuestra vida, al caer la noche, se hacía un ovillo en su cuna, y ni nos miraba, se dormía solo canturreándose y chupándose una manita.
- “ ¡Qué suerte, se duerme solo!”, me dijeron algunos.
Y lo que no sabían es que a mí se me partía el alma, al pensar que se dormía solo, porque en sus 9 meses de vida, había aprendido de la forma más dura, que si lloraba, ningún adulto iría a atenderle.
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Me pasé noches mirando a través de esos barrotes de la cuna.
Y cada noche, le cogía la mano aunque me la retirase.
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Y le repetía aunque no me entendiese, que su padre y yo estábamos allí para cuidarlo.
Que nunca más estaría solo.
Y poco a poco, con toda la paciencia del mundo, nació el apego entre nosotros.
Y empezó a buscarnos cada noche.
A día de hoy, lo que más le gusta en el mundo, es que le des la mano, te tumbes con él y abrazarte.
— Señorita Rotesmeyer 🍏💚❤️🩹 (@larotesmeyer) November 29, 2022
Muchos pensarán que es un paso atrás.
Pero nosotros sabemos que en realidad es un paso de gigante, que aquel niño sin confianza en los adultos, sabe que estamos a su lado SIEMPRE.
No puedo negar que cada vez que escucho historias sobre los bebés que viven en orfanatos se me parte el alma. No puedo evitar pensar en esos niños que crecen con tantas carencias emocionales y afectivas, y lo duro que debe ser empezar a vivir en un entorno que te obliga a valerte por ti mismo cuando apenas se te ha caído el cordón umbilical.
Dejar llorar solos a los niños hasta que se duerman no es natural
Esto es algo que debería ser de conocimiento común y deberíamos repetirlo hasta instalarse en la sociedad. Un bebé que llora es un bebé que necesita de sus padres o de su cuidador; no pretende "engañarnos", ni nos manipula, ni lo hace por capricho. Se trata simplemente de un bebé que está aprendiendo a relacionarse con su entorno y que para sentirse seguro, necesita saber que tiene cerca a las personas que le quieren y le cuidan: los brazos también son una necesidad básica del bebé, como comer o dormir.
De acuerdo con un reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los bebés que aprenden que alguien va a acudir a sus llamadas, de una forma afectuosa y adecuada, normalmente acaban teniendo mejores aptitudes sociales, emocionales y educativas. Por eso es tan importante generarle al bebé un apego seguro, en el que no tenga dudas de que cada vez que lo necesite, sus padres van a estar ahí para calmarle y ayudarle.
Ya es hora de desmontar todos esos mitos erróneos y crueles sobre el sueño infantil. Si muchas veces ni siquiera nosotros siendo adultos podemos autogestionar nuestras emociones o incluso la forma en la que dormirmos, ¿por qué habría de hacerlo un bebé que acaba de nacer?