Puedes aguantar los desprecios más de lo que habías pensado nunca, puedes soportar en muchas ocasiones que te ninguneen y asumir que no te importa porque realmente la mezquindad está a la orden del día pero no, no puedes soportar cuando sin ninguna razón lógica eso mismo se lo hacen a alguna de las personas que más quieres en el mundo.
Invitan a toda la clase del colegio de tu hijo de ocho años, menos a él porque él tiene Down ¿te lo imaginas?
La madre de Sawyer lo vivió, se le partió el corazón al ver la tristeza en los ojos de Sawyer y escribió en su muro de Facebook una carta abierta a los padres del niño que hacía la fiesta. La carta la leyeron ellos sí y miles de personas en todo el mundo y compartieron con ella sus propias historias de intolerancia y de incomprensión.
Y al final, los padres del otro niño hablaron con su hijo sobre ello y además comprendieron que tener Down no es una razón lógica ni sensata como para excluir a un compañero de clase, de la vida social de su propio hijo y prepararon una segunda fiesta a la que por supuesto estaba invitado también Sawyer.
Hay historias que empiezan muy mal, con mucho dolor sin ningún sentido pero que después sirven para que todos aprendamos y saquemos nuestras propias conclusiones.
La carta de Jennifer, la mamá de Sawyer, sin duda ayuda mucho a ponerse en la piel del niño porque no la escribió desde el enfado sino desde el dolor de ver excluido a su hijo a la fiesta de un compañero sólo a su hijo, mientras se invitaba a todos los demás compañeros de clase, a los otros 22 niños que comparten aula con Sawyer y a muchos a los que él considera sus amigos.
“Yo sé que no ha sido porque sea un chico malo (se refiere a su hijo Sawyer). Yo sé que no ha sido porque no sea divertido. (…) La única razón por la que decidió (se dirige a los padres del niño que celebra la fiesta de cumpleaños) que estaba bien no invitar a mi hijo a la fiesta de cumpleaños de su hijo es porque tiene síndrome de Down.”
Y eso… eso no es una razón.
La sinrazón del prejuicio
Como tampoco fue una razón dejar solo a un niño en su fiesta de cumpleaños solamente porque tiene autismo. Una historia de la que también hablábamos desde esta página en su momento y que también tuvo un final feliz gracias a las redes sociales y a su repercusión mediática.
Jennifer Kiss-Engele además escribe esta carta abierta desde el dolor y desde la perspectiva de que quizás ella tendría que haber hecho más al respecto para prevenir o evitar una situación parecida. Es el desconocimiento y por tanto los prejuicios, los que han llevado a esta situación y ella asume que quizás tendría que haber hablado con los padres de los compañeros de su hijo Sawyer para desterrar conceptos erróneos sobre el Down, algo que hacen otros padres con niños con Down en otros colegios.
Quizás por eso ha sido tan viral la carta de Jennifer porque no se enfrenta a los prejuicios de los demás padres sino que trata de comprenderlos, de hecho ella misma señala que cuando supo que su hijo tenía Down pensó en sus otros hijos y no supo bien como iban a reaccionar, hasta que Sawyer llegó a sus vidas y todos aprendieron a quererse y respetarse, no fue tan complicado y ahora Jennifer reconoce que han aprendido mucho y les ha hecho ser mejores con los demás.
“Aunque vea que tiene síndrome de Down no quiere decir que no quiera tener amigos. Esto no quiere decir que no quiera tener amigos. Esto no quiere decir que no tenga sentimientos. Esto no quiere decir que no le guste ir a fiestas de cumpleaños. Las personas con síndrome de Down quieren las mismas cosas que tú y que to. Quieren tener relaciones cercanas, quieren sentir el amor, quieren contribuir, quieren tener una vida con sentido y quieren ir a fiestas de cumpleaños”
Así lo expresaba Jennifer en su carta, después de leerla es evidente que la diferencia demasiadas veces está sólo en los ojos del que mira ¿no os parece?
Vía y Fotos | Facebook de Jennifer Kiss-Engele
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