Un niño puede ser muy inteligente y podemos pensar que sería recomendable comprarle un juguete que esté dirigido a niños más mayores, pero ante esta situación los expertos siempre recomiendan que los niños aprendan y se diviertan con los juguetes adecuados a la edad y la fase de desarrollo del niño. Un juguete que no corresponda con su fase de desarrollo puede provocar aburrimiento e incluso frustración.
Los padres no deben sentirse culpables si por circunstancias externas como el trabajo, no pueden jugar más de media hora con sus hijos. Lo importante es que el tiempo pasado con ellos sea pleno y de calidad. Tu hijo tiene la habitación llena de juguetes, este es un hecho causado muchas veces por los padres, la costumbre de guardar todos los juguetes a pesar de que éstos ya no sean adecuados para su edad es un error. Al igual que la ropa, los juguetes que se encuentren en la habitación deben ser los acordes a su fase de desarrollo. El resto, tan sólo ocupa espacio y son innecesarios.
Si un niño está acostumbrado a jugar siempre con el mismo juguete y de la misma manera, es algo normal, todos los juguetes que inducen a una repetición fomentan la seguridad del pequeño proporcionándole mayor confianza en sí mismo.
El desarrollo de nuestros hijos es un proceso continuo que se inicia en la concepción y acaba en la madurez. La actividad lúdica comienza cuando el bebé tiene unos tres meses, a partir de este momento, es necesario potenciar el desarrollo cognitivo siempre adecuado a la edad que presenta.
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