No pude evitarlo. En cuanto leí la palabra "Madres" anunciando la nueva serie de Mediaset en la plataforma de Amazon Prime Video, tuve que pinchar y comenzar a verla. Con ese título quedaba claro que las protagonistas iban a ser madres por lo que ya intuía que iba a llegarme al corazón.
Y acerté de pleno. Imposible no emocionarse con los adolescentes y niños hospitalizados, los embarazos problemáticos y unas madres que se desviven por proteger a sus hijos, aunque no siempre saben cómo lograrlo ni aciertan en la forma de intentarlo, pero lo intentan con todo el amor del mundo.
No te voy a hacer spoiler de 'Madres. Amor y Vida' pero sí voy a contarte por qué creo que debes ver esta serie española, sobre todo si vas a ser madre o lo has sido en breve, tienes hijos adolescentes o con autismo. Porque en ellos se centran las nueve historias, personalizadas en actores de primera línea.
No hay héroes ni heroínas, solo personas
En cada capítulo, de más de una hora de duración, niños, adolescentes, médicos y, sobre todo madres, nos van acercando a su vida, que gira en torno a sus hijos hospitalizados.
Aunque no hayamos tenido que pasar por una estancia larga en el hospital, resulta fácil sentir empatía por los protagonistas y entender la lucha por la que pasan. Quizás porque se trata de actores de la talla de Belén Rueda, Aida Folch, Rosario Pardo, Carmen Ruiz y Carla Díaz. Junto con padres como Nacho Fresneda, Antonio Molero o Alain Hernández.
Pero también porque el guión de Aitor Gabilondo habla de las historias de superación y de supervivencia de un grupo de mujeres muy diferentes unidas por las enfermedades de sus hijos, ingresados en el hospital, que se esfuerzan por no perder su identidad mientras su papel como madres se convierte la razón de su existencia.
Ahí es donde se deja espacio a los encuentros sexuales, a infidelidades, nuevos comienzos, violaciones, amores adolescentes, drogas... Porque queremos mucho a nuestros hijos, pero la maternidad no es un camino de rosas ni somos heroínas, más cuando nos hemos volcado en niños con enfermedades tan duras como la anorexia nerviosa, el cáncer, el autismo o la recuperación tras un año en coma, y vemos cómo nadie parece entender lo que sufrimos, excepto otras madres del hospital que se convierten en nuestras amigas y apoyo.
En ese momento, no hay diferencias entre clases sociales, procedencias o formación: hay una madre de pueblo, otra drogadicta, otra sobreprotectora y periodista, otra ejecutiva 'pija' e, incluso, una que ha ejercido la prostitución. Allí, con sus hijos, todas son iguales.
Juntas, como en una especie de burbuja, afrontan el temor de los diagnósticos, la esperanza de la recuperación, el acecho de la muerte, la difícil relación entre padres e hijos. Pero también, las consecuencias del paso del tiempo fuera del hospital, que avanza sin ellas arrastrando relaciones de pareja, trabajos y familias.
Historias cercanas que hablan de amor, enfermedad y lucha
Además, en esta serie tammpoco hay héroes ni heroínas. Cada uno sobrevive como puede, con sus defectos, miedos e inseguridades: niños, médicos, padres y madres. Este punto de vista logra que se establezca una bonita relación entre los médicos y los pacientes, al no ver a los especialistas solo como dioses, sino como personas. No solo Olivia, la pediatra protagonista, sino también Paula, su amiga ginecóloga, que intenta comprender a los padres homosexuales de un bebé de alquiler luchando por Ana, la madre ucraniana que está gestando a su hijo.
Pero si hay una historia que me ha llegado más es la de Marian, personaje al que da vida Belén Rueda, y su hija Elsa, interpretado por Carla Díaz, que padece anorexia nerviosa. Creo de verdad que ver la serie nos ayudará a comprender este complejo trastorno de la alimentación desde el punto de vista de los niños que la padecen y entender que con su actitud no pretenden herir a sus padres, es la enfermedad la que habla.
Solo por poner un ejemplo: hay una imagen de Elsa, en ropa interior, reflejando en el espejo la imagen que ella ve de su cuerpo, completamente desvirtuada y que se ha quedado grabada en mi retina.
O cómo se sienten las madres interpretadas por Mónica Cruz y Carmen Ruíz, que procuran por todos los medios acercarse a sus hijos adolescentes, aunque no siempre (o casi nunca) sepan cómo hacerlo.
Solo hay un apunte que haría a la serie (pero aclaro que es solo mi opinión): añadiría "padres" al título, porque en líneas generales son bastante vapuleados, dando a entender que son solo las madres las que se desviven por los hijos, cuando sinceramente creo que en la vida real no es así. Hay una excepción protagonista en la serie y, ni de lejos, sería elegido "padre ejemplar del año".
De cualquier forma, me gustaría que los productores repararan el lapsus porque ya sabemos que habrá segunda temporada y que contará con Paco Tous, Jon Plazaola, Elena Irureta, Jesús Castro e Irene Arcos.
Estoy deseando que se estrene para verla cuanto antes, esperando que me emocione tanto como esta. ¿Y tú qué opinas?
Si con mis palabras aún no te he convencido para verla, aquí tienes el tráiler para ir abriendo boca.
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