Es cierto, desde que nació mi segundo hijo mi vida es un corre corre frenético. A decir verdad, hojear tranquilamente una revista o navegar por Internet se ha convertido en un deseo casi inalcanzable. Adiós a los libros y ni decir a ver una buena película sin tener que dar a la pausa cada 10 minutos.
Mi look es de madre con prisas, apenas logro secarme el pelo estilo alborotado con unas manos rápidas o recogerlo en una cola de caballo. Vaqueros, zapatos deportivos muy cómodos y la primera chaqueta que encuentro en el perchero.
Me gustaría hacer algún deporte, pero el cuerpo no me da para más. Por las noches caigo a la cama como el tronco de un árbol talado, pero consciente de que Arturo me reclamará en la madrugada, con los cual padezco de sueño crónico que espanto con una taza de café después de la comida.
Menos mal que mi hijo mayor se ha adaptado a la nueva situación lo que le ha llevado a ser más autónomo, sin embargo también demanda de mi atención.
A mi marido le pasa igual, llega del trabajo y se da una efímera sentadita en el sofá, porque nuestro día se acaba a la una de la madrugada. Nos hemos convertido en dos "coleguitas" que comparten la misión de criar a los hijos, espero que en futuro volvamos a experimentar eso de la "vida en pareja".
Al día siguiente me espera una nueva jornada que se ve recompensada con la sonrisa y los logros de mis hijos que me hacen feliz, pero debo confesar que no es nada fácil ser madre full time. Me admiro y pienso en lo que sería capaz de hacer si tuviera dos brazos más y admiro también a Dolores que con dos niñas pequeñas escribe muchos posts.
¿A ti te ocurre lo mismo? ¿Qué haces para desconectar un ratito? ¿Es la maternidad como la pintan en las revistas de bebés?
En Bebés y más | Reflexiones sobre el "ser madre", texto de Isabel Allende