Para las madres que han dado a luz en tiempos de cuarentena y se sienten aisladas y con miedo: no estás sola
El nacimiento de un hijo es un momento trascendental en la vida de cualquier mujer, que pasará a estar por siempre en su memoria. Pero para muchas, este suceso tan importante se ha cruzado con otro momento que pasará a la historia: la cuarentena a causa de la pandemia provocada por el coronavirus.
Porque sabemos que no es una situación ideal, y miles de mujeres en el mundo están pasando por ella, hemos decidido dedicar unas palabras para las madres que han dado a luz en tiempos de cuarentena, y se sienten aisladas y con miedo: no estás sola.
Ser madre en medio de una pandemia
Durante el embarazo, las mujeres nos preparamos para el ansiado momento del nacimiento de nuestro bebé. Asistimos a clases de preparación al parto, leemos, libros, blogs y revistas, y también, buscamos grupos de apoyo para poder estar listas para cuando llegue el momento. Pero entonces, tiene lugar una pandemia que lo cambia todo.
Si durante el embarazo durante una situación habitual es normal sentir una montaña rusa de emociones positivas y negativas, al vivir las últimas semanas o los últimos meses justo cuando comenzaba una pandemia, seguro ahora te sentías aún más emocional y preocupada por lo que estaba por venir.
Quizás también, no has podido tener el parto que esperabas, pues los protocolos de seguridad son muy distintos a los que usualmente se realizan, y tu experiencia de parto no ha sido la ideal, en la que las personas más importantes de tu familia pudiesen estar a tu lado.
El que debiera ser un momento lleno de alegría, buenas noticias y compartir con la familia la llegada del nuevo bebé, se ha visto nublado por una situación tan grande y fuera de nuestras manos, que se ve minimizado y convertido en una experiencia con muchas limitantes que no tendrían lugar en otras circunstancias.
Desafortunadamente, esta situación también se ha extendido a esa etapa tan confusa llamada postparto, ese famoso cuarto trimestre en el que nuestro cuerpo y mente se adaptarán a la nueva vida que tendremos al lado de nuestro bebé, sin importar si es el primero, segundo, tercero o el que sea.
Entonces, miles de madres recientes se encuentran envueltas en un proceso totalmente anormal y distinto al que suele tener una mujer tras el parto. No hay visitas de ayuda, no hay abrazos de los abuelos ni fotos de ellos con su nieto recién nacido. Momentos pequeños, pero con mucho valor sentimental que les han sido arrebatados.
Y podría seguir hablando de lo negativo, de lo que duele no tener a causa de esta pandemia que ha cambiado por completo las vidas de todos, negándonos la presencia de quienes más amamos no solamente en los nacimientos, sino también en cumpleaños y otras celebraciones que ahora debemos hacer en cuarentena.
Pero con este escrito, además de plasmar en palabras que ayuden a comprender y a crear conciencia y empatía de quienes lo lean hacia las madres recientes, busca ser también un apoyo, un confort para ellas, para que a pesar de lo difícil que puedan parecer las cosas aún hay un lado positivo, y lo más importante: no están solas.
A pesar de todo, recuerda esto: no estás sola
Es cierto: tu parto no ha sido lo que esperabas y has vuelto a casa para encontrarte encerrada y aislada con tu bebé recién nacido. Además, el entorno no ayuda, al leer tantas noticias de todo lo que está sucediendo en el mundo. Lo entiendo, te sientes más sola y asustada que nunca.
No solamente debes estar alejada de esa familia que desearías hacer parte de esta etapa tan importante, también te preocupa, entre muchas otras cosas, que tu bebé al ser tan pequeñito, pueda contagiarse y enfermar, o que seas tú quien sea contagiada y lo pongas a él en riesgo.
Estos miedos son normales ante una situación así. Quizás desees llorar y sientas enojo por haber tenido que vivir la llegada de tu hijo de esta manera. Probablemente hayas tenido momentos en los que no has podido contener el llanto. O por el contrario, estás tratando de disfrutar la felicidad de tener a tu bebé al lado a pesar de lo que está sucediendo.
Todas esas emociones, por más diferentes que puedan parecer, son completamente esperadas y normales en situaciones como ésta. Aunque hoy estás viviendo un momento que puede ser muy duro emocional y físicamente (porque el postparto suele ser así), recuerda lo más importante: no estás sola. Nunca lo estás.
En primer lugar, porque tienes a tu bebé contigo, y ese es el regalo más grande que la vida ha podido darte. Y en segundo lugar, porque aunque quizás no están físicamente juntos, tu familia y todas esas personas que tanto te aman están a una videollamada de distancia.
Es duro, sí. No es la situación ideal. Pero si abrimos bien los ojos y nos enfocamos un poco en ver el lado positivo, así como practicar la gratitud y valorar lo que hoy tenemos, nos daremos cuenta que aún en medio de la tempestad, somos afortunadas.
Desde la distancia, y desde el rincón lejano donde escribo estas palabras, te abrazo y te prometo que esto pronto pasará. Que pronto podrás compartir tu bebé con tu familia, que las cosas mejorarán y volveremos a reír juntos.
Que a pesar de que hoy el panorama no luce favorable, la esperanza sigue ahí, presente. Y el día que menos lo esperemos, volveremos a compartir otros momentos especiales con quienes más amamos. Pero mientras tanto, recuerda que no estás sola y al final, todo saldrá bien.
Fotos | iStock
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