Puede que alguna vez hayamos sido el centro de atención de miradas y críticas ante un berrinche o una actuación de nuestros hijos. Puede que incluso hayamos recibido algún comentario hiriente por parte de otras personas.
Hace tiempo, Megan fue una de esas madres acusadoras que hoy se arrepiente de su forma de actuar y ha querido compartirlo con el mundo a través de un escrito en su página de Facebook, que invita a reflexionar sobre nuestras actuaciones y la sociedad en la que vivimos.
Cometió un error señalando a una madre
Hace unos años, Megan Orr Burnside y su marido fueron testigos en una gasolinera de una violenta escena entre una madre y su hijo de diez años que les llevó a avisar de inmediato a la policía para que intervinieran.
En aquel momento, Megan creyó estar haciendo lo correcto pues no le parecía apropiado que una madre estuviera forcejeando con su hijo y luchando por llevarle al coche a la fuerza. Y así lo recordaba en una publicación reciente que compartió en su página de Facebook:
"El niño estaba gritando y su madre estaba enfadada y frustrada. Vimos cómo lo metía en el coche y cómo se peleaban una vez dentro. Parecía que lo estaba golpeando, así que llamamos a la policía. Cuando los agentes vinieron nosotros nos fuimos"
"Luego recibimos una llamada y nos dijeron que el niño era autista y que su madre tenía muchos problemas con él, e incluso había pedido ayuda a la policía en alguna ocasión para tratar a su hijo, pues era muy violento. Nos dijeron que la estaban ayudando y que ella estaba haciendo las cosas lo mejor que podía y sabía"
Aquella llamada marcó tanto a Megan que reflexionó durante mucho tiempo sobre lo ocurrido, dándose cuenta del error que había cometido señalando y culpando a esa madre sin saber lo que le había llevado a actuar así.
"En mi afán por proteger al niño, descuidé ofrecer ayuda a su madre. Por contra, la entregué a las autoridades. Me sentí culpable, incluso años después, de no haberle ofrecido mi ayuda. Si la hubiera ayudado en ese momento, quizá la violencia habría terminado"
"Cuando la gente se siente superada necesita ayuda, no condena"
Megan admite que aprendió una lección muy importante y ahora critica que la gente siempre esté dispuesta a sacar sus teléfonos móviles para grabar o denunciar la imperfección de un extraño, en lugar de ofrecer una mano amiga.
"Nos hemos convertido en una sociedad que condena y busca faltas en los demás en lugar de oportunidades para ayudar. Nos hemos vuelto separatistas y acusadores en lugar de compasivos, cariñosos y serviciales" - dice.
Después de aquel suceso y de la revolución interior que trajo consigo, Megan vivió un episodio similar en un supermercado, pero la experiencia y la lección que aprendió de la primera vez le llevó a actuar de forma totalmente diferente.
Vio a una madre muy enfadada pelear con sus dos hijos en la línea de caja, mientras el resto de clientes observaba la escena sin hacer nada. Entonces Megan se acercó a ella y le ofreció su ayuda calmando a los niños.
La madre se disculpó diciendo que trabajaba por las noches y que durante el día estaba tan agotada que no sabía cómo actuar con ellos. Megan empatizó con aquella madre transmitiéndole su apoyo y sus ánimos, y acto seguido, la mujer se puso a llorar agradeciendo el gesto.
"Sé que he sido culpable de haber condenado a una madre en el pasado, y ahora veo claramente que aquella actuación mía probablemente perpetuó el problema en lugar de ayudar a resolverlo"- reflexionó Megan en su cuenta de Facebook.
Las palabras de Megan y su conmovedora reflexión se han vuelto virales, y su texto de Facebook ha sido compartido por más 14.000 personas que la han apoyado y agradecido que haya removido conciencias con sus palabras.
Además, Megan explica el triste suceso por el que ha tenido que pasar una buena amiga y que ha sido lo que realmente le ha llevado a compartir con el mundo este pensamiento:
"Hago esta reflexión hoy porque alguien ha llamado a asuntos sociales para que vaya a la casa de una buena amiga. Mi amiga es madre, pero es de esa clase de madres que yo siempre he querido ser. He observado el amor y la paciencia con la que trata a sus hijos, les ayuda a hacer sus tareas o les cuentan historias"
"Mi amiga está en cama muy enferma con una infección respiratoria y la persona que avisó a las autoridades debió hacerlo pensando que estaría ayudando. Quizá los hijos de mi amiga corrían por la casa sin supervisión, o quizá el vecino que llamó a servicios sociales lo hizo porque les vio comer solos. En cualquier caso, me entristece que esa persona no preguntara antes si podía ayudar de alguna otra forma."
Unas palabras que invitan a reflexionar
Confieso que la reflexión de Megan me ha golpeado de lleno en el corazón. ¿Cuántas veces habremos criticado a alguien sin saber la historia que hay detrás? ¿Cuántas veces habremos juzgado la forma de actuar de unos padres en lugar de haber prestado nuestra ayuda?
En más de una ocasión nos hemos hecho eco de historias similares. De un lado, madres y padres superados por las críticas feroces hacia su crianza o sus decisiones. De otro lado, personas empáticas dispuestas a tender su mano, ayudar y dar a todos una lección de humanidad y generosidad con sus actos.
Me quedo con este pensamiento de Megan, directo, claro y demoledor, y os invito a reflexionar sobre ello:
Fotos iStock
Vía Pop Sugar
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