Las relaciones de pareja no siempre funcionan como lo esperamos, y en algunos casos lo más sano que podemos hacer por el bienestar de todos los involucrados es separarnos.
Este no es un proceso fácil, ya que nos aboca a un proceso de duelo; duelo por la vida que ya no será y por la pérdida de ese vínculo afectivo, que deberá adquirir otra forma.
Y si a todo esto le sumamos el hecho de que haya hijos de por medio, la complejidad del asunto y la preocupación aumentan. Pero lo que está claro es que, aunque es una decisión difícil y dolorosa, quedarnos en una relación que no es sana, mutua y no nos hace feliz solo por los hijos es un grave error que al final solo logra herir más a todos, incluyendo a los niños.
Si bien las rupturas son difíciles, hay maneras en las que podemos tener una buena relación por los hijos, porque querámoslo o no, siempre existirá ese vínculo. Y lo mejor que podemos hacer por nuestros hijos y por nosotros mismos, es seguir siendo buenos padres. Pero, ¿cómo seguir siendo buenos padres sin ser pareja?
Cómo seguir siendo buenos padres sin ser pareja
Una vez hemos decidido separarnos y comunicárselo a los niños, hay algunas cosas que podemos hacer para seguir siendo buenos padres sin ser pareja:
1. Redistribuir el tiempo y pasar tiempo de calidad con los niños
Cuando hay separaciones, el tiempo con nuestros hijos (y la distribución del mismo) cambia, y en general ya no podemos tener el mismo contacto de antes, por lo que es importantísimo aprender a pasar tiempo de calidad con ellos.
No se trata de cuántas horas estamos juntos, sino de lo que hacemos con ese tiempo. No nos referimos a tener que hacer siempre miles de actividades para que nuestros hijos se diviertan, sino a estar presentes para ellos, conversar, cocinar, dar un paseo cerca... cualquier actividad que te permita conectar con ellos.
Así, es importante ir adaptándonos a esta nueva distribución del tiempo con los hijos, incorporándola en nuestra rutina diaria.
2. Estar presentes en los momentos importantes
Si la relación con tu pareja no ha terminado muy bien y tal vez no quieras ver a tu ex ni en pintura, debes entender que esto se trata de un asunto entre vosotros que no debe afectar vuestra presencia y disponibilidad en momentos importantes para los niños.
No tienes que ser el mejor amigo de tu ex pareja, pero sí es importante que podáis al menos estar en los momentos que son significativos para los niños. Y no solo nos referimos a eventos "grandes" como graduaciones, cumpleaños, etc., sino también en un recital o espectáculo y en momentos en los que ellos desean contar con vuestro apoyo.
Y al ir, no hace falta que vayáis con vuestro ex, podéis encontraros allí mismo; ni siquiera tenéis que tener una gran conversación, tan solo respeto mutuo y una relación cordial. Vuestros hijos lo agradecerán.
3. No hablar mal del ex
Entendemos que en algunas ocasiones puedas sentir mucha rabia, tristeza, rencor y decepción con tu ex pareja, no te juzgamos de ninguna manera. Y tampoco debes juzgarte tú, ya que esto no te hace ni peor ni mejor padre o madre. Es normal y totalmente válido lo que sientes, pero es importante que a pesar de lo que haya sucedido no le hables mal a tus hijos de su otro progenitor.
Recuerda que la ruptura de relación ha sido entre vosotros, pero para los hijos él seguirá siendo su papá o ella seguirá siendo su mamá, y no queremos que ellos entren en un conflicto en el que sientan que deben tomar parte de una guerra que no les corresponde. No esperamos que ellos se posicionen a favor de nadie, y así debemos transmitírselo.
4. Ponerse de acuerdo en los asuntos importantes de la crianza
Por otro lado, es importante que puedas acordar con tu ex los temas importantes en relación a la crianza. Temas económicos, logísticos, distribución de responsabilidades, horarios, tareas, cómo enfocar la ruptura con los niños y, en definitiva, todas aquellas decisiones próximas que deberéis tomar en relación a la crianza de los niños.
Esto es importante hablarlo en un momento de calma, lógicamente solos, sin su presencia, y aprovechar para pautar próximas reuniones para hablar de los niños e ir actualizando estos temas, ya que irán apareciendo a medida que los niños se hagan mayores.
5. Ser prácticos y separar
En este tipo de reuniones y en general, no hace falta que habléis de cuestiones más personales si no lo sentís u os duele, ya que ahora ya no sois una pareja, sino unos papás que quieren lo mejor para sus hijos.
Así que intentar mantener estas conversaciones desde la calma y el respeto y priorizando lo que los niños necesitan, siendo prácticos y sensatos, evitando que los sentimientos por vuestra separación os nublen u os desborden.
Recuerda que no es tu ex el que debe consolarte, ni viceversa, y que deberéis buscar otros espacios (y personas) para hacerlo, aunque separar las cosas es todo un proceso y requiere su tiempo. Sé paciente.
6. Pedir ayuda especializada
Lo más importante para ser buenos padres aun sin ser pareja es estar sanos, permitirnos sentir y soltar todo lo que implica una ruptura amorosa, elaborando progresivamente el duelo por esa vida que no será y por esa pareja que ya no es.
Para esto a veces podremos solos y otras no, y no pasa nada. Saber que podemos contar con ayuda profesional en caso de necesitarlo nos puede tranquilizar, y la terapia psicológica es una excelente herramienta para hacerlo.
Recuerda que para ser buen padre debes estar bien contigo mismo en primer lugar, y en terapia podrás trabajar tu autoestima y el proceso de ruptura y lo que supone para ti, además de encontrar pautas para padres para criar de forma positiva aún estando separados. En definitiva, podrás trabajar lo que necesites.
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