Tienes a tu hijo recién nacido en brazos y piensas “pobrecito, no sabe hacer nada. Él solo no sobreviviría" y en parte tienes mucha razón. Los bebés por sí solos no sobrevivirían mucho tiempo, por eso nos necesitan como agua de mayo, pero eso de que no sepan hacer nada no es del todo cierto.
Los bebés nacen con una serie de reflejos que le ayudan a buscar y asegurarse la comida, evitar peligros,…
Puedes probar los reflejos tú mismo con tu bebé. Es una manera de estar un ratito con él, de ver qué sabe hacer y de que te arranque una sonrisa con sus capacidades. Vamos a ver cuáles son los reflejos más conocidos:
- Reflejo de giro: es el que ayuda al bebé a encontrar el pecho (o el biberón). Puedes probarlo acariciando un poco su mejilla. El bebé girará la cabeza hacia tu dedo.
- Reflejo de succión: este vendría después del anterior. Una vez que consigue agarrarse al pecho comienza a succionar. Puedes darle el dedito meñique para que succione. Este yo no lo probaría, porque ya son ganas de engañarle… le puedes ver succionar perfectamente mientras toma alimento, que le hará más gracia.
- Reflejo de moro: le ayuda a conseguir el equilibrio o a emitir una señal de petición de ayuda. Para verlo se le da al bebé la sensación de caída, por ejemplo, teniéndolo sentadito en una superficie, sujetando su espalda con nuestro brazo y soltándolo un momento para que “caiga" hacia atrás. El bebé abrirá los brazos bruscamente (como en la imagen).
- Reflejo de prensión: se da cuando acariciamos la palma de la mano o la planta del pie del bebé. El bebé agarrará el dedo con la mano y con el pie flexionará los dedos hacia el estímulo. Les sirve para coger objetos con las manos y buscar cosas. En los pies se trata de un residuo evolutivo de los días en que caminábamos a cuatro patas (vamos, de cuando éramos simios). Los recién nacidos tienen un agarre tan fuerte que podrían aguantarse colgados de una barra. Por si acaso, mejor no lo pruebes (primero para evitar que se caiga y segundo para evitar que te de envidia el que tu bebé sí tenga fuerza para aguantarse agarrado de una barra y tú... ejem...)
- Reflejo de la marcha: Se consigue cogiendo al bebé con los dos brazos poniéndole derecho con los pies apoyados en una superficie lisa. El bebé levantará una pierna y luego la otra, como si caminara. Podría ser un movimiento precursor de la marcha.
A estos hay que añadir los reflejos de tos, estornudo, de parpadeo, de escalada y algunos más,…
Muchos de ellos van desapareciendo con el tiempo (meses) o bien evolucionan hacia un acto consciente.
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