Siete señales de que tu hijo es responsable y asume las consecuencias de sus acciones

Los valores son de gran importancia para todos en sociedad, y es por esta razón que como padres queremos que nuestros pequeños crezcan teniéndolos. Por ello como padres, nos esforzamos para que nuestros hijos sean responsables.

Pero, ¿qué significa ser responsable? Según la RAE, ser responsable significa "que pone cuidado y atención en lo que hace o decide". Sin embargo, sabemos que el significado de responsabilidad va mucho más allá. En el caso de nuestros hijos, ¿cómo podemos saber que ya lo son?

Aunque como padres y madres seguro que los conocemos bien, y la respuesta a esta cuestión puede ser muy intuitiva, no está de más reflexionar sobre algunas cuestiones relacionadas con el sentido de la responsabilidad en niños y adolescentes. Te traemos siete señales de que tu hijo es responsable.

Siete señales de que tu hijo es responsable

¿Cómo saber si mi hijo es responsable? Aunque cada niño es un mundo, lo cierto es que el valor de la responsabilidad es algo que se puede concretar bastante a través de acciones, comportamientos, actitudes... Te proponemos siete señales que evidencian que tu hijo es responsable:

1. Asume las consecuencias de sus acciones

Una de las principales señales de que nuestros hijos son responsables es que asumen las consecuencias de lo que hacen (se responsabilizan de ello). Es decir, que cuando se equivocan o hacen algo que se puede considerar "negativo" o inadecuado, no tratan de negarlo o echarle la culpa a otros.

Así, son niños que asumen lo que han hecho y que se hacen cargo de lo necesario para solventar el problema. En pocas palabras: responsabilizarse de las propias acciones implica: tomar consciencia de las mismas, asumir sus consecuencias, actuar cuando sea necesario cambiar algo e identificar cuándo pedir ayuda, cuando solo no se puede.

2. Se encarga de sus deberes y tareas

Otro indicativo de responsabilidad en los niños es cuando ellos mismos se encargan de sus deberes y tareas sin que, como padres, debamos estar pidiéndolo a cada rato.

Ellos saben lo que deben hacer y lo realizan con una buena actitud. Esto no quita, lógicamente, que a veces debamos supervisarlos en algunas tareas u ofrecerles soporte, que nos pidan ayuda o que también tengan días malos en los que se enfaden. Pero en general, la responsabilidad denota saber más o menos qué hacer; por ejemplo: "saber que tengo que prepararme la mochila para mañana, saber que los martes tengo que poner yo la mesa, o que tengo que ponerle la comida al gato porque soy el encargado de alimentarlo", etc.

3. Es respetuoso con los espacios

El respeto hacia los espacios también es un valor que indica responsabilidad. Así, hablamos de niños que cuidan los espacios en los que se encuentran, no ensucian ni dañan las cosas que hay a su alrededor y en caso de que algo así suceda, asumen su responsabilidad e intentan buscar soluciones a lo que ha ocurrido.

Pero el respeto (y el consiguiente cuidado) hacia el medio, hacia los espacios, las tiendas, lugares, escuela, e incluso el material, etc., es indicativo también de responsabilidad, ya que la responsabilidad no se da únicamente hacia las personas, sino también hacia los lugares, cosas, etc.

4. Respeta a otros y se respeta a sí mismo

Los niños responsables son capaces de respetar a los demás, las cosas y los lugares, pero además de eso son capaces de ser respetuosos consigo mismos, evitando sitios o personas que hacen cosas que no corresponden con su bienestar, les dañan o les generan malestar.

Además, el autocuidado, el saber poner límites a los demás y la autoprotección, no solo son señales de responsabilidad, sino también de tener una buena autoestima. Hablamos, por ejemplo, de: decir "no" cuando queremos decir no, ir a las fiestas de cumpleaños a las que de verdad me apetece ir, quedarme en casa si no me encuentro al 100%, etc.

Los niños responsables son capaces de respetar a los demás, las cosas y los lugares, pero además de eso son capaces de ser respetuosos consigo mismos.

5. Cuida a los demás

Los niños responsables se caracterizan no solo por tener cuidado de sí mismos y de sus pertenencias, sino que además son capaces de hacerse cargo y cuidar a los demás. Esto implica a su familia y a sus amigos.

Pero no hablamos, en absoluto, de delegar a los niños la tarea del cuidado de sus hermanos, por ejemplo (ya que eso es responsabilidad de los padres). Hablamos más bien de esa tendencia a cuidar al otro, porque sale de uno mismo (no como una obligación o deber, sino como algo que surge de forma natural).

Por otro lado, esta responsabilidad que se traduce en cuidado, puede incluso hacer que los niños se involucren en situaciones en las que protejan a terceros, ajenos a su círculo cercano, cuando saben que algo está mal.

6. Es educado en su trato

La responsabilidad también tiene mucho que ver con la educación; y es que ser responsable indica que somos capaces de hacernos cargo de nuestras acciones y, en este sentido, se incluye también la forma de tratar e interrelacionarse con los demás.

Así, los niños y adolescentes responsables suelen ser bastante cordiales y amables, y están dispuestos a ayudar y acompañar a los demás.

7. Respeta las normas

Tanto en la escuela como en casa y en todos los lugares a los que vamos, hay ciertas normas y límites que debemos cumplir. Los niños responsables son capaces de seguir estas pautas o normas aunque a veces no les encajen o no les gusten. Pero son capaces de entenderlas y seguirlas, adaptándose al contexto en el que están.

Fomentando la responsabilidad en casa

Tener un hijo responsable depende en gran medida de lo que le enseñamos en casa, aunque también hay otras variables implicadas en este aprendizaje, como: el aprendizaje en la escuela, la socialización, el aprendizaje implícito y práctico de las cosas del día a día, la experiencia en general, etc.

Pero si quieres trabajar desde casa la responsabilidad, no hay mejor manera de enseñar que a través del ejemplo. Por ello es importante que también seamos padres responsables, aunque eso no quita que podamos "fallar" de vez en cuando, pues todos somos humanos, y la responsabilidad no está reñida con la flexibilidad.

Así que, si quieres trabajar todo esto en casa, no te pierdas nuestro artículo sobre pautas y hábitos para trabajar la responsabilidad en niños, donde comentamos éstas y otras acciones a llevar a cabo en el día a día.

Y recuerda...

Aunque esté muy bien trabajar la responsabilidad en los niños, tampoco debemos pretender que nuestros hijos sean responsables en todo momento y ante cualquier situación. Hemos de entender que a veces podrán tener un mal día, o no sabrán gestionar una situación, podrán actuar de forma impulsiva, etc., y es algo normal.

Aunque esté muy bien trabajar la responsabilidad en los niños, no debemos pretender que nuestros hijos sean responsables en todo momento y ante cualquier situación; aún están creciendo y formando su personalidad.

Recordemos que están aprendiendo y desarrollando su personalidad, y nosotros debemos guiarles para que sean personas de bien y responsables de sus acciones. Por ello, no les demos más carga de la que pueden asumir (son niños), y aprendamos a gestionar de forma positiva las expectativas que depositamos en ellos.

Fotos | Portada (Freepik)

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