No a todo el mundo le resulta fácil conocer gente, construir vínculos y hacer amigos. Hay personas extrovertidas y otras más introvertidas (y a estas últimas, les puede costar más crear y mantener vínculos íntimos y cercanos). Sin embargo, no todo depende de estos rasgos de la personalidad; hay más factores en juego.
Entonces... ¿Por qué hay personas a las que les cuesta tanto hacer nuevos amigos? Hablamos de siete comportamientos comunes en ellas (aunque no todas los manifiestan, y además, pueden haber más), y de cómo podemos gestionarlos si somos nosotros a quienes nos cuesta hacer amigos.
1) Son excesivamente prudentes
El primero de ellos es ser muy reservado. Muchas personas tienen miedo de ser vistas como molestas o poco interesantes (a menudo, por inseguridades), y por ello evitan compartir detalles personales. Este exceso de prudencia crea una barrera, ya que la conexión con otros requiere un intercambio de experiencias.
Si en una conversación tiendes a responder de forma vaga, intenta incluir un pequeño detalle. Por ejemplo, en lugar de decir simplemente "bien" cuando alguien te pregunte cómo estás, prueba con algo como "bien, aunque estos días he estado pensando en cambiar de trabajo". Así das pie a una charla más significativa y profunda.
2) Tienen unas expectativas determinadas que les limitan
Otro comportamiento es enfocarse en la perfección, creyendo que solo es válido entablar amistad con personas que cumplan con ciertas expectativas. Esto, claro, limita las posibilidades de conectar, porque la amistad se construye desde lo cotidiano y no desde lo idealizado.
Por ejemplo, si asistes a un taller de pintura y piensas que nadie "parece de tu estilo", date la oportunidad de conocerlos sin juzgar de antemano. A veces, las amistades más profundas surgen donde menos lo esperas.
3) Huyen de mostrarse vulnerables
La dificultad o el miedo por mostrar vulnerabilidad también puede ser un obstáculo importante que impide construir vínculos cercanos. Pero mostrar inseguridades no nos hace débiles; nos hace humanos. Y muchas veces, las personas que parecen más fuertes son aquellas que más necesitan abrirse.
Si alguien comparte que está nervioso por una presentación, en lugar de limitarte a decir "suerte", comparte algo personal, como "te entiendo, a mí me pasa siempre que tengo que hablar en público". Este pequeño gesto genera confianza y acerca a las personas.
4) Adoptan una actitud defensiva
Otro problema frecuente es adoptar una actitud defensiva, que muchas veces nace del miedo al rechazo. Responder con sarcasmo, ser excesivamente crítico o mantener una distancia excesiva puede alejar a los demás.
Si sueles reaccionar de esta manera, haz una pausa antes de responder y busca una forma más cálida de interactuar. Por ejemplo, si alguien comenta un plan, en lugar de responder con ironía, prueba con algo como "me parece interesante, ¿cómo lo organizaste?".
5) No priorizan el tiempo para socializar
Otro factor que dificulta hacer nuevos amigos es no priorizar el tiempo para socializar. La vida ocupada nos lleva a relegar la socialización a un segundo plano, pero las relaciones necesitan tiempo para cultivarse. Si siempre estás ocupado y las invitaciones las dejas para "otro día", es probable que pierdas oportunidades (o que la próxima vez que queden, no te avisen).
Bloquear una tarde al mes para quedar con alguien o asistir a un evento social puede ser una buena forma de cambiar este patrón. Y no necesitas grandes planes; a veces basta con un café para iniciar una conexión.
6) Se comparan mucho
El hábito de compararse constantemente también es un freno para las relaciones. Pensar que los demás son más interesantes o tienen más habilidades genera inseguridad y te lleva a retraerte.
En lugar de enfocarte en lo que crees que te falta, céntrate en lo que sí tienes. Antes de una reunión o un encuentro social, recuerda algo que valoras de ti mismo, como tu capacidad de escucha o tu sentido del humor. Esto te ayudará, poco a poco, a presentarte con más confianza y naturalidad.
7) Les cuesta tener la iniciativa en las relaciones
Finalmente, uno de los comportamientos más comunes es esperar que los demás den siempre el primer paso. Creer que las amistades surgirán solas o que si alguien quiere conocerte, 'te buscará', es una forma de pasividad que rara vez da resultados. Las amistades requieren esfuerzo mutuo, interés, tiempo compartido...
Si alguien te propone un plan o muestra interés, no lo dejes en el aire. Da un paso al frente y mantén la iniciativa, ya sea enviando un mensaje para saber cómo está o proponiendo otra actividad.
Foto | Portada (Freepik)