Una madre cuya hija padece TDAH nos recuerda por qué no debemos juzgar a otras mamás

Una madre cuya hija padece TDAH nos recuerda por qué no debemos juzgar a otras mamás
14 comentarios

Seguramente más de uno nos hemos encontrado en alguna situación donde nuestros hijos, sea por el motivo que sea, no entendían de razones y tuvo lugar un berrinche que nos puso en el centro de atención.

Una madre cuya hija padece el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) comparte por qué debemos ser más empáticos y menos críticos al ver a un niño haciendo un berrinche en público.

Berrinches: todos hemos estado ahí

Tengas hijos o no, lo más probable es que en algún momento de tu vida adulta te haya tocado presenciar uno. Puede ser de tus propios hijos, de tus sobrinos, del hijo de alguna amiga o de la persona extraña frente a ti en la fila del supermercado. Hay algo que debemos dejar muy en claro: los berrinches son algo completamente normal en los niños, y por lo tanto, entenderlos.

Es cierto que hay ocasiones que podemos estar pasando un mal día y podemos reaccionar ante ellos con una actitud negativa, sin embargo (y haciendo uso de una frase que me gusta mucho), nosotros ya somos adultos y sabemos cómo comportarnos en público, un niño no. Así que ellos recurren al llanto o los berrinches para expresar cuando algo les molesta.

A lo que quiero llegar con esto, es que todos tenemos un papel durante un berrinche. Algunos seremos mamá o papá y otros un espectador que estuvo ahí en el momento que ocurrió. Como papás, debemos recordar la importancia de la forma en cómo reaccionamos a los berrinches. Como espectadores, aunque no sugiero que estemos obligados a actuar con absoluta paz, sí que podemos evitar hacer comentarios negativos y lanzar miradas desaprobatorias hacia los padres.

El poder de un gesto amable

Como les comentaba al inicio, una madre compartió la experiencia que tuvo recientemente mientras hacía las compras, cuando su hija de cuatro años con TDAH tuvo un momento difícil. Ella comenta que en otras ocasiones ha optado por irse sin las cosas que iba a comprar, pero como en esta ocasión se trataba de comida, decidió que no se iría sin ella, por más fuerte que fuera el berrinche de su hija.

Su experiencia en el supermercado estaba siendo muy difícil ya, cuando un comentario negativo de otra persona terminó por sacar lo peor de ella y haciéndola sentir terrible. Hasta que apareció una mujer, que convirtió esa mala experiencia en una muestra de apoyo y empatía.

Finalmente sucedió. Mientras esperaba en la línea para pagar mi carrito lleno de provisiones (y un poco de vino), Sophie estaba moviéndose sin parar en el carrito, llorando porque le había quitado una bolsa de patatas fritas y porque me dijo idiota mientras estábamos en la línea. Ella es despiadada. Yo lo se. Yo vivo con esto. Su TDAH y su pequeño corazón obsesivo se centra en estos asuntos y cosas que ella encuentra injustos y no se detiene hasta que se duerme o sucede algo dramático que arrebata su atención hacia otra cosa.

Estuvimos en la fila durante varios minutos, yo ignorando su berrinche y rehusándome a ceder. ¿Qué otra cosa haría el ceder a un mal comportamiento sino reforzarlo? Me he ido de lugares cientos de veces a causa de ella. Casi todas las veces, de hecho, termino yéndome sin nada de lo que iba a comprar y con una niña de cuatro años haciendo un berrinche en una mano y un bebé sobre mi cadera, pero esta vez tenía que ser firme porque necesitábamos las provisiones.

Le digo por décima vez que se siente para que no se caiga y lo siguiente que escucho es a una mujer detrás de mí en la línea decir "¡Por el amor de Dios, denle una galleta para que ya se calle!". Pude haberle respondido más amable. Pude haberle explicado que mi hija de cuatro años padece TDAH severo, que yo crío a mis dos hijos sola, que estoy haciendo lo mejor que puedo, y que no tengo más opción que aguantarlo porque necesito las provisiones. En lugar de eso, escucho salir de mi boca "Ella tiene cuatro años y usted necesita encargarse de sus malditos asuntos".

Mantengo mi compostura hasta que termino lo que estaba haciendo y me dirijo hacia la línea donde puedo pagar yo sola, para poder evadir el encontrarme a alguien más como "esa persona". La persona con el niño que no se comporta. La persona que parece perezosa porque ignora el berrinche. La persona que sabe que hacer otra cosa que no sea ignorarle solo empeorará las cosas. Para el momento en que llego a la caja, lágrimas caen sobre mi rostro. Perdí la compostura. Estoy enojada, mis sentimientos están heridos, me siento ofendida y estoy terriblemente triste de no poder tener una sola buena experiencia haciendo las compras con mis hijos.

Mientras escaneo mis compras, una mujer se acerca y comienza a hablar con Sophie. Le hace preguntas para distraerla, pero me apoya cuando Sophie comienza de nuevo a quejarse acerca de querer las patatas fritas. "No, no puedes llevarte esas hoy. Debes ser buena para tu mami. Ella necesita que seas buena para ella. Tengo una pequeña niña justo como tú. ¿Cuántos años tienes? ¿Qué edad tiene tu hermano?". Honestamente, esta mujer pudo haber sido el Anticristo y hubiera tenido más apreciación por su amabilidad y compasión que pos cualquier otra persona que me pueda encontrar.

Basta con un comentario para quebrar a alguien. Nunca sabes por lo que alguien más está pasando. No sabes los problemas que tiene un niño y que están provocando un mal comportamiento, a menos que conozcas la batalla de ser padre de una niña como la mía, no puedes juzgarme. Pero también basta con un solo acto de amabilidad para hacer sentir a una madre consuelo y validación. Gracias a esa mujer en el supermercado hoy, por mostrarnos amabilidad a mis hijos y a mí. Gracias por acompañarnos a la salida. Gracias por apoyarme. Las madres necesitamos mantenernos unidas.

Aunque probablemente no todos nos hemos encontrado en la misma posición de esta madre, sin duda cuando hemos pasado por un momento así nos sentimos observadas y quizás hasta juzgadas de "malas madres" por el simple hecho de que nuestros hijos recurren a un berrinche por no saber expresar lo que en ese momento sentían.

La historia de esta madre es un recordatorio de que no debemos apresurarnos y asumir o juzgar a otros padres cuando sus hijos no les hacen caso o están pasando por un berrinche. Nunca se sabe por lo que pueden estar pasando otras personas. Así que si alguna vez miras a otra madre o a un padre lidiando con sus hijos, no le juzgues y mejor apóyalo, podrías ayudarle a hacer más ligero un mal día y recordarles que el estar pasando por un mal momento, no los hace malos padres.

Vía | Refinery29
En Bebés y más | Curso de maternidad y paternidad: entendiendo los berrinches, La fotografía de un padre y su hija durante una rabieta que nos recuerda lo importante que es nuestra reacción

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Comentarios cerrados
    • interesante

      Pues me parece genial que la haya mandado callar. Tenga tdah o no, las cosas no se hacen así. Hay mucho licenciado en las vidas de los demás...

    • interesante

      Vale que las rabietas son normales en los pequeños, pero de ahí a no hacer nada y esperar que los demás presentes las reciban con alegria...pues yo no lo veo. Yo también tengo hijos, y también han tenido sus berrinches, y entiendo que si obligo a otros a presenciar uno de los conciertos de mis hijos, me arriesgo a que me miren o hagan algún comentario ( aunque no me guste ) Esta mujer pide una empatia por parte de los demás, que ella no tiene. Por otra parte, diciéndole a la mujer que se meta en sus asuntos, a dado una lección a la mujer y dos a su hija: a la mujer que no hay que meterse donde no te llaman; y a su hija, uno,que puede comportarse como quiera y si alguien lo desaprueba su madre esta ahí para respaldar su comportamiento ,y dos, que la hostilidad se resuelve con mas hostilidad.

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    • Avatar de medalla Respondiendo a medalla

      Me gustaria poner emoticones de aplausos en este comentario jajajajaj

    • Avatar de medalla Respondiendo a medalla

      Totalmente de acuerdo!

    • Me hace mucha gracia la facilidad con la que se diagnostica TDAH, aún cuando tiene 4 años la niña.

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    • Avatar de foil Respondiendo a foil

      Iba a decir lo mismo. Y ademas utilizarlo cual "condición" como si fuera algo o grave o incurable. Los niños son inquietos, unos mas, unos menos. Esa condición basicamente es un invento, mi madre es pediatra y esta podrida de las veces q hablan del TDAH con naturalidad, como que ahora cualquier niño q se mueva tiene eso. Y la facilidad con la q los padres les piden pastillas (mi madre es pediatra y psiquiatra infantil, he escuchado de todo). La necesidad de etiquetar y decir "vos tenes esto" es muy fuerte, se ve. Sin etiquetas se sentiran perdidos? Por favor... yo diria q cambie de pediatra, si fue quien les dijo q tenia eso o que deje de leer tanta chorrada

    • Me encanta cuando sacan la carta de que ser padre no es facil. Por supuesto q no lo es, y eso no es lo q esta en discusión. El tema es si te importa criar a tus hijos o no. A mi, que me disculpen, que una vez te encuentres con alguien y actue como esta señora, vaya y pase, pero personas que ignoran a sus hijos o los dejan llorar o q hagan los que quiero, conozco, mis vecinos, son completos idiotas y no por ser padres van a tener mi respeto. Si les interesó tener hijos, bueno, q lo demuestren, porq esos niños no parece q tuvieran padres

    • Entiendo su agotamiento como madre de 3 hijos, entiendo que hay momentos en los que suplicarías por un botón para paralizar el tiempo y poder chillar, pero ese diagnostico de TDAH con 4 años... que un niño sea inquieto hasta el extremo no quiere decir que tenga una enfermedad.
      Jugamos mucho con este tipo de diagnostico.
      Lo siento, pero utilizar esto para que sientan empatía por ti... no me vale.

    • Pues yo veo poca empatía.

      No sabemos nada de la historia que hay detrás de esta mujer.
      No sabemos si esta era la primera rabieta del día, o si llevaba así todo el fin de semana. Si había tenido un día especialmente complicado, o si algo la había alterado de manera especial.
      No sabemos si la nena durmió bien o mal, si su madre apenas había podido parar en todo el día, si recién terminaba su turno de trabajo de 12 horas, si estaba enferma o tenía migraña...
      No sabemos las circunstancias en las que se encontraban ambas, niña y madre, y juzgar así es muy fácil.

      Por supuesto que hay que actuar ante las rabietas.
      ¡A ningún padre nos gusta que nuestro hijo nos monte escenitas, se tire pataleando en medio del pasillo de los yogures o grite a pleno pulmón en medio de la sala de espera del médico!
      Pero lamentablemente señores, un niño es un ente aparte. Con sus sentimientos, sus reacciones, sus opiniones... no podemos simplemente ANULARLOS como si fuesen jarrones que si no le gustan a los invitados se pueden guardar en un armario.

      Que sean niños pequeños no quiere decir que no merezcan respeto y podamos simplemente callarles la boca.

      Hay que gestionar sus rabietas y sus berrinches. Lo hacemos lo mejor que podemos, lo mejor que sabemos... no hablemos ya si encima hay ciertas condiciones... o símplemente si el niño está especialmente cansado/irritable/enfermo.

      ¿Nadie ha tenido un mal día en el que ha discutido con un compañero de trabajo? ¿Con el vecino que hace ruido? ¿Con la abuela que intentó colarse en la fila del banco? ¿Con la cajera del super o el camarero del restaurante porque le pareció que fue poco amable o nos hizo esperar demasiado? ¿En serio? ¿De verdad no se os despeina un solo cabello nunca?

      Los niños también tienen malos días, lamentablemente más a menudo de lo que los padres querríamos. No son capaces de asumir sus sentimientos, su rabia, su frustración...

      Es nuestra obligación enseñarles a comportarse, y la del resto, no juzgar sin conocer, que a veces nos pasamos con las libertades.

      Hay que saber diferenciar entre padres pasotas y padres totalmente SOBREPASADOS, que los habemos, y muchos, en según qué ocasiones.
      Que a veces parece que nos encanta encontrarnos con una persona al límite para aprovechar y terminar de machacarla.

      La maternidad/paternidad no es fácil, pero eso no quiere decir que queramos renunciar a ella, que no seamos responsables ni que nos neguemos a educar a nuestros hijos para que sean adultos admirables... pero esto lleva un proceso muy largo, y no podemos asegurar que jamás en la vida nos vayan a hacer sonrojar con sus gritos, ni condenarnos a vivir aislados dentro de casa hasta asegurarnos que no nos va a pasar (cosa que es imposible)

      Y ahora si queréis me freís a negativos, pero en el fondo todos sabemos que la vida es así.

    • Si tu hijo lanza piedras en el parque y tú te acercas a él, le pides que dejes las piedras, le explicas que puede dañar a otro niño y le propones jugar a otra cosa, y cuando al día siguiente, el niño vuelve a coger piedras y tú vuelves a acercarte a él y le recuerdas que puede lastimar a otros niños y que es mejor divertirse de otro modo, está siendo un padre o madre paciente y con ello educas.
      Si tu hijo lanza piedras en el parque y tras esperar un rato a ver si lo deja por si mismo y solo cuando ves que ha quedado cerca de dar con alguna a otro niño, ya te acercas y se las quitas ( que no es lo mismo pedir que quitar ) y cuando al día siguiente tu hijo vuelve a coger piedras, y te limitas a suspirar un "no puedo con este niño", entonces estás siendo un padre o madre pasivo y con ello NO educas.
      Aunque el ejemplo es sencillo he considerado conveniente ponerlo dado que hay padres que no saben diferenciar entre paciente y pasivo y las consecuencias que cada cosa conlleva: padres pacientes a niños educados, padres pasivos a niños molestos.

    • Animo, yo también tuve un niño con tdh y se lo agotador que puede llegar a ser, y a la gente que le den, no ven allá de su ego personal, sin ponerse los zapatos que muchas madres, criar no trae instrucciones y hacemos lo que podemos, pero consejos es que siempre intentes conservar la calma y los oídos cerrados. Ahora mismo tengo 2 hijos más sin tdh de 22 meses de diferencia y estos me cogen más perretas que el de tdh, y se lo que es, ser padres no es fácil, ánimo que lo estás haciendo bien.

    • Yo tambien soy madre de dos pequeños uno de tres y uno de meses. A mi hijo de tres siempre tengo q lidiar con él. A él no le gusta ir solo al baño le tiene pánico al hacer su popó emitiendo unos gritos tan feos para hacer cuando la popo quiere salir. Para mi es algo desesperante, porque en algunas veces no grita y otras si haciendo esos berrinches. Le hablo bien a veces es tanto q recurro a veces a darle sus palmadas y es q es tanto q me pone. Nerviosa pero se que poco a poco mejorara. Alguna madre q pase o pasó por lo mismo. Gracias.

    • Los berrinches son normales?
      No lo creo, recuerdo que mi abuela de un gritón o una buena ducha helada con ropa puesta nos quitaba todos los berrinches ..y ay de nosotros si nos poníamos a llorar...

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    • Avatar de joseantonio15 Respondiendo a joseantonio15

      Al contrario, los berrinches son completamente normales. Lo que no es normal es meter un duchazo de agua helada, básicamente porque los niños pueden acabar enfermos.

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