Las vacaciones de verano son para disfrutarlas al máximo, y para olvidarse de los deberes escolares durante una temporada. Los niños merecen descansar, y necesitan libertad para seguir aprendiendo a través del juego y del propio descubrimiento.
Y esto es algo que también piensa "el profe Manolo", un profesor de tercero de primaria que ha mandado a sus alumnos una particular lista de tareas; todas ellas curiosas, divertidas y muy educativas. ¡Así da gusto hacer deberes en verano!
La lista de tareas fue compartida en su cuenta de Facebook por María Carmona Rubio, madre de uno de los alumnos que este profesor ha tenido durante el curso.
En el papel que entregó a sus alumnos de tercero de primaria el último día de colegio, el profesor recomienda realizar al menos la mitad de estas inspiradoras tareas:
Ver amanecer
Aprender a jugar a un juego de cartas o de mesa que desconocías
Llamar o mandarle un mensaje a tres compañeros/as de clase
Ver una película en familia
Hacer una limonada casera y tomarla bien fresquita
Mirar las estrellas un buen rato
Hacer helados o polos caseros
Cuidar una planta
Comer una fruta o verdura recién cogida
Acostarte una noche muy tarde
Tirarte a la piscina y salpicar todo lo que puedas
Hacer un picnic en la playa o en el campo
Hacer un collar o una pulsera para ti
Ver fuegos artificiales
Visitar un museo o una exposición
Diviértete con globos de agua
Visitar una ciudad o un pueblo que no conozcas
Mirar las nubes y ponerles forma
Disfruta de tus amigos/as y familiares
Haz deporte, canta, baila y juega
Quiérete, cree en ti, cuídate
Disfrázate
Caminar un buen rato sin zapatos
Construir un castillo de arena legendario
Hacer una ruta en bici patinando
Escribir y mandar una postal
Recoger conchas en la playa
No tirar nunca la basura al suelo, en la playa o en el campo
Leer dos libros y algunos cómics
Aprender a cocinar algún plato con algún adulto
Lanzarte por un tobogán en el que nunca habías estado
Aprender a hacer algo nuevo
Comer brochetas de fruta
Reírte hasta que te duelan las mejillas
Dar todos los días al menos tres abrazos
Pintar y decorar piedras
Visitar una biblioteca
Escribir una historia o un cuento
Aprender tres chistes nuevos
Ver una puesta de sol
Construye una cabaña o un fuerte
Decir te quiero mirando a los ojos
Vuela una cometa
Ocuparse de al menos dos tareas del hogar
Hacer dos amigos/as nuevos
La importancia de aprender jugando
Muchas de estas tareas son una oportunidad maravillosa para que los niños continuen aprendiendo y reforzando los contenidos que han visto durante el curso. Pero lo harán de forma lúdica y divertida, mientras juegan y en compañía de su familia.
De este modo, tareas como "ver una puesta de sol" o "ver amanecer" son el reclamo perfecto para repasar con los peques el movimiento de rotación de la tierra.
"Llamar o mandar un mensaje a los amigos", "escribir una historia o un cuento" o "escribir o mandar una postal", son tareas divertidas que ayudarán a los niños a ampliar su léxico, a repasar la escritura y la ortografía y a desarrollar habilidades comunicativas.
Otros deberes como "hacer helados o polos caseros" les servirá para observar y valorar el cambio de estado de la materia. Y, en general, todo lo que sea elaborar recetas o ayudar en la cocina es la excusa perfecta para volver a repasar las medidas de peso y capacidad, y para inculcarles la importancia de una nutrición saludable.
De las tareas relacionadas con la naturaleza los niños también pueden aprender grandes lecciones, como la clasificación de animales y plantas, la observación de todos sus detalles, ver cómo crecen y se desarrollan, el contacto físico con el medio que nos rodea, y aprender a amar, respetar y cuidar el medio ambiente.
Y no olvidemos la importancia de fomentar actividades relacionadas con la creatividad y la imaginación, como "hacer un castillo de arena", "pintar y decorar piedras", "disfrazarse", "construir una cabaña", "hacer un collar"... Los niños pasarán un rato estupendo mientras desarrollan su capacidad de inventiva e ingenio.
Otras tareas de este genial profesor, tales como "aprender a jugar a un juego de cartas o de mesa que desconocías" o "memorizar tres chistes" son fabulosas para entrenar la memoria y desarrollar el ingenio, al tiempo que compartimos un divertido rato en familia (¡con todos los beneficios que esto implica!).
Y también hay cabida en verano para que los niños disfruten del arte y la cultura, conozcan nuestros paisajes, nuestra geografía y los pueblos que nos rodean. ¡Cuántas grandes lecciones pueden aprender "visitando un museo o una exposición" o planeando una excursión a una ciudad o un pueblo que no conozcan.
Podríamos seguir poniendo más ejemplos, y es que realmente estas tareas que a simple vista pueden parecer banales, esconden grandes y magistrales lecciones que los niños no olvidarán.
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