Se acercan días de vacaciones y vamos a viajar con niños a Edimburgo, una de las ciudades más bonitas de Europa, con múltiples atractivos para disfrutar en familia. Aquí nos perderemos en sus jardines, en sus museos, en sus parques, en el castillo… Hace unas semanas que pudimos descubrir esta gran ciudad con las peques y os vamos a contar los lugares imprescindibles.
Edimburgo es una ciudad de la que los niños volverán encantados, al igual que nosotros, cómo no. Probablemente cansados de tanto ajetreo (nadie dijo que viajar con niños fuera fácil) pero satisfechos de habernos aproximado a la capital de Escocia, disfrutando de su gastronomía, de su cultura, de sus paisajes.
El Museo Nacional de Escocia
Empezamos con un recorrido por el National Museum of Scotland que nos llevará a la historia y la tradición escocesas, pero también nos aproximará a la geología, a la biología, a la música y a otras manifestaciones culturales de todo el mundo.
En el Museo Nacional de Escocia los niños podrán disfrazarse de nobles escoceses, desenterrarán huesos de dinosaurio, tendrán que adivinar a qué animales corresponden los sonidos o el tacto de la piel, podrán fotografiarse con una máscara veneciana o junto a sus animales favoritos, harán girar un gran globo terráqueo, contemplarán a la mismísima oveja Dolly, verán en funcionamiento el reloj más sorprendente del mundo…
Se trata de un museo en el que perfectamente podríamos pasar un día entero, ya que se estructura en varias plantas y en dos edificios contiguos con muchísimos temas por descubrir. La entrada al gran hall impresiona, con sus sarcófagos, sus enormes lentes de faros... es solo el aperitivo.
Nosotros cuando abrieron las puertas empezamos por la planta alta y seguimos el recorrido descendente, lo cual tiene la ventaja de que, si vamos a primera hora, nos encontraremos con las primeras salas para nosotros solos (y no es una ventaja pequeñas si tenemos en cuenta que es uno de los museos más concurridos de la ciudad).
El Museo tiene seis plantas con una inmensa colección que nos aproximan a la historia, personas, geología, fauna, flora y la cultura de Escocia. Está en el centro de la ciudad, en la Old Town, en Chambers Street. Encontramos obras de arte, joyas, armas, minerales, animales disecados, montajes audiovisuales, esculturas, trajes, maquinaria, máscaras, instrumentos musicales, robots... Nos encantó el gran reloj Millenium Clock Tower, un reloj animado que cada hora ofrece un espectáculo a los visitantes.
Después de haber paseado por sus salas, no hemos de abandonar el Museo Nacional de Escocia sin asomarnos al aire libre en su terraza de la planta séptima y obtener una excelente panorámica de Edimburgo, con el castillo, Calton Hill… Un momento para esparcirnos al aire libre y sacar unas fotos para el recuerdo.
Sin duda es un Museo pensado para los niños (por otro lado, algo común en los museos en estos lares), en los que no sirve lo “encorsetado" y en el que, a pesar de contener objetos de valor tras las pertinentes vitrinas, la mayoría del contenido está pensado para interactuar, para que experimenten, toquen, huelan, aprieten botones y hagan girar ruedas…
Enseguida comprendemos por qué este gran museo se ha convertido en el segundo más visitado del Reino Unido (después del British Museum en Londres) y es que en sus seis plantas y en los dos edificios contiguos nos podemos perder investigando y aprendiendo sobre la historia escocesa y del mundo.
La visita al Museo Nacional de Escocia es gratuita (como la mayoría de museos en la ciudad, lo cual es fantástico para nuestros bolsillos) y está en el centro de Edimburgo, por lo que no tenemos excusa para conocerlo en familia y pasar unas horas sin parar de aprender y divertirse.
Edimburgo con niños: El Jardín botánico
Ahora nos trasladamos a cielo abierto. En Edimburgo hay un espacio natural al aire libre que nos muestra la botánica propia de Escocia, que nos traslada a la lejana China, a las Américas… y nos ofrece unas vistas estupendas de la ciudad. En nuestro viaje a Edimburgo con niños visitamos el Jardín Botánico.
Los Royal Botanic Gardens son un referente a nivel mundial de la botánica y contienen la mayor colección de plantas de origen chino fuera del país asiático. Miles de especies diferentes que adquieren su mayor esplendor en primavera, pero que son interesantes en cualquier época del año.
Se trata de otra de las visitas gratis que podemos hacer en Edimburgo, muy recomendable si viajamos en familia, ya que nos da la oportunidad de esparcirnos en un entorno natural fascinante, alrededor de 30 hectáreas al aire libre en las que la cámara de fotos no deja de funcionar. Arces, robles, cerezos, sequoyas, setos, hayas centenarias…
A los niños les encanta perderse en el Jardín de la reina o en el mundialmente famoso “Rock Garden" o Jardín de las Rocas, que nos atrae con sus escalinatas, sus cascadas, sus puentes y, cómo no, sus plantas. También descubrimos lugares interesantes, como el invernadero “Palm House" o el rincón en el que hacer sonar un arpa acariciada por el viento.
En los Jardines podemos guiarnos gracias a los paneles informativos, a las distintas señalizaciones o podemos adquirir un plano del lugar. Yo os recomiendo dejaros llevar por alguno de los caminos, avanzando y retrocediendo, descansando en el césped, hacer un pícnic para reponer fuerzas o tomar algo en alguno de sus bares. La verdad es que es un lugar para pasar toda una mañana o toda una tarde, si el tiempo acompaña.
Además, se trata de un edén con vistas, ya que desde distintos puntos obtenemos una panorámica excelente de la ciudad, que seguiremos recorriendo con los niños.
La visita al Jardín Botánico de Edimburgo es gratuita y para llegar a este espacio desde el centro de la ciudad lo más recomendable es coger un autobús que nos acerca en pocos minutos (líneas urbanas 8, 23 o 27). Una excursión que no defraudará a pequeños ni a mayores y de la que tendremos un magnífico recuerdo.
Edimburgo con niños: el Museo de la infancia
Pensábamos que teníamos demasiados muñecos y juguetes en casa, pero no hay nada que pueda superar el contenido de este museo. Si vamos a Edimburgo con niños nos encantará la visita al Museo de la infancia, Museum of Childhood, un paraíso para los pequeños.
Un museo muy especial en el que se exponen miles de juegos y juguetes, junto a ingenios mecánicos artículos de broma que nos sorprenden. Un espacio dedicado a la infancia que recorre distintas épocas para que sepamos cómo eran los muñecos con los que jugaban nuestros abuelos o viajar en el espacio para conocer cómo se entretienen los niños de otras culturas.
El Museo ocupa tres plantas y cinco galerías en las que pasar por distintas épocas y tipos de juguetes. La colección incluye ositos de peluche y muñecas del siglo XVIII, marionetas, soldaditos de juguete, menos gigantes, libros de texto antiguos, rudimentarios vehículos a pedales, una casa de muñecas con 21 habitaciones y más de 2.000 objetos en su interior...
Mucho antes de que llegaran los videojuegos, existían mil maneras de divertirse y lo bueno es que la mayoría de ellas siguen haciendo felices a muchos niños en el mundo.
Pero no pensemos que solo encontraremos vitrinas con objetos fuera de nuestro alcance. Muchos de estos juguetes y muñecos se pueden tocar, podemos hacerlos funcionar, incluso hay una sala preparada para que los niños se entretengan un rato con juegos de bloques, de ingenio, muñecos... No querrán salir de allí.
También podrán hacerse fotos en escenarios de cuento o junto a muñecas que la superan en tamaño, o dirigir un espectáculo de títeres y marionetas, inventando sus historias, hacer funcionar máquinas de música, vestirse como muñecas de época... Lo difícil será salir de allí sin "picar" algo en la tienda de recuerdos.
La entrada al Museo de la infancia de Edimburgo es gratis y el edificio se encuentra en una ubicación muy céntrica, en plena Royal Mile (42 High Street). Abre de lunes a sábado de 10:00 a 17:00 horas y domingos de 12:00 a 17:00 horas. Ocupa dos edificios contiguos construidos en el siglo XVIII.
El viaje a Edimburgo con niños ofrece muchas posibilidades y sin duda la visita al Museo de la infancia les va a encantar. No hay nada como acercarse a esos objetos casi mágicos que hacen volar su imaginación, los juguetes. ¡Nos costará arrancarlos de este museo, pero tenemos que seguir recorriendo la ciudad!
Museo on the Mound, el lugar donde ver un millón de libras
¿Cómo eran las primeras monedas? ¿Cuánto ocupa un millón de libras? ¿Cómo acuñar nuestra propia moneda? ¿Cómo es el billete más antiguo de Escocia? ¿Podría nuestra cara estampar un billete? Con todas estas preguntas es imposible que los niños no se animen a visitar este museo tan especial. El Museum on the Mound en Edimburgo es una visita genial con los niños y allá que nos fuimos en nuestro reciente viaje a la capital escocesa.
Los pequeños disfrutan en este museo pensado para ellos, en el fabuloso edificio del Banco de Escocia, donde también los adultos tenemos mucho por descubrir. Hoy en nuestra guía de viaje a Edimburgo con niños hacemos un recorrido por el Museum on the Mound , lleno de retos para los más pequeños, con muchas curiosidades y sorpresas.
Empecemos por aclarar que su nombre se traduce como "Museo en el montículo", y es debido a que está construido en el famoso "mound" o montículo que se hizo artificialmente para unir la parte alta y la baja de Edimburgo. Allí, en el edificio del Banco de Escocia, en una situación muy céntrica, tenemos muy fácil acercarnos a verlo.
Estas son algunas de las paradas más interesantes en nuestra visita al Museo, que nos acerca a la historia del dinero desde varias perspectivas: arte y diseño, tecnología, delincuencia, comercio, seguridad...
Podemos ver la evolución de la ciudad de Edimburgo desde 1600 para observar sus cambios en mapas interactivos.
Los niños tienen que construir la maqueta del edificio del Banco de Escocia. Además, han de hacerlo contrarreloj, ¿serán más rápidos que nosotros?
Podemos ver un millón de libras, tras una vitrina y, eso sí, fuera de circulación, para ahuyentar a los cacos...
¿Serán capaces los niños de descubrir la combinación de una caja fuerte para ver qué esconde? Lo podemos probar también.
Los peques podrán imprimir su propio seguro de vida (y recogerlo a la salida), escribiendo su nombre, oficio, planes de viaje, estado de salud... Por supuesto, inventándose algunas cosillas...
Cuando estuvimos, una actividad especial permitió que las niñas acuñaran su propia moneda de plata, con ayuda de una monitora.
También podremos hacernos un divertido "photocall" con nuestros rostros como protagonistas de unos billetes gigantes.
A la entrada les entregan a los peques un divertido libro de actividades en el que tendrán que ayudar a "Penny", una simpática moneda. Un estupendo recuerdo para colorear, dibujar, completar pasatiempos...
En fin, si vais en familia la visita con niños al Museum on the Mound en Edimburgo no os defraudará. Además, la entrada es gratuita. Os invitamos ahora a continuar con más propuestas divertidas para vuestro viaje a Edimburgo con niños en la segunda parte de nuestra guía de este viaje con peques.
Fotos | Eva Paris
En Diario del viajero | Diez cosas gratis que hacer en Edimburgo
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