Se encuentra en el Hakone Open-Air Museum, en Japón y ha sido realizado por la artista Toshiko Horiuchi. Realizado con el asesoramiento de arquitectos, para resultar seguro y accesible para los niños, es un a verdadera preciosidad y parece divertidísimo. Se trata, en realidad, de una escultura escalable interactiva hecha de ganchillo. Y me encanta.
Toshiko Horiuchi es una artista japonesa que, desde 1966 lleva desarrollando su carrera en el mundo del arte textil. En 1979 hizo su primera escultura de juego en ganchillo para niños, que se colocó en Okinawa, y desde entonces, ha realizado numerosas esculturas interactivas para niños, razón por la que es más conocida que por otras facetas de su obra artística.
Sus esculturas de ganchillo, de colores brillantes y contrastados, están pensadas para ser escaladas y estimular todos los sentidos. Lo más curioso es que la propia artista cuenta que la idea no se le ocurrió a ella, sino que, en una exposición, dos niños empezaron a escalar una de sus obras expuestas y ella, simplemente, desarrolló el concepto. ¿A que son maravillosas estas esculturas escalables de ganchillo?
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