Por qué en Japón los niños duermen hasta los 6 años con los padres y se hacen independientes por el día

Por qué en Japón los niños duermen hasta los 6 años con los padres y se hacen independientes por el día
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Hace unos meses hablamos del colecho, del acto de dormir junto a los niños, en los países asiáticos, concretamente en China, donde no saben qué es la muerte súbita.

Para saber más acerca de esta práctica, muy habitual en todo el mundo a lo largo de la historia (mucho más habitual que la moda actual de dormir separados de ellos), hablamos hoy de un país, de una cultura, donde nunca han dejado de hacerlo: por qué en Japón los niños duermen hasta los 6 años o más con los padres y por qué los niños se hacen independientes de día.

Por qué en Japón duermen con los niños

Bien, la verdad es que debería ser al revés. Deberían ser los japoneses los que nos preguntaran a nosotros por qué dormimos sin los niños. Ellos hacen lo que han hecho toda la historia. Nosotros siempre habíamos dormido así, pero en un momento de la historia decidimos separarnos de ellos, de los niños, cambiando así la estrategia, con la intención de ayudar a nuestros hijos a ser más independientes.

Así que la respuesta es muy fácil: los japoneses duermen con sus hijos por costumbre, porque lo han hecho siempre y nunca han pensado que separarse sería mejor para nadie. De hecho, si les preguntas sobre ello lo tienen muy claro: "los niños deben dormir con los padres mientras quieran". Y es que la mayoría duerme hasta aproximadamente los 6 años con ellos, a veces más, a veces menos, que es la edad en que la mayoría de niños prefiere irse a dormir a sus propias habitaciones. Es decir, son los niños los que se marchan.

Pero... los japoneses tampoco es que sean muy cariñosos, ¿no?

Si alguien conoce un poco la cultura japonesa sabrá que, por lo general, no son demasiado dados a dar muestras de cariño, a abrazarse, a tocarse, como sí lo hacemos nosotros. Son más fríos en general que nosotros y con los niños pasa algo parecido. Mientras son bebés sí que los llevan en brazos e incluso los portean, pero cuando ya caminan el contacto empieza a evitarse. Una manera de recuperar el contacto, las caricias y las muestras de afecto que no se han dado por el día es dormir juntos por la noche.

Sería algo así como nosotros, pero a la inversa. Los occidentales tratan de evitar el contacto con el bebé por la noche pero lo compensan por el día, pues somos más de achuchar, abrazar y besar a nuestros hijos, mientras ellos de día lo evitan y lo promueven por la noche.

Viéndolo así parece que estamos ante un empate técnico. El problema es que los occidentales llevamos décadas evitando también el contacto por el día (yo lo defino como un "nos estamos volviendo gilip..."): "ponlo en el cochecito", "no le cojas en brazos", "déjale llorar", "que aprenda que no puede tenerlo todo en la vida", "que se duerma en la cuna y no contigo", etc. Al menos lo hacemos así mientras son bebés, luego cuando son más mayores sí somos más cercanos (por suerte).

¿Y cómo consiguen que sus hijos sean independientes?

Aquí nos llevan años diciendo que nuestros hijos tienen que dormir solos, aunque pasen miedo, aunque lo lleven mal, aunque lloren un poco, porque así se hacen más independientes (muy útil, teniendo en cuenta que luego no se van de casa hasta pasada la treintena). En Japón no lo hacen así, porque hacen que sus hijos sean independientes en el día a día, cuando están despiertos (que parece que tiene bastante más sentido).

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Allí, en lo que respecta a lograr que sus hijos sean autónomos nos llevan siglos de ventaja: el biberón se utiliza hasta lo seis meses y después es ya difícil ver a un bebé con uno, antes de cumplir el año, que es el momento en que empiezan a compartir la mesa y la comida familiar, tienen que haber aprendido a comer solos (unos lo harán mejor y otros peor, pero tienen que ser capaces de comer por sí mismos), se fomenta la propia higiene personal desde que ya caminan, les permiten tomar las decisiones que les atañen y son responsables enseguida de sus propios actos.

Vamos, que sin duda, los niños japoneses son mucho más autónomos e independientes que los nuestros, y lo son además antes que los nuestros.

¿Y qué es mejor?

No sé. Esto no es una competición, ¿no? Pero si me preguntáis qué es mejor, os diría que lo mejor sería poder meter en una batidora ambas culturas y esperar que el resultado fuera el siguiente:

Una cultura en la que los padres fueran cariñosos, empáticos y respetuosos con los niños por el día y también por la noche. Que les permitiera dormir con los padres hasta que ellos quisieran (esto también es ser independiente, pues es el niño el que toma la decisión de, cuando está preparado, irse a dormir solo) y que fomentara la autonomía en los momentos en que los niños pueden de verdad aprender a ser autónomos (porque de noche, con los ojos cerrados y la boca bien abierta ya me dirás). Con esto quiero decir que estaría bien algo que se aproximara un poco al modelo japonés, con ciertas licencias. Igual habría que buscar el término medio, que allí les quitan el biberón a los 6 meses y aquí hay niños que toman biberón con 6 años... que allí se tienen que lavar y vestir solos (o al menos intentarlo) y aquí si no les lavamos nada, y si no les vestimos no se visten: ¿niños de 5 años vestidos por sus madres? Por supuesto, en todas partes.

No tiene sentido que se imponga la idea de que los niños tienen que dormir solos y luego les veamos con 2 años que no saben ni coger una cuchara porque les dan los padres para que no se manchen, o los ejemplos que os he explicado (padres mayordomos, en resumen), así que quizás deberíamos ser más flexibles por las noches y menos flexibles por el día, para irles dejando margen a que ellos mismos hagan las cosas.

Yo no quiero vivir como los japoneses porque no siento la vida y las relaciones de esa manera. Aquí somos mucho más cercanos con los demás. Pero en lo que a los niños respecta, sí tenemos mucho que aprender de ellos.

Mas información | Artículo "Dormir en forma de río", de Gisele Fernández Lázaro, en la revista Lactando nº3, Natural Child, Babble
Fotos | iStock
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