La obesidad, según alerta la OMS, es un problema a nivel mundial, cada vez más grave. En España, existe una tasa muy alta de adultos obesos y en el caso de la obesidad infantil las cifras nos sitúan a la cabeza de Europa.
Junto a los condicionantes genéticos y hereditarios no modificables, los factores ambientales tienen una gran importancia en el desarrollo de la obesidad, nuestros hábitos y costumbres, nuestra cultura, la forma de vivir o disfrutar del tiempo libre… tienen mucho que decir en cuanto al peso corporal.
¿Qué podemos hacer para mantener a raya la obesidad en lo referido a la nutrición? Hemos hablado en múltiples ocasiones de ello, pero hoy queremos traer las recomendaciones sobre una alimentación saludable que se publicaron con motivo del día de la persona obesa que llevan por título “Tu salud está en el plato” y son de gran ayuda para evitar el exceso de peso.
- Controla el tamaño de las raciones: es mejor que prime la variedad frente a la cantidad.
- Evita el consumo habitual de alimentos muy energéticos o ricos en grasas saturadas.
- Reparte la comida a lo largo del día en cinco tomas, realizando ingestas ligeras a media mañana y media tarde, para evitar estar muchas horas con el estómago vacío.
- Limita la comida rápida o “Fast food” o bocadillos hipercalóricos.
- Come despacio, en un lugar adecuado y siempre que se pueda en familia: dedicad un mínimo de 40 minutos a la comida del mediodía.
- Cocina de forma saludable: utiliza el aceite con moderación, limitando fritos y rebozados.
Además, cuando se coma fuera de casa, algo que es más frecuente en vacaciones, intentaremos adecuar nuestras comidas a estas recomendaciones y a una dieta tradicional y equilibrada, como recomienda la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) en su guía “Cuida tu peso fuera de casa“.
Siguiendo las evidencias científicas que permiten establecer recomendaciones para prevenir el aumento de peso (consenso Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética-SEEDO) a la hora de comer fuera de casa debemos vigilar los mismos aspectos que hemos enumerado anteriormente (tamaño de las raciones, densidad energética de los alimentos...).
Además, para los mayores es importante mantener unas pautas de consumo moderado de bebidas fermentadas, y en el caso de los niños de bebidas azucaradas, que pueden aumentar el peso infantil incluso aunque se lleve una dieta equilibrada en lo demás.
En este mismo sentido, no perdamos de vista la cocina mediterránea tradicional (que por desgracia se va abandonando progresivamente), platos con verduras y hortalizas, con bajo contenido en grasas, con pescado blanco o carne magra y ojo a los postres, que aunque nos podamos dar un capricho en general tienen que ser ligeros, preferiblemente con base de fruta.
En definitiva, aunque no sea el único factor implicado en la obesidad, estos consejos sobre nutrición ayudarán a que los pequeños de la casa estén más saludables (al igual que toda la familia) incluso cuando comamos fuera de casa.
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