Hasta el año el principal alimento del bebé es la leche y, a partir de que cumplen seis meses, están preparados para empezar a probar todo tipo de alimentos.
Es el momento de comenzar con la alimentación complementaria, un reto para los pequeños, que tienen que acostumbrarse a todo un mundo nuevo de texturas y sabores y, hasta hace bien poco, un auténtico quebradero de cabeza para los papás por las complicadas y estrictas pautas de introducción de los alimentos que nos daban los pediatras. Ahora la cosa ha cambiado y los bebés pueden comer casi de todo desde que cumplen seis meses. Solo hay unos pocos alimentos prohibidos antes del primer año.
Pescados grandes
Por su contenido en mercurio, en niños menores de tres años hay que evitar el consumo de pez espada o emperador, tiburón, lucio, cazón, tintorera y atún (en niños de 3 a 12 años, limitarlo a 50 gr./semana o 100 gr./2 semanas y no consumir ninguno más de la misma categoría la misma semana). Además, a causa de la presencia de cadmio, los niños de menos de tres años deben evitar el consumo habitual de cabezas de gambas, langostinos y cigalas o el cuerpo de crustáceos parecidos al cangrejo.
Sal
No es adecuada para sus riñones en pleno proceso de maduración. Otro motivo de peso para evitar su consumo es que los niños no necesitan que añadamos aditivos a la comida para encontrarla sabrosa, ya que para ellos el sabor de la patata, la zanahoria o la carne es completamente nuevo. Si lo que queremos es que se acostumbren a identificar los distintos alimentos y conocer el sabor de cada uno, mejor que nada interfiera en ese proceso.
Si le damos potitos, vigilemos que no lleven sal en su composición para los menores de un año y si, a partir de esta edad, queremos añadir un poco a sus comidas (siempre en poca cantidad y cuánto más tarde mejor) que sea yodada. No son recomendables tampoco verduras en vinagre y determinadas conservas, carnes saladas y embutidos, dados de caldo o sopas en polvo. Ojo con los alimentos aparentemente inofensivos que les damos a los bebés, como los fiambres de pollo o pavo. No son un alimento recomendado para ellos, primero porque es carne procesada y segundo porque suelen llevar mucha sal.
En el caso de los alimentos procesados, se considera:
- Alto contenido en sal: 1,25 gr. de sal o 0,5 gr. de sodio por cada 100 gr. de producto
- Bajo contenido en sal: menos de 0,25 grs. de sal o 0,1 de sodio por cada 100 grs. de producto
Espinacas y acelgas como plato único
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria recomienda, por precaución, no dar espinacas ni las acelgas a los bebés antes del primer año de vida. por su contenido en nitratos. En caso de incluir estas verduras antes del año, hay que procurar que el contenido de espinacas y/o acelgas no sea mayor del 20% del contenido total de la ración de comida. Entre 1 y 3 años se recomienda no dar más de una ración de estas verduras al día y evitar su consumo en niños que presenten infecciones gastrointestinales.
Miel
Es peligrosa porque puede provocar botulismo, una enfermedad poco frecuente (en España se dan 110 casos al año), pero que puede ser muy peligrosa. Además, se recomienda no ofrecer hasta al menos los 3 años por ser muy cariogénica.
Frutos secos enteros
Son pequeños, redondos y no se deshacen en la boca, por lo que los frutos secos son uno de los alimentos más proclives a provocar asfixia. Los expertos recomiendan no darlos enteros hasta los 3-5 años y siempre con precaución. Los frutos secos se pueden tomar desde los 6 meses molidos en distintas preparaciones. También cuidado con alimentos sólidos de forma redonda como salchichas o uvas enteras (hay que cortarlos a lo largo) y otros alimentos duros como zanahoria o manzana crudas. Ojo también con las palomitas de maíz, las recomendaciones son las mismas que para los frutos secos.
Alimentos bajos en grasa, desnatados
Los bebés en plena etapa de crecimiento, necesitan grasa (saludable) para crecer. Es conveniente evitar estos alimentos hasta los 3-5 años.
Leche entera y sus derivados
Por el exceso de proteínas y minerales que contienen y que pueden ser perjudiciales para los riñones de un bebé. La leche materna tiene cerca de 1 gr. de proteínas por cada 100 ml. (la de fórmula algo más), mientras que la leche de vaca tiene 3,3 gr. por cada 100 ml. Los bebés no son capaces de digerirla completamente porque sus riñones no son capaces de filtrar todo el exceso de nutrientes que está recibiendo. Además, puede producir anemia porque disminuye la absorción del hierro.
Carne, Pescado y huevo poco hecho
Nunca ofrecer estos alimentos crudos o cocinados a menos de 70º, temperatura en que los microorganismos patógenos son destruidos. Hay que esperar hasta los 3-5 años, lo mismo que los quesos poco curados elaborados con leche cruda, ya que es posible que el proceso térmico o de curación de estos alimentos no haya eliminado el riesgo de presencia de bacterias patógenas como la salmonela, la campilobacteria, la listeria o la Escherichia coli.
Recordar que estas recomendaciones van también para el huevo frito, el huevo pasado por agua y el huevo crudo que podemos encontrar en preparaciones como el merengue o la mayonesa casera. La tortilla francesa o los huevos revueltos pueden tomarlos a partir de que se introduzca el huevo entero, siempre bien cuajados para evitar el riesgo de salmonelosis.
Carne de caza
Los niños menores de 6 años no deberían consumir carne procedente de animales cazados con munición de plomo ni sus derivados porque causa daños neuronales.
Azúcar y alimentos superfluos
El azúcar, bajo cualquiera de sus nombres, es un alimento totalmente innecesario, tanto en la dieta de los niños como en la de los adultos. Es cariogénico, desmineraliza, no aporta nada nutricionalmente, es adictivo y además está asociado directamente con la obesidad infantil. Así que, el objetivo es retrasar su introducción lo más posible y nunca antes del primer año (puede conocer el sabores dulces a través de la fruta). Lo mismo para los alimentos superfluos azucarados como mermeladas, cacao y chocolate, flanes y postres lácteos, galletas o bollería.
Teniendo en cuenta esta lista de alimentos prohibidos durante el primer año de vida, nuestro bebé estará preparado para empezar a probar casi de todo a partir de los seis meses.
En Bebés y más Alimentación complementaria: guía completa, ¿Cuántos días hay que dejar pasar entre un alimento y otro al principio de la alimentación complementaria?