Al igual que nos sucede a los adultos, los niños en vacaciones cambian sus rutinas habituales. Ellos están más relajados, nosotros solemos ser más flexibles con los horarios, y como es normal, estos cambios repercuten también en la alimentación de nuestros peques. Hay niños que suben o bajan de peso en verano.
Según una revisión realizada en Estados Unidos encabezada por la Universidad de Harvard, entre junio y agosto los niños pueden aumentar de peso a un ritmo más rápido durante el verano en comparación con el año escolar, especialmente si ya padecen sobrepeso u obesidad.
La rutina escolar durante el año favorece que los niños tengan horarios y hábitos más ordenados que durante las vacaciones de verano, cuando suelen comer a deshoras y son más proclives al consumo de alimentos procesados y cargados de calorías. Si se descontrolan demasiado los hábitos alimenticios, se incrementa el riesgo de que se produzca un aumento de peso acelerado que propicie la obesidad infantil.
Este año es especialmente preocupante el impacto del aumento de peso, pues al verano le ha precedido el confinamiento por el coronavirus, que agrava la situación. Han sido tres meses en los que se ha reducido la actividad física de forma drástica y se han trastocado por completo las rutinas de los niños.
¿Por qué los niños aumentan de peso en verano?
Son varios los factores que pueden atribuirse a un aumento de peso en los niños durante las vacaciones de verano:
- Disminuye la actividad física que realizan durante el año escolar.
- Fácil acceso a comida rápida: helados, hamburguesas, refrescos, snacks de bolsa, etc.
- Horarios y hábitos desestructurados.
- Aumentan las comidas fuera de casa: menos alimentos caseros.
- Patrones de sueño irregulares.
Hay niños que bajan de peso
Por el contrario, también hay niños que realizan una actividad física muchos más intensa que durante el resto del año, y bajan de peso. Puede que necesiten comer más para compensar el gasto de energía, pero son niños que lo que consumen lo gastan, y al finalizar el verano podemos verlos mucho más estilizados. Suelen ser niños esos niños que pegan el estirón en verano.
También es posible que el calor les haga perder el apetito, o que estén más entretenidos en sus juegos que en comer.
Alimentación sana sin descontrol
Que las rutinas se flexibilicen no es malo, pero cuando hablamos de alimentación debemos tomar ciertas precauciones para cuidar lo que comen nuestros hijos procurando ofrecer alimentos saludables para así evitar variaciones de peso descontrolado.
- Aumentar la hidratación: una correcta hidratación es clave para una alimentación saludable y prevenir los golpes de calor en verano. El agua es la mejor opción para refrescarse.
- Ofrecer frutas de temporada y aumentar el consumo de verduras: aumenta los platos frescos con ensaladas, frutas e incluso legumbres. Las frutas de verano como el melón, la sandía, los melocotones, albaricoques... son muy ricas y frescas. Estos alimentos hidratan y son una fuente importante de vitaminas y minerales muy apetecibles. Las ensaladas pueden ser de pasta, legumbres, frutas...
- Evitar saltarse comidas: es importante respetar los horarios de las comidas, dentro de lo posible, y comer en familia sin distracciones como móviles ni televisión.
- Elige una preparación saludable: la plancha, los hervidos, el vapor, asado e incluso la barbacoa, si se hace con ingredientes saludables, son maneras de cocinar perfectas para esta época, cuando tal vez apetezcan menos los guisos. La carne magra y el pescado cocinados de manera ligera son un buen aporte de proteínas, minerales...
- Snacks saludables: el verano es una época que invita mucho al picoteo, pues los niños están más tiempo en casa. Ofrécele snacks saludables (aquí encontrarás unas cuantas recetas).
- Fomentar la actividad física: la alimentación es importante pero también los es practicar ejercicio. Hay niños que realizan ejercicio en el cole y en el verano en casa pasan muchas horas en el sofá. Nuestro ejemplo es clave para que los niños se muevan. Busca actividades para hacer con tus hijos como montar en bici, dar caminatas, hacer ejercicio en la playa..
La obesidad infantil es preocupante y dado que el verano es un periodo proclive para el aumento de peso, es importante que no descuidemos la alimentación sana en verano y pongamos a disposición alimentos apetecibles y saludables. ¿Tu hijo es de que los que suben o bajan de peso en verano?
Foto | Imagen de StockSnap en Pixabay
En Bebés y más | Guía rápida de la alimentación infantil en verano