Son los alimentos más sanos y sin embargo no aparecen en nuestra dieta tanto como deberían. Aconsejan tomar cinco raciones de fruta y verdura al día, pero ¿realmente nuestros hijos llegan a esa recomendación? Si no es así, aquí os dejamos unos sencillos consejos para que los más pequeños de la casa coman más frutas y verduras.
No solo para el postre. A veces reducimos la fruta al momento de después de la comida o de la cena, pero no olvidemos que es un complemento perfecto para el desayuno, el almuerzo, la merienda... De hecho, un desayuno ideal incluye fruta, pero, si no puedes dársela a primera hora de la mañana (muchos niños no les apetece desayunar mucho o no hay tiempo...) aprovecha la hora del almuerzo para que el bocadillo sea más pequeño e incluya fruta o verdura.
Multifrutas. Hay que aportar variedad, aprovechar el gran surtido de frutas y verduras de temporada y no ofrecerle al niño siempre lo mismo, buscando nuevos sabores y alimentos desconocidos que tal vez le gusten más. También las frutas más exóticas pueden tener cabida de vez en cuando en las comidas. No hay que tener miedo a probar nuevos alimentos, aunque esto para los niños sea difícil muchas veces. Si empezamos de pequeñitos, llevaremos cierta ventaja porque sus preferencias alimentarias se forman entonces. Cuanto más tarde se amplíe el abanico del menú, más reticientes serán a "experimentar".
Haz atractivas las frutas combinándolas en macedonias, preparando batidos, zumos naturales, elaborando pinchitos, cortándolas de formas divertidas... Las verduras también admiten imaginación: cremas, sopas, ensaladas, pinchos, a la plancha... Una buena guarnición de verdura servida de manera original complementa un buen plato.
Una tabla divertida. Podemos ir anotando qué frutas y verduras toma el niño a lo largo del día (o dibujándolas él si ya es mayorcito), de este modo será un reto y tendrá una recompensa al final de la semana si se ha llegado a las cinco raciones la mayoría de días. Por supuesto, intentaremos que esa recompensa sea algo que le haga ilusión al niño (y no tiene por qué ser golosinas, puede haber otros alimentos de premio, o una salida, una película, un cuento...).
Deja que se acerquen a ellas. Los pequeños también pueden contribuir a crear esas macedonias o esos platos especiales con verduras, ayudando en la compra, en la cocina y preparación... También podemos "investigar" sobre las curiosidades de esos alimentos que más les gustan (origen, recetas...) y ver juntos programas de cocina. ¡Muchos querrán convertirse en pequeños chefs y no dejarán los vegetales fuera de la carta!
"Hecho en casa". No todos los hogares tienen posibilidad de tener frutas o verduras plantadas, pero existen huertos urbanos, pequeños huertos en casa o plantas que dan piezas pequeñas, plantas aromáticas para condimentar... Para un niño siempre resultará mucho más divertido comer algo que ha ayudado a crecer.
Sé el mejor ejemplo. Los hábitos alimenticios de nuestros hijos dependen en gran medida de lo que hagamos nosotros, de modo que no hay excusa para no comer más frutas y verdura. De paso, los padres también ganamos en salud. Si incorporamos la fruta a nuestro día a día, será más sencillo que lo hagan ellos, así como que lo sigan haciendo más adelante en su vida.
Es fundamental animar a nuestros hijos a comer más frutas y verduras, estarán más sanos. También las escuelas suelen promocionar este hábito saludable, desde distintos ámbitos se puede contribuir a frenar la obesidad. Pero está claro que en casa empieza todo, así que ¡a poner más frutas y verduras en nuestras vidas!
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