Hoy nos detenemos en nuestro repaso por las hortalizas en la alimentación infantil en la coliflor y el brócoli o brécol, dos verduras que por sus características son aptas para la dieta del bebé a partir de los seis meses.
Tanto la coliflor como el brócoli son de la familia de las Brassicáceas, y por sus propiedades nutricionales beneficiosas, así como por su facilidad de digestión son verduras que pueden formar parte de la alimentación complementaria.
Eso sí, siempre que estas verduras no le produzcan gases que pueden molestar al bebé, pues si notamos que éste tiene flatulencias se podría retrasar su introducción unos meses más. En este sentido, el brócoli es más suave que la coliflor.
Vamos a conocer cuáles son las propiedades nutricionales de estas dos hortalizas, así como su modo de preparación para la alimentación infantil complementaria.
La coliflor en la alimentación infantil
La coliflor es una planta del Grupo Botrytis de las Brassica oleracea en la familia de las Brassicaceae. Otras especies de esta familia son el brócoli, el repollo, el colinabo y las coles de Bruselas.
Como hemos comentado, la coliflor puede producir gases, por lo que en ocasiones conviene retrasar esta verdura en la alimentación del bebé y esperar a que el sistema digestivo esté un poco más maduro si observamos que el bebé se incomoda.
Pero si no le produce gases, la coliflor es un vegetal muy beneficioso para los bebés que están comenzando su alimentación complementaria con sólidos, por su facilidad de digestión cuando se hierve y sus propiedades nutritivas.
No hemos de confundir a coliflor con la col (no tiene la parte central o “flor” blanca, sino que son todo hojas), de la que hablaremos en las verduras a partir de los 12 meses, ya que la col acumula nitratos que pueden ser perjudiciales para el bebé. Pero la coliflor, como el brócoli, son verduras con muy bajo contenido en nitratos.
El principal componente de la coliflor es el agua y es un alimento de escaso aporte calórico ya que presenta un bajo contenido de hidratos de carbono, proteínas y grasas.
Se la considera una buena fuente de fibra dietética, Vitamina B6, ácido fólico, Vitamina B5, así como pequeñas cantidades de otras Vitaminas del grupo B (como la B1, B2 y B3), vitamina C y minerales (sobre todo potasio, calcio y fósforo). No contiene colesterol y tiene propiedades diuréticas.
El brócoli en la alimentación infantil
El brécol, bróculi o brócoli (Brassica oleracea italica), del latín brachium (brazo) es una planta de la familia de las Brasicáceas. Es muy parecido a su pariente cercano, la coliflor, pero es de color verde.
Tiene un alto contenido de vitamina C, vitamina B2, vitamina A, vitamina E y fibra alimentaria soluble. Además suministra cantidades significativas de minerales.
El valor nutricional del brócoli por 100 gramos de producto comestible es el siguiente: proteínas (5’55 gramos), calorías (32 Kc.), lípidos (0’3 g.), glúcidos (4’86 g.), Vitamina A (3500 UI), Vitamina B1 (100 mg.), Vitamina B2 (210 mg.), Vitamina C (118 mg.), Calcio (130 mg.), Fósforo (76 mg.), Hierro (1’3 mg.).
Como la coliflor, puede producir flatulencia, por lo que si observamos que incomoda al bebé se puede retrasar su introducción en las papillas más tarde de los seis meses.
El brócoli presenta una ventaja “práctica” respecto a la coliflor a la hora de cocinarlo, ya que su menor contenido de azufre hace que no desprenda ese olor característico tan fuerte de la coliflor.
Modo de preparación de la coliflor y el brócoli
Al igual que las verduras y hortalizas que ya hemos repasado como la patata, batata, guisantes, judías verdes, calabaza y calabacín, el brócoli y la coliflor se pueden introducir como alimentación complementaria a partir de los seis meses del bebé.
Tal y como lo comentamos cuando hablamos de la cebolla y el puerro, habremos de ver cómo reacciona el bebé tanto al brócoli como a la coliflor, pues al igual que los otros dos, provocan gases. Si notamos que al bebé no le incomodan ni las rechaza, podemos continuar dándoselos y eventualmente combinarlos con otras verduras.
Tanto el brócoli como la coliflor pueden ofrecerse al bebé hervidos o cocidos al vapor, pero sin cocerlos demasiado si vamos a darlos en floretes o ramitos, pues podrían deshacerse con apenas tocarlos. Los floretes deben estar lo suficientemente suaves para que pueda morderlos pero ligeramente firmes para que pueda tomar cada ramito con sus manitas.
Si vamos a ofrecerlos en forma de papillas o puré, tampoco habremos de cocerlos excesivamente, pues si lo hacemos se pierden vitaminas y minerales. La mejor forma de conservar sus nutrientes es cocinándolos al vapor. Para las papillas eliminaremos las partes más gruesas y duras del tronco y herviremos exclusivamente las parte de la “flor” y sus ramas pequeñas.
No hay que añadir sal al puré hasta el año de edad, ni otros condimentos, pero sí se podrá añadir una cucharadita de aceite de oliva crudo a la papilla cuando la vaya a tomar el bebé. No es conveniente recalentar el puré de una vez para otra. Lo que no se vaya a consumir es mejor apartarlo antes y guardarlo en la nevera o congelarlo si no va a ser consumido en las próximas 24 horas.
Como hemos comentado al hablar de otros vegetales en la alimentación infantil, podemos ofrecer a los niños el brócoli y la coliflor también de forma creativa o divertida, incorporándolos a recetas de otros platos o guisos como los siguientes:
- Coliflor en sopa cremosa de verduras y calabaza
- Crema de coliflor cremosa y ligera
- Bubble and squeak, receta vegetariana británica
- Pesto de brócoli para pasta
- Crema de brócoli y calabacín
- Albóndigas de brócoli
- Tortitas de coliflor
- Pizza con base de coliflor
Siguiendo todos estos consejos lograremos que verduras tan sanas como la coliflor y el brócoli formen parte de la alimentación infantil desde que se empiezan con los sólidos.
Más verduras en la alimentación infantil
- Verduras en la alimentación infantil: patata y batata
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