
En la crianza, pocas ideas han calado tanto como la creencia de que los niños se "acostumbran" a ciertas cosas hasta el punto de depender de ellas para siempre.
Los padres a menudo escuchan advertencias como "no lo cojas en brazos, que se acostumbra", "no le des el pecho tanto tiempo, que nunca dejará de pedirlo" o "no lo metas en tu cama, que nunca dormirá solo". Sin embargo, el reconocido pediatra Carlos González desmonta esta idea y aclara qué significa realmente acostumbrarse en psicología.
La explicación de Carlos González sobre la costumbre en los niños
Carlos González así lo explica:
"La palabra acostumbrar mucha gente la entiende mal; te dicen 'es que el niño se acostumbrará a los brazos y no caminará nunca', 'se acostumbrará a la teta y no comerá nunca', 'se acostumbrará a dormir en tu cama y no dormirá nunca solo'.
Ah, entonces ¿'se acostumbrará al pañal y no irá nunca al váter'?, ¿'se acostumbrará a ir en el cochecito y no caminará nunca'? Pues la verdad es que no; los niños llevan pañal durante tres años y luego van al váter, los niños van en cochecito durante años y luego caminan."
Según él, no existe el concepto de 'cuando ha repetido una cosa varias veces se acostumbra a ella y ya nunca más en su vida podrá cambiar'. Los niños cambian según crecen. Y ¿por qué los niños cambian? Pues porque crecen; cuando son niños hacen cosas de niños, y cuando son mayores hacen cosas de mayores.
Entonces, tal y cómo lo explica el experto, acostumbrarse en psicología no significa eso, porque no es cierto; los niños no repiten toda su vida las cosas que hicieron varias veces y se acostumbraron a hacer, no es así. Acostumbrarse en psicología quiere decir que la respuesta a un estímulo disminuye cuando el estímulo se repite.
Y Carlos pone un ejemplo: Tú vas por la calle, tiran un petardo y te pegas un susto. Tú vas por la calle el día de la fiesta Nacional, que todo el mundo está tirando petardos, y llega un momento en que ya no te importa; eso es acostumbrarse. Te has acostumbrado a los petardos.
El desarrollo natural de los niños y su crecimiento
Con esta explicación, el pediatra desmonta el mito y deja claro que los niños no se quedan atrapados en hábitos simplemente porque los hayan repetido durante un tiempo. El crecimiento y el desarrollo natural los llevan a cambiar sus conductas conforme evolucionan.
Entender esto es clave para la crianza respetuosa, ya que ayuda a los padres a relajar muchas de sus preocupaciones. Si un bebé necesita brazos, es porque es pequeño; si duerme mejor con sus padres, es porque busca seguridad. Pero todo esto cambia con la madurez, igual que dejan el chupete, aprenden a usar cubiertos o pasan de gatear a caminar.
La importancia de respetar sus ritmos
Entender esto también permite afrontar con más tranquilidad los procesos de desarrollo infantil. Forzar a un niño a ser independiente antes de tiempo puede generarle inseguridad en lugar de fortalecerlo.
Al contrario, respetar su ritmo y sus necesidades ayuda a que adquiera confianza y, llegado el momento, realice esos cambios por sí mismo.
En definitiva: lo importante no es temer que "se acostumbren" a algo, sino acompañarlos en su desarrollo de forma amorosa y respetuosa.
Foto | Portada (Montaje; Carlos González + Freepik)