Nazareth Castellanos, neurocientífica: "La respiración de la madre influye en el corazón de los hijos"

Nazareth Castellanos, neurocientífica: "La respiración de la madre influye en el corazón de los hijos"
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Sabemos que la conexión entre una madre y su hijo va mucho más allá del contacto visual o la voz. Según las investigaciones más recientes, sus corazones también están en sintonía, comunicándose.

La neurocientífica Nazareth Castellanos ha compartido en su instagram un interesante estudio de la Universidad de Nagoya, en Japón, que ha revelado que la respiración materna influye directamente en la dinámica cardíaca del bebé, favoreciendo su desarrollo emocional y fisiológico. El estudio fue publicado en la revista científica Nature.

Tal y como dice Nazareth Castellanos: "la respiración puede ser una forma de comunicación, con los otros pero primero con uno mismo".

El impacto de la respiración en el ritmo cardíaco

Desde hace tiempo, se sabe que el corazón de la madre y el del bebé están interconectados, pero poco se ha estudiado cómo esta relación puede modularse para beneficiar a ambos.

El estudio japonés analizó a 40 madres con bebés de entre 3 y 8 meses para comprobar si la respiración consciente de la madre podía mejorar la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC) del bebé, un indicador del tono vagal, clave para el desarrollo emocional y fisiológico infantil.

Los resultados mostraron que cuando la madre respiraba de manera pausada -unas seis respiraciones por minuto- su VFC aumentaba, lo que también se reflejaba en la del bebé cuando estaba en contacto piel con piel.

En los bebés de 6 a 8 meses, la mejora en la actividad cardíaca se producía de inmediato, mientras que en los más pequeños (3 a 5 meses) el beneficio aparecía con un pequeño retraso tras la sesión de respiración.

Así beneficia el desarrollo del bebé

Este hallazgo es crucial, ya que un tono vagal más elevado en la infancia se asocia con un mejor crecimiento, mayor regulación emocional y una mejor capacidad de adaptación social en el futuro.

En otras palabras, una madre que respira de manera consciente no solo regula su propio estrés, sino que también ayuda a su bebé a desarrollar un sistema nervioso más resiliente.

Por el contrario, el estrés, la ansiedad y la fatiga pueden alterar esta comunicación. Cuando la madre respira de forma agitada, su variabilidad cardíaca disminuye, lo que empobrece la dinámica del corazón del bebé. Esto puede hacer que el niño la perciba como menos presente o conectada emocionalmente.

La respiración como herramienta de conexión

Estos descubrimientos ponen de manifiesto que la respiración no es solo una función biológica, sino una forma de comunicación entre madre e hijo. A través de ella, la madre puede transmitir calma y seguridad, estableciendo una base sólida para el desarrollo emocional del bebé.

Incorporar ejercicios de respiración consciente en la rutina diaria podría ser una estrategia interesante para fortalecer el vínculo entre madre e hijo y fomentar un desarrollo saludable desde los primeros meses de vida.

Y cerramos el artículo con una interesante reflexión de Nazareth Castellanos sobre la imporancia de cuidarse para cuidar a los hijos:

¿Quién cuida de mamá? Para ayudar a nuestros hijos a estar bien, tenemos que estar bien nosotras. Cuidarse no es un acto de egoísmo, es un acto de respeto y amor a todos.

Foto | Portada (Montaje propio; Nazareth Castellanos + Freepik)

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