Cuando hablamos de alimentación infantil, hay diversas dudas y temas que preocupan a los padres. Una de las más comunes es cuando a sus hijos no les gusta comer verduras y se preguntan cómo pueden lograr que les agraden más.
Un estudio reciente concluyó que tener un huerto en el cole y conocer cómo crecen los vegetales puede ayudar a que los niños coman más de ellos. Te compartimos sus resultados, así como algunas ideas para aplicarlo en casa, incluso si no cuentan con mucho espacio.
El estudio
Publicado en la revista International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, el estudio dio seguimiento a 16 escuelas de educación primaria en Texas, Estados Unidos, donde fueron colocados huertos y comenzaron a impartirse clases de jardinería y nutrición.
De acuerdo con los resultados de esta investigación, los estudiantes que participaron en las clases de jardinería, nutrición y cocina comieron, en promedio, media porción más de vegetales por día que antes del programa.
Los investigadores señalan que a pesar de que media porción puede parecer poco, pero este tipo de cambios positivos en su alimentación puede traer beneficios a su salud largo plazo.
Beneficios de tener un huerto en casa
Los resultados del estudio sin duda son positivos, aunque desde luego que ese cambio de alimentación era algo que podía esperarse después de la llegada de los huertos y las clases de jardinería y nutrición.
Y es que como hemos comentado en otras ocasiones, los huertos son una de las herramientas que pueden ayudarnos a aumentar el consumo de vegetales en nuestros hijos, ya que a través de ellos pueden conocer cómo y de dónde provienen sus alimentos (y además, aprender sobre el medio ambiente).
Además, algo que a la mayoría de los niños les encanta, es ensuciarse las manos al hacer jardinería, por lo que montar y cuidar del huerto en casa será una actividad muy divertida para ellos, y una forma genial de hablarles sobre los vegetales.
Quizás algunos piensen que montar un huerto en casa requiere de mucho espacio, pero en realidad en un jardín pequeño o incluso en una terraza de tamaño más o menos normal puede ser un sitio perfecto.
De igual forma, si nuestro principal problema o dificultad es el espacio, la solución puede venir en forma de huerto vertical o mesas para huerto. Incluso un pequeño espacio dentro de la cocina nos puede servir para un par de macetas pequeñas con hierbas como hierbabuena, albahaca o romero.
Lo importante, independientemente del tamaño de nuestro huerto en casa, es que éste sea una forma más de acercar a los niños a las verduras, ayudándoles a que conozcan de dónde vienen y que sepan que ellos también pueden ayudarlo a crecer.
En el caso de los más pequeñitos de casa, si consideramos que aún ni tienen edad suficiente (¡por que todo se llevan a la boca!) pero nos gustaría proporcionarles un acercamiento similar, podemos optar por un huerto hecho de fieltro, que le ayudará a familiarizarse con los vegetales.
Foto | iStock
Vía | EurekAlert
En Bebés y más | Monitores de comedor escolar aprenden a hacer compost con los restos orgánicos de los menús de los alumnos