Cuando una pareja espera un bebé es habitual que acuda a una tienda de puericultura a comprar todo lo que va a necesitar para el bebé y, aunque muchas cosas son prescindibles, se suele acabar comprando algo para que duerma el bebé. Con la diferencia de costumbres, el paso del tiempo y el cambio de tamaño de las habitaciones, que en ocasiones condiciona la elección, los padres pueden elegir entre moisés, minicuna, cuna e incluso cuna colecho.
Imaginad a unos padres ahí, ante la dependienta, teniendo que escoger entre tantas opciones. Pues para echar una mano a quien pueda tener esta duda, basada en la experiencia de los que ya habéis pasado por ello, os preguntamos esta semana:
¿Qué recomendáis: moisés, cuna colecho o cuna para el bebé?
La semana pasada os preguntamos: Regalos de fin de curso para los profesores de tus hijos, ¿si o no? para ver qué nos decíais al respecto.
sif nos dijo lo siguiente:
Yo recuerdo que cuando era niña, en tercero de EGB, teníamos una profesora joven que nos quería y nos cuidaba de una forma tan especial, que daba gusto ir al colegio. Recuerdo que los propios niños hicimos una hucha para hacerle un detalle, pero los alumnos, con los duros de las gominolas del domingo. Yo no me veo llevándole una caja de bombones al profesor de mi hijo en agradecimiento a todo los conocimientos que le ha trasmitido ni toda la paciencia que ha tenido.
merak, por su parte, nos dijo esto:
Hola,
yo tampoco tengo niños aún, pero he trabajado un par de años como ayudante de profesora de español en Alemania.
Aquí la cultura de agradecimiento al profesor está muy arraigada, pero también existe una deferencia de los profes a los alumnos: cada profesor da las gracias después de cada clase. Por mi posición de ayudante, he podido ser mucho más cercana con ellos, contarles mis cosas y escuchar las suyas (interesantísimo lo que se cuece en las mentes de los chavales de quince años) y en general me llevo genial con todos ellos.
El año pasado, cuando me despedí de mis institutos, los alumnos se volcaron conmigo. Todas las clases me regalaron una foto firmada, algunas clases incluso me hicieron álbumes enteros, libros de recetas con fotos y dibujos hechos por ellos. Doscientas tarjetas dándome las gracias, cartas preciosas en español y en alemán diciéndome lo bien que se lo habían pasado conmigo y lo mucho que me iban a echar de menos. Unos me regalaron un cacao de labios y pegatinas y una botellita de salsa Maggi :) (muy típica en esta zona de Alemania) y en mi último día me hicieron bizcochos y tartas y desayunamos juntos (y me prometieron que las habían hecho ellos, no sus madres). Los mayores me regalaron chocolate.
Ah, el año pasado compré una postal de Valencia -mi ciudad de origen- para todos y cada uno de mis 248 alumnos. Firmé y dediqué personalmente cada una a todos ellos. Además, a algunas clases les llevé tortilla de patata y a todos les llevé Schoko-Bons para despedirme. Y a los cinco mejores de la clase de los mayores les compré un libro. Digamos que me gasté un 25% de mi sueldo de un mes, pero valió totalmente la pena y lo volvería a hacer. Los quise como si fueran mis hijos, me encariñé muchísimo con ellos, me aprendí casi todos los nombres y puedo contar historias de muchos de ellos. Este año los he visitado algunas veces y siempre me reciben con una sonrisa.
Este año una mujer adulta a la que le enseñaba inglés me regaló bombones en mi último día. Yo también le regalé chocolate a ella. Fue un reconocimiento mutuo de lo mucho que habíamos disfrutado juntas.
Así que... ¿a favor o en contra? Si nace de los críos, estupendo. A fin de cuentas, no es un trabajo cualquiera; se establece un vínculo importante con ellos si lo haces bien. A mí a veces me hacen un gesto para contarme confidencias y enseñarme las fotos de sus novietes :). Todo eso cuenta. Y si me preguntan a mí, prefiero algo hecho por ellos a algo comprado. Guardo con un cariño inmenso todas las cosas chulas que me han hecho y cuando estoy triste las miro y recuerdo que no lo hice todo mal. Este es un trabajo que, sobre todo en España, está mal pagado y peor respetado. En Alemania sí se respeta un poco más. Pero qué le vamos a hacer, es uno de los trabajos más bonitos del mundo y vale muchísimo la pena.
Y ya corto el rollo, que he escrito medio Génesis aquí.
Ahora la nueva pregunta para esta semana ya está disponible y recordad que tenéis una semana para responderla. Hacedlo por favor en la sección de “Respuestas" y no respondiendo a esta entrada. Ya sé que me repito, pero es que si respondéis aquí no las podremos tener en cuenta para la semana que viene.
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En Bebés y más | La pregunta de la semana