Ha llegado la hora de hacer el cambio de habitación del pequeño. Ya sea por que no tenemos suficiente espacio en casa, o por aprovechar los beneficios que trae para los niños, hemos decidido que debe compartir habitación con su hermano.
Aunque en principio parece tarea fácil, es conveniente prepararlo con mucha antelación para que este sea un momento de felicidad para los dos -especialmente para el mayor, por lo que implica para él-, y no todo lo contrario. Aquí os damos las claves para lograrlo.
1. Empieza a preparar el terreno desde que nace el bebé
Cuando nuestra hija menor nació, empezamos a acostarla al lado de su hermana un ratito en las mañanas. En pocos días se convirtió en uno de sus momentos favoritos (la mayor lo decía constantemente y la pequeña no dejaba de mirar a su hermana con los ojos más abiertos que en cualquier otro momento del día). Cuando vimos lo mucho que les gustaba, empezamos a hablarles del momento en el que las dos compartirían habitación, siempre con un tono alegre y positivo.
2. Pasa tiempo con los dos en su habitación
Independientemente de la diferencia de edad entre los hermanos (en nuestro caso, tres años y medio), es fundamental ayudar a crear lazos entre ellos y una de las mejores forma es a través del juego. Nosotros poníamos la hamaca de la menor en la habitación y nos sentábamos a hacer puzzles o legos con la mayor, y de esa forma se fue acostumbrando poco a poco a que ella estuviese en el espacio que hasta hace poco era solo suyo.
A medida que pasaba el tiempo, la menor se fue integrando con el juego de la mayor (a veces con algunos conflictos, cuestión que tarde o temprano debemos aprender a gestionar), pero notando cada vez más que disfrutaban el tiempo juntas.
3. Elegid los nuevos muebles como un equipo
Normalmente cuando tienes que reorganizar la habitación para que lo ocupen dos niños, necesitas mobiliario nuevo. Nosotros elegimos litera porque era la opción con la que no quitábamos espacio de juego, así que visitamos las tiendas en familia y decidimos entre todos cuál era la que más nos gustaba y se acomodaba a lo que necesitábamos.
4. Pide ideas al hermano mayor para decorar la habitación
Es importante organizar el espacio para que los dos estén cómodos y para que el mayor no sienta que hemos invadido su espacio con cosas del menor. En nuestro caso pusimos una estantería para los juguetes y otra para los libros: en las baldas más bajas dejamos lo de la pequeña, y en las de arriba, las cosas de la mayor. Decorarlo todo también debe ser visto como una actividad divertida y de "trabajo en equipo", en el que el mayor debe tener un papel protagonista.
5. Haz de la habitación un refugio apto para los dos
La habitación debe ser ese refugio en el que los niños puedan estar tranquilamente disfrutando de sus juguetes, independientemente de sus edades. Es necesario pensar cómo encajar de la mejor manera la organización para que tanto el mayor como el menor tengan sus cosas a mano, estén cómodos y puedan tener su propio espacio para cuando lo necesiten.
6. Si tú también compartiste habitación con tus hermanos, cuéntales sobre las cosas que hacíais juntos
A los niños les encanta oír historias de papá y de mamá con las que poder sentirse identificados y esta es una de ellas. Yo compartí la habitación con mi hermana hasta que fuimos adolescentes, así que tengo muchas historias e ideas de juegos que nos inventábamos cuando éramos pequeñas y que a mi hija le encanta oír (la pequeña aún no se interesa mucho por ellas).
Esto es algo que nos ha servido para que la mayor se muestre entusiasmada por todo lo que puede vivir al compartir en la misma habitación con su hermanita.
7. ¡Celebrad el gran día!
Cuando llegue el gran momento de dejar la cuna y pasar a la habitación de las niñas mayores, celebradlo. Podéis hacer un desayuno especial a la mañana siguiente o una foto bonita para imprimirla y ponerla en algún sitio de la nueva habitación, ¡seguro que les encantará verse juntas cada vez que la miren!