Con la llegada de la primavera llega también el cambio al horario de verano. Así, en la madrugada del sábado 27 de marzo al domingo 28 tendremos que adelantar nuestros relojes y a las 02:00 horas serán las 03:00, ganando una hora más de luz al día.
Este año, los niños vivirán el cambio de hora en plenas vacaciones de Semana Santa, y dado que en vacaciones tendemos a relajar y flexibilizar las rutinas, es posible que afecte en menor medida a sus biorritmos. En cualquier caso, te damos algunos tips para sobrellevar este cambio que, previsiblemente será el último que hagan los países de la Unión Europea antes de decidir con qué horario se quedan definitivamente.
Así el cambio de hora a los niños y así podemos ayudarlos
Cambiar al horario de verano supone dormir una hora menos y tener una hora más de luz. Aunque para la mayoría de los adultos este cambio tan solo provoca una ligera desorientación el primer día, en el caso de los niños no ocurre igual, y desde la Asociación Española de Pediatría (AEP) nos recuerda que su reloj biológico puede tardar en ajustarse varios días e, incluso una semana.
Para minimizar en la medida de lo posible el impacto que provoca en los biorritmos el cambio de hora, podemos intentar ayudar con rutinas relajantes previas a acostarse, como un baño templado, una cena ligera y un cuento de buenas noches.
También es aconsejable bajar del todo las persianas para evitar que pase claridad a la habitación que impida conciliar el sueño, así como explicarles los motivos del cambio de hora con palabras acordes a su nivel de entendimiento. Esto les ayudará a comprender por qué cuando despierten será más de noche que antes, pero las tardes serán más largas.
Recordamos que es importante cumplir con las recomendaciones de sueño según la edad, pues un correcto descanso repercute positivamente en el desarrollo del niño. Así, los pediatras recomiendan que los niños descansen un mínimo de 10 horas diarias, cifra que se eleva hasta las 11 ó 12 horas si hablamos de niños en edad preescolar.
Dado que este año el cambio horario cae en plenas vacaciones escolares de Semana Santa, es posible que la adaptación sea más sencilla, pues en vacaciones tendemos a flexibilizar nuestros horarios y rutinas. Aún así, es importante aprovechar el periodo de descanso escolar para que los niños se vayan adaptando paulatinamente al nuevo horario de verano, de cara a la vuelta a las aulas.
Posiblemente, este será el último cambio horario
La finalidad del cambio de hora, tanto en otoño como en primavera, es la de ajustar las horas de luz natural a la jornada de trabajo, de manera que se permita ahorrar energía. Además, con el fin de unificar las prácticas de todos los países y facilitar la colaboración interna, en los años 80 la Unión Europea decidió unificar los cambios horarios en el continente y en la actualidad son 70 los Estados miembros que ajustan sus relojes en octubre y marzo.
Pero en 2018 la Comisión Europea realizó una consulta comunitaria de carácter histórico para que los ciudadanos europeos decidieran si querían quedarse con un horario único o seguir con los cambios horarios cada año.
En dicha encuesta participaron casi cinco millones de ciudadanos, y ocho de cada diez se mostraron contrarios al cambio de hora. Esto hizo que el Parlamento Europeo aprobara terminar con el cambio de hora en 2021, de manera que debe ser cada país el que decida libremente si se queda con el horario de verano o de invierno.
Para aquellos países que decidan optar por el horario de verano, este será el último cambio horario que hagan. En cambio, para quienes opten por el horario de invierno todavía tendrán que hacer un último cambio en otoño. Por el momento, España aún no ha decidido qué uso horario tendrá.
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