Durante las vacaciones de verano es normal que los niños se muestren apáticos en algún momento y nos manifiesten su aburrimiento. Con tanto tiempo libre por delante, es difícil conseguir que se mantengan ocupados y entretenidos durante todo el día, y el "mamá, papá, ¡me aburro!" suele ser una constante.
Pero si esta apatía persiste durante todo el año y tu hijo no sabe a qué dedicar sus ratos libres, es importante ayudarle a buscar un hobby. Tener una afición es sano y beneficioso para el desarrollo de la persona, aunque no siempre es fácil dar con algo que realmente nos motive.
Te explicamos cómo beneficia a tu hijo tener un hobby o entretenimiento, y cómo podemos ayudarle a descubrir lo que más le gusta.
Los beneficios para los niños de tener un hobby
La lista de hobbies puede ser muy variada y abarcar desde los más comunes (hacer deporte, pintar, leer, coleccionar cromos...), hasta otros más curiosos o específicos.
De entre los muchos beneficios que aporta tener un hobby, los más destacados serían:
- Tener una afición permite desconectar de las rutinas diarias y de las preocupaciones cotidianas.
- Al hacer algo que nos gusta aumenta nuestra sensación de bienestar y felicidad; ayudándonos a combatir la ansiedad y el estrés del día a día.
- Tener un hobby nos permite conectar con nosotros mismos de forma consciente, haciendo especialmente palpable la importancia del autocuidado y de dedicarnos a menudo momentos exclusivos y de calidad.
- Mejora la autoestima, la confianza en nosotros mismos y nuestra autopercepción.
- Los hobbies nos ayudan a superarnos, a esforzarnos, a dar lo mejor de nosotros mismos y a crecer como personas.
- Tener aficiones nos permite desarrollar habilidades generales como la creatividad, la imaginación o la concentración, y otras más específicas que dependerán del tipo de hobby.
- Algunos hobbies potencian el desarrollo social y las relaciones con otras personas (por ejemplo, los deportes en equipo, las clases colectivas...)
Cómo ayudar a nuestros hijos a buscar un hobby
Pero a pesar de sus grandes beneficios, no siempre es fácil encontrar un hobby, pues a menudo nos vemos engullidos por la vorágine del día a día, la falta de motivación y las múltiples obligaciones que nos restan tiempo para hacer lo que realmente nos gusta.
A los niños les sucede lo mismo, y a sus largas jornadas escolares se suma en ocasiones una agenda sobrecargada de extraescolares que no siempre les motivan y un sedentarismo demasiado arraigado que cuesta romper.
Pero los padres podemos (y debemos) ayudarles a descubrir su hobby, pues además de los importantes beneficios que hemos destacado, tener una afición resulta realmente motivador.
Si tu hijo no sabe qué hacer en sus ratos libres, te damos algunas claves que podrían ayudarle a descubrirlo:
1) Analizad juntos sus fortalezas, destrezas y habilidades
En lugar de centrarnos en lo que al niño no se le da bien ("no tiene talento musical", "no dibuja bien", "no es bueno haciendo deporte"...) centrémonos en descubrir sus fortalezas o habilidades.
Las fortalezas no tienen nada que ver con los gustos, pero sí nos pueden orientar y dar pistas sobre aquello que podrían disfrutar haciendo.
- Por ejemplo, si tu hijo es paciente y atento, podríamos animarle a descubrir hobbies como el ajedrez, la alfarería, los puzzles y maquetas, el punto de cruz, pintura en caballete...
2) Pídele que elabore un listado de las cosas que le gusta hacer
Además de ayudar a nuestro hijo a "bucear" dentro de sí mismo, podemos recomendarle elaborar un listado con las cosas que más le gusta hacer y después buscar un nexo de unión con las fortalezas analizadas en el punto anterior.
- Por ejemplo, si a tu hijo le gusta que le leas cuentos y entre sus fortalezas está la creatividad, quizá le apetezca comenzar a escribir sus propios cuentos y relatos, o inclusos asistir a clases de escritura creativa.
3) Informaros sobre cada actividad
Recabar todo tipo de información y preguntar dudas es imprescindible a la hora de encontrar un hobby que nos guste. En este sentido, son muchas las escuelas, academias o centros deportivos que permiten a los niños probar una clase de manera gratuita para saber en qué consiste, o bien asistir como público.
También es recomendable hablar con otros niños que tienen la misma afición, especialmente si llevan tiempo practicándola, pues pueden facilitar detalles interesantes que ayuden a tu hijo a decidirse.
4) Acompaña a tu hijo en los inicios de su hobby
Una vez que tu hijo se haya decantado por una actividad, acompáñale en su descubrimiento y en sus inicios, ya que esto le aportará confianza y seguridad, además de aumentar su motivación e ilusión.
- Por ejemplo, si tu hijo ha decidido que quiere comenzar a hacer teatro, interésate sobre lo que hacen en clase, si están preparando alguna obra teatral, habla con sus profesores, ensayad juntos en casa...
5) No lo presiones
Tener un hobby jamás debería suponer una obligación, pues en ese caso dejaríamos de experimentar los beneficios que mencionábamos al inicio, convirtiendo algo positivo en fuente de estrés, frustración y desgana.
6) Probar y experimentar, pero también aprender a adquirir compromisos
La infancia es una etapa crucial para aprender, explorar y experimentar sin límites. Por eso, es muy positivo que animemos a los niños a probar diferentes actividades hasta descubrir aquella que realmente les motive y defina, y se acabe convirtiendo en "su" hobby.
Ahora bien, también es importante enseñar a nuestros hijos el valor del esfuerzo y lo que supone adquirir un compromiso. En este sentido, cuando un hobby implica a otras personas, es necesario que el niño comprenda que abandonar la actividad al menor contratiempo podría perjudicar a otros.
Esto sucede, por ejemplo, en los deportes de equipo o actividades grupales en los que el niño adquiere un rol/posición dentro del grupo del que dependen otros compañeros.
Otro ejemplo lo encontramos cuando el niño se interesa en una actividad que implica un esfuerzo logístico y económico para su familia (organizar horarios, llevar y traer al niño, pagar una mensualidad...). En este caso, apuntarse y desapuntarse a las clases de forma reiterada supone una falta de respeto, esfuerzo y compromiso.
Por eso es tan recomendable tomarse tiempo en averiguar lo que realmente puede motivar e interesar al niño. Una vez que el niño toma la decisión de explorar un determinado hobby, debemos enseñarle a ser perseverante y a dedicar el tiempo suficiente para descubrirlo y explorarlo en todas sus facetas antes de decidir si es o no para él/ella.