Aunque no cabe duda de que el colegio juega un papel fundamental a la hora de motivar e incentivar el desarrollo de los niños con altas capacidades, también los padres podemos hacer mucho por ellos. De hecho, desde la Asociación Española para Superdotados y con Talento destacan el papel relevante que juega la familia a la hora de entender sus necesidades y peculiaridades, atenderlas y motivarles correctamente.
Si tu hijo tiene altas capacidades o sobredotación intelectual, a continuación te ofrecemos una serie de consejos y actividades que pueden ayudarles.
Los niños con mayor capacidad intelectual son también niños
Lo primero y más importante que debemos tener en cuenta es que a pesar de su alto nivel intelectual, los niños con altas capacidades son también niños, y tienen unas necesidades fisiológicas iguales que las de cualquier otro niño de su misma edad.
Y es que en ocasiones, estamos tan preocupados en estimularles y aportarles actividades interesantes que podemos llegar a exigirles demasiado y pasar por alto las necesidades básicas de la infancia, como el correcto descanso (aunque muchos de estos niños necesitan menos horas de sueño que el resto), el tiempo de juego e incluso tiempo libre para que puedan poner a prueba su imaginación y capacidad para crear.
Respeta sus particularidades
Los niños con altas capacidades no solo cuentan con un potencial intelectual y una capacidad de aprendizaje por encima de la media, sino que además tienen unas características cualitativas y una forma de sentir que requiere de una atención y compresión especiales.
En este sentido, conviene recordar que los niños con altas capacidades se caracterizan por tener una gran sensibilidad, marcada independencia de juicio, gran curiosidad y necesidad de comprender el por qué de las cosas. Esto les podría llevar a cuestionar las órdenes sin razones justificadas, y a preguntar continuamente para saber más. Entender por qué lo hacen es fundamental para evitar caer en etiquetas y poder atenderles correctamente.
Averigua cuáles son sus intereses
Pero aunque los niños con mayor capacidad intelectual suelen compartir unas cualidades comunes, al igual que nos ocurre a todas las personas cada uno tiene sus propios intereses y gustos, por lo que a la hora de motivar a nuestro hijo es fundamental averiguar cuáles son. De esta forma, podremos aportarle ideas y recursos para seguir investigando, disfrutando o 'empapándose' de aquello que le apasiona.
En los casos en los en que no tengamos claro qué es lo que más le gusta a nuestro hijo o cómo estimularle, podemos apoyarnos en sus cualidades y talentos para ofrecerle aquello que más se adapte a sus habilidades. Por eso es fundamental contar con una evaluación psicopedagógica completa que haga referencia al perfil del niño, así como asesoramiento de personal especializado en altas capacidades.
Y es que como explica Alicia Rodríguez, presidenta de la Asociación Española para Superdotados y con Talento (AEST), "A la hora de motivar a un niño de altas capacidades no debemos actuar de igual manera si estamos ante un niño superdotado, ante un talento académico, artístico, creativo, verbal o matemático...".
Abre las puertas a nuevos conocimientos
En cualquier caso, y con el fin de que no cerrar puertas a nuevos conocimientos, los expertos aconsejan también proponerles otro tipo de temas para que descubran más cosas y así puedan ampliar su horizonte de intereses.
Para ello, podría ser necesario visitar con nuestro hijo librerías y bibliotecas, museos, galerías de arte, exposiciones, lugares históricos... así como proponerle participar en clubes o asociaciones.
Los retos y experimentos nunca fallan
Como decíamos más arriba, es común en los niños con altas capacidades su curiosidad, entusiasmo, dinamismo, ganas de aprender y la ilusión y energía con la que afrontan cada nuevo reto. Por eso, una actividad que podemos llevar a cabo los padres para estimularlos es presentarles retos lógicos y experimentos caseros que les animen a investigar, a conocer sus propios límites y que fomenten sus ganas de seguir aprendiendo.
No compares a tu hijo con otros niños
Obviamente, en el caso de los niños con altas capacidades ocurre exactamente lo mismo, y aunque en un momento dado podamos creer que fruto de esa mayor capacidad intelectual quizá entiendan o asuman mejor ciertas situaciones o circunstancias, compararlos o favorecer a otros en su detrimento puede mermar su autoestima, provocar la aparición de celos, resentimiento o rechazo a sus hermanos, amigos o compañeros de juego.
Busca ayuda en profesionales y asociaciones
A la hora de educar y criar a nuestros hijos, los padres siempre lo hacemos lo mejor que podemos, pero cuando hablamos de atender las necesidades específicas de los niños con altas capacidades es necesario informarse correctamente, derribar mitos y prejuicios y apoyarse en profesionales que nos ayuden a entender a nuestro hijo y ofrecerle la debida atención.
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Más información | Asociación Española para Superdotados y con Talento (AEST)
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