Siete cosas que deberías hacer cuando visites a un niño que acaba de convertirse en hermano mayor

Cuando un nuevo bebé llega a la familia, es normal que el hermano mayor se sienta un tanto desplazado. Desde su inocente perspectiva, puede interpretar que el recién nacido ha llegado para quitarle el cariño de sus padres y la atención de quienes les rodean, por lo que es natural que sienta celos.

Los amigos y familiares pueden contribuir con tu actitud y sus gestos a empoderar al nuevo hermano, desterrando comentarios hirientes que mermen su autoestima, y apoyando a los padres a la hora de impulsar su rol de "hermano mayor". Así que, si vas a visitar a un recién nacido y en la familia ya hay otro niño mayor, estas son las cosas que podrías hacer para generar un ambiente positivo.

Llévale un regalo

Esta es la regla número uno a la hora de visitar a un recién nacido que ya tiene un hermano, y aunque puede parecer una obviedad, no todo el mundo cae en ello. Seguro que tienes muchas ganas de comprar algo al recién nacido, y lo has escogido con mucho mimo e ilusión, pero no olvides hacer lo propio con el niño mayor.

En este sentido, piensa en algún pequeño detalle que pueda gustarle o llamarle la atención, y si no te se ocurre nada pregunta a sus padres; seguro que pueden darte algunas ideas para sorprenderle cuando vayas de visita.

Dedícale tiempo en exclusiva

En lógico que tengas muchas ganas de visitar al bebé, de acunarle en tus brazos y hablar largo y tendido con sus padres sobre su carácter, sus parecidos o el trajecito tan bonito que luce. Pero el hermano mayor también estará deseando que le dediquen tiempo en exclusiva, y las visitas pueden hacer mucho en estos casos.

Si los padres quieren y tienes confianza con el niño, una buena idea podría ser llevarle al parque, salir a montar un rato en bici o comprar un helado. Otras opciones sin salir de casa que seguro que le encantan es ver una película juntos, hacer una torre de construcciones o dibujar. ¡Seguro que sus padres agradecerán enormemente tu gesto!

Pídele ayuda y colaboración

El hermano mayor necesita encontrar su nuevo rol dentro de la familia, y aunque seguro que sus padres estarán haciendo lo posible por implicarle en el cuidado del bebé de forma respetuosa y paulatina, tú también puedes hacer mucho cuando vayas de visita.

Por ejemplo, pide al niño su colaboración para cortar la tarta que acabas de traer para merendar, o para recoger los vasos de la bebida que os acabáis de tomar. En función de la confianza que tengas con la familia, ve aumentando ese grado de colaboración.

De esta manera, no solo estarás ayudando con tu gesto a los padres en esos primeros días de caos tras la llegada de un nuevo bebé, sino que estarás otorgando al niño un papel importante dentro de la familia, haciéndole ver que su colaboración y su ayuda son fundamentales.

Pregúntale cómo se siente

Cuando vamos a visitar a un recién nacido todos queremos saber cómo fue el parto, que tal está siendo la recuperación de la madre y "cómo se porta" el nuevo bebé. Pero pocas veces tenemos en cuenta los sentimientos del niño mayor o nos interesamos por su vida.

Así pues, pregúntale abiertamente cómo se siente, qué actividades cotidianas ha hecho en el día de hoy, o si le apetecería compartir contigo alguna anécdota o vivencia; desde lo que ha hecho en el cole, hasta la última película que ha visto en el cine, el nombre de sus amiguitos o su comida favorita.

Demuéstrale que le escuchas, que te interesas por él y que realmente te apetece mucho conocer más detalles de su vida. No permitas que pase desapercibido entre conversaciones que únicamente giran en torno a su hermanito.

Hazte fotos divertidas con él

Los recién nacidos suelen acaparar la atención fotográfica de todas las visitas, y más ahora, que con los móviles con cámara incorporada podemos hacer fotos en cualquier momento y lugar de forma cómoda y rápida. Pero recuerda también fotografiarte con el hermano mayor, aunque en ese momento no sea "la novedad".

Haceros fotos divertidas, mirad a la cámara con caras raras o utilizad esos filtros de moda que tanto gustan a los peques. Las risas estarán aseguradas y el niño mayor se sentirá el centro de atención por un rato.

Recuerda anécdotas de su infancia

Las anécdotas en torno al recién nacido no suelen hacerse esperar, aunque solo tenga días de vida. Su tipo de llanto, el color de sus ojos o la forma en la que llegó al mundo acaparan rápidamente la conversación de las visitas, dejando al niño mayor en un segundo plano.

Una forma de convertirle en el centro de la conversación es recordando junto a él sus primeros meses de vida. Seguro que como amigo o familiar, tienes un sinfín de anécdotas graciosas para rememorar que ayuden al niño a darse cuenta de que él también gozó de todas las atenciones de sus seres queridos como goza ahora su hermanito.

Recalcar sus logros y la ventaja de ser mayor

Y aunque no conviene alabar el exceso al hermano mayor, ni adjudicarle etiquetas exageradas, sí que podemos recalcar el papel tan importan que juega ahora en la familia, pero sin meterle presión ni decirle que "debe ocuparse de su hermanito" (pues eso es responsabilidad de sus padres).

Más bien se trata de alabar sus logros y de recordar junto a él todas las cosas positivas que tiene ser mayor: por ejemplo, saber leer y poder contar cuentos al hermano, ir al colegio para aprender y divertirse con los amigos, disfrutar de una película en el cine, poder montar en bici...

En definitiva, ayudar al niño a darse cuenta (si es que está viviendo un periodo de regresión) de todos los aspectos positivos y divertidos que tiene ser grande.

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