Como madre de un niño APLV se lo difícil, aterrador y frustrante que resulta en muchas ocasiones poner un pie fuera de casa cuando hay alergias alimentarias. Pero también creo que es importante familiarizarse lo antes posible con la alergia, aprender a convivir con ella y que esta condición de salud no nos impida disfrutar del día a día.
A estas alturas del año muchos estamos planificando ya nuestras vacaciones de verano, pero cuando hay alergias alimentarias esta planificación debe ser meticulosa y tener en cuenta varios factores, especialmente si vamos a salir fuera de nuestro país.
Gastronomía del destino elegido
Si vamos a viajar fuera de nuestras fronteras con una alergia alimentaria, es importante tener en cuenta el destino elegido en función de la alergia que tenga nuestro hijo, porque podríamos encontrarnos con lugares poco apropiados.
Mi consejo es que si no conoceis el país al que queréis viajar, os sumerjais previamente en su cultura y su gastronomía, averiguando cuáles son sus platos típicos y qué ingredientes suelen utilizar habitualmente en sus recetas.
Si el alimento al que tu peque es alérgico es el gran protagonista de la gastronomía de ese país, quizá sea mejor buscar otra alternativa o, en su defecto, tenerlo muy en cuenta para extremar las medidas de precaución.
Medio de transporte
Una vez hayamos seleccionado nuestro destino vacacional, tendremos que elegir el medio de transporte más adecuado para llegar: vehículo particular, tren, avión o barco. Son varias las opciones que tenemos, pero si optamos por dejar el coche en casa es importante que nos pongamos en contacto con la compañía de transportes y nos informemos sobre su política de alergias.
En algunas ocasiones, esta información es visible a través de la página web de la compañía, pero en caso de dudas mi recomendación es llamar por teléfono con suficiente antelación, por si hubiera que enviar algún escrito o reservar un menú diferente.
Recuerda que no sólo basta con disponer de alternativas de menús aptos para alérgicos. También es nesario saber si se controla la contaminación cruzada y si el personal al cargo está formado en alergias alimentarias (en el caso de cruceros con restaurantes a bordo, por ejemplo)
Recursos si no manejamos idiomas
Si vais a viajar a un país extranjero es fundamental conocer previamente cómo se dice en su idioma el alimento al que tu hijo es alérgico, así como los derivados de ese alimento.
También es una buena idea imprimir tarjetas con un dibujo o foto del alimento alérgeno y su nombre debajo. De este modo, podremos llevarla en el bolsillo y enseñarla cuando sea necesario allá donde vayamos (restaurantes, tiendas, supermercados...) como una ayuda si no manejamos el idioma.
En la web AllergyTranslation nos ofrecen la posibilidad de encargar estas tarjetas de forma personalizada, así como otros muchos recursos para viajar fuera de nuestro país cuando hay alergias alimentarias.
Identificar a tu hijo
La idea de poner a tu peque una pulsera identificativa es un recurso que siempre aconsejo cuando viajamos con niños, con independencia de si tienen o no alergias alimentarias.
Están fabricadas en materiales aptos para poder llevarse durante varios días sin sufrir deterioros, y en ella podremos escribir el nombre de nuestro hijo, un teléfono de contacto y el alimento al que es alérgico.
Informe médico actualizado
Antes de salir de viaje es fundamental acudir al pediatra o especialista que trata a tu hijo para que os actualice el informe médico (que además conviene traducir al idioma del país al que vayamos, o al menos al inglés), y os ofrezca pautas a tener en cuenta en función del destino elegido.
Este informe te será de gran utilidad en caso de ocurrir algún incidente en el lugar de destino o necesitar atención sanitaria, así como para pasar sin problemas los controles de seguridad de aeropuertos y estaciones si transportas medicación.
Botiquín de emergencia
Es fundamental preparar un botiquín de emergencia y llevarlo siempre con nosotros. Este botiquín incluirá todos los medicamentos que el alergólogo haya considerado en función de la gravedad y síntomas de nuestro hijo (antihistamínicos, inhaladores, corticoides, adrenalina autoinyectada...)
No se trata de llevarte toda la farmacia en el bolso, pero sí es importante que prestes atención a los días que vais a permanecer fuera para calcular las dosis que podríais necesitar.
Por otro lado, conviene que no guardes todas las medicinas en el mismo bolso o maleta para evitar quedarte sin ellas si se extravía. Una buena idea es dejarlas en el hotel y cuando vayais a salir guardar en el bolso excusivamente la dosis que tu peque podría llegar a utilizar a lo largo de ese día.
Atención sanitaria del lugar de destino
Otro aspecto importante a tener en cuenta es conocer el teléfono de emergencias del país al que vas a viajar. El 112 es el número de emergencias dentro de la Unión Europea, el 911 lo es en Estados Unidos y Canadá, y estos números también se repiten en otros países latinoamericanos, africanos o asiáticos, aunque conviene informarse previamente.
También aconsejo echar un vistazo a los principales hospitales ubicados en la zona donde vais a alojaros, y tenerlos más o menos controlados por si surgiera alguna urgencia sepáis actuar de forma rápida.
Eligiendo el hotel o lugar de residencia
Mi consejo es no elegir hoteles, cámpings o lugares de residencia que estén muy alejados del centro urbano o con mala comunicación. Aunque quizá esto es algo que recomendaría a cualquier persona que viaje con niños pequeños, con independencia de si tienen o no alergias alimentarias o cualquier otro problema de salud.
Una vez elegido el lugar donde vamos a alojarnos, es importante informar previamente acerca de la alergia alimentaria de nuestro hijo, y conocer su política de actuación con los huéspedes alérgicos, fundamentalmente si además de dormir vais a hacer en el hotel alguna de las comidas del día.
Navega por Internet, pregunta, informáte...
Y ya por último, no dudes en navegar por Internet, consultar foros de viajes, agencias, asociaciones de alérgicos alimentarios, y preguntar todas tus dudas a gente que conozcas y que haya viajado previamente al mismo destino elegido por vosotros.
Seguro que además de información útil para tu viaje y rutas turísticas, obtienes recomendaciones de restaurantes sensibilizados con el colectivo alérgico y otros consejos prácticos que te vendrá bien conocer. ¡Feliz viaje!
Fotos | Pixabay, iStock
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