¿Crees que últimamente tienes menos paciencia que antes? ¿Sientes que estallas o pierdes los nervios con tus hijos con mayor facilidad? ¿Te cuesta concentrarte e incluso descansar? Todos hemos pasado por momentos así alguna vez, aunque en los últimos meses es probable que estos episodios se hayan acrecentado.
Te explicamos por qué puede estar ocurriéndote esto y te damos algunas claves para tratar de combatirlo. Y aunque este artículo está escrito de madre a madre, los padres no están exentos de vivir este tipo de situaciones, por lo que algunos de los consejos también van dirigidos a ellos.
La pandemia está afectando tu salud mental: busca ayuda profesional
Pronto se cumplirá un año desde que la pandemia por coronavirus arrasó con nuestro modo de vida. En todo este tiempo hemos vivido meses de estricto confinamiento y medidas restrictivas, hemos aprendido a lidiar con la incertidumbre, y nos hemos visto obligados a adoptar una "nueva normalidad" que dista mucho de la que conocíamos antes.
Lógicamente, todo esto acaba pasando factura a nivel emocional.
Es por eso que los expertos insisten en buscar ayuda profesional si de un tiempo a esta parte te sientes más preocupada, angustiada, triste o sufres episodios de estrés, insomnio o ansiedad. Lamentablemente, la situación que estamos viviendo no va a mejorar de hoy para mañana, por lo que es necesario cuidar nuestra salud mental para sobrellevar mejor esta nueva realidad y seguir con nuestra vida de la mejor forma posible.
No en vano, la propia OMS ya alertaba hace unos meses sobre este tema y publicaba una serie consejos (algunos dirigidos especialmente a madres y padres) para afrontar la pandemia y los cambios de vida que ha traído consigo.
Estás sobresaturada: apóyate en quienes te rodean
Aunque antes de la pandemia ya habíamos hablado en varias ocasiones del estrés de las madres derivado de su trabajo invisible y su carga mental, desde que comenzara la crisis sanitaria este estrés se ha agravado notablemente.
Varios estudios realizados en los últimos meses han destacado cómo ha aumentado el número de horas que dedican al día las madres al cuidado de los hijos, así como las dificultades de las familias a la hora de conciliar la vida laboral con este curso escolar tan atípico. Todo ello está afectando al estrés físico y mental de las madres, y casi nueve de cada 10 afirman sentirse tristes, apáticas y desmotivadas.
Por eso ahora es más importante que nunca apoyarse en la gente que te rodea, delegar, relativizar y aprender a vivir el día a día con resiliencia, flexibilidad y paciencia.
Acabas de ser mamá tras un embarazo difícil: el papel de tu pareja es fundamental
No son buenos tiempos para vivir un embarazo con alegría y plenitud. Y es que si ya de por sí muchas mujeres afrontan esta etapa de la vida con miedos e incertidumbre (especialmente si es su primer embarazo o si se trata de un embarazo de riesgo), con una pandemia como telón de fondo es normal que la angustia se acreciente.
Pero según estudios, el estrés que causa el coronavirus en las embarazadas puede provocar daños en los bebés, por lo que es fundamental que cuenten con un control psicológico prenatal, además del apoyo incondicional de su pareja y familiares más cercanos.
Y es que se está viendo que los casos de depresión postparto se han triplicado durante la pandemia, por lo que si sientes que no puedes más o que tu paciencia se agota, es muy importante que no lo ocultes ni lo ignores, ni esperes a que esos sentimientos acaben desapareciendo por sí solos.
Te ayudará hablarlo abiertamente con tu pareja y apoyarte en ella, pero también comentarlo en confianza con tu matrona, dejarte sostener por una red o tribu que te entienda, y buscar ayuda profesional. Porque la salud mental durante esta etapa tan frágil y vulnerable es fundamental y debemos cuidarla más que nunca.
Estás agotada: necesitas dedicarte tiempo
La vuelta al trabajo o teletrabajo y el regreso de los niños al cole en este contexto de incertidumbre suponen una dosis extra de estrés, que hace que en ocasiones perdamos la paciencia con facilidad, nos frustremos o actuemos de forma que no nos gusta. Es normal y lógico lo que nos ocurre, pero hemos de aprender a liberarnos de ello para seguir transitando el camino con la calma necesaria que nuestros hijos y nuestro hogar necesitan.
En este sentido, dedicarnos un rato de calidad al día (y recalcamos la palabra 'calidad', porque hacer recados a solas no es el tiempo que necesitamos), es imprescindible para sentirnos mejor y poder seguir cuidando de los nuestros como se merecen.
Echas de menos tu vida social: conecta de otra forma con tus amigos
Antes de la pandemia teníamos vida social. Salíamos con amigos, nos reuníamos sin limitaciones con la familia, o disfrutábamos de las vacaciones y los ratos de ocio sin mayor preocupación. Pero ahora todo ha cambiado y es normal echar de menos esos aspectos mundanos de nuestro "antiguo día a día".
En el caso de las madres esta situación puede hacerse más patente si cabe, pues como comentábamos más arriba, el papel de la tribu es fundamental para encontrar apoyo en la crianza de los hijos, ayudarnos a liberar la carga mental que sentimos e incluso el sentimiento de culpabilidad que a veces nos acecha.
Pero aunque no podamos tocarnos ni abrazarnos, e incluso pueda ser difícil reunirse físicamente, es importante seguir manteniendo el contacto con los amigos, aunque sea de forma virtual y en la distancia. Un café en compañía con una pantalla de por medio, una reconfortante conversación telefónica o un paseo con tus amigas te hará sentir mejor y más relajada.
Te sientes presionada por la crianza: busca otros caminos
Cuando te conviertes en madre es habitual comenzar a recibir todo tipo de consejos y comentarios (a veces poco apropiados) sobre la crianza de tu hijo. Esto puede llegar a generar un gran estrés, especialmente si te encuentras presionada por el entorno o si la forma en la que estás criando y educando -o crees que deberías hacerlo, de acuerdo a los patrones que has aprendido - entra en conflicto con lo que te dicta tu corazón.
Yo misma he pasado por esta situación y llega un momento en que estallas como una olla a presión, llegando a sentirte muy perdida, aturdida y desubicada. Si es tu caso, no esperes a desbordarte emocionalmente y busca otros caminos para educar y criar que sean acordes a tu forma de sentir la maternidad.
En mi caso concreto, la Disciplina Positiva me abrió un camino revelador en la crianza de mis hijos, que me aportó calma interior y mejoró notablemente la convivencia y el funcionamiento de mi hogar, así como la conexión emocional con los míos. Por eso te animo a buscar alternativas en la crianza y educación que te hagan sentirte bien contigo misma, serena, feliz y relajada.
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