¿A qué madre o padre no le gusta mirar a los ojos de su bebé? Contemplarlos y recibir de regreso esa mirada inocente y tierna es definitivamente uno de los mejores sentimientos y sensaciones que nos deja el tener hijos.
Ahora un nuevo estudio nos muestra que el contacto visual, además de ser un hermoso intercambio, es beneficioso para ambos, pues sincroniza nuestras ondas cerebrales y ayuda a que la comunicación sea más fácil entre ambos.
Este estudio se llevó a cabo en dos fases, el "Experimento 1" con 17 bebés y el "Experimento 2" contó con la participación de 19. A los bebés del primer grupo se les mostraron vídeos de un adulto cantando nanas de tres formas: mirándolos fijamente, mirando hacia otro sitio y mirando solo con la mirada mientras la cabeza apuntaba en otra dirección. Los del grupo dos vieron al mismo adulto frente a frente, cantándoles nanas viéndolos fijamente y también volteando hacia otro lado.
Mientras los bebés del primer grupo veían los vídeos, se registraron los patrones de sus ondas cerebrales a través de un electrocardiograma. En el caso del segundo grupo, se monitorearon las ondas cerebrales tanto de los bebés como del adulto. Se encontró que cuando los bebés y el adulto se veían fijamente a los ojos sus ondas cerebrales se sincronizaban y los bebés intentaban comunicarse más o vocalizar sus expresiones cuando esta sincronización ocurría.
En entrevista para The Telegraph, Victoria Leong, una de las autoras del estudio, explica lo siguiente: "Cuando el adulto y el bebé se miran a los ojos, están enviándose señales de disponibilidad e intenciones de comunicarse uno con otro. Encontramos que tanto el cerebro del adulto como el de bebé, responden a la señal de la mirada, sincronizándose mejor con su compañero. Este mecanismo podría ayudar a los padres y bebés para comunicarse, al sincronizar el momento de hablar y el momento de escuchar, lo que haría el aprendizaje más efectivo".
En conclusión los investigadores creen que el establecer y mantener contacto visual con el bebé, ayuda a crear un estado de sincronía que facilita la transferencia de información, durante las etapas tempranas de aprendizaje y comunicación.
Foto | iStock
Vía | Time
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