Según los expertos, los niños empiezan a señalar alrededor de los 10 meses de vida. Es un proceso natural, que forma parte de su desarrollo social y comunicativo. Sin embargo, también podemos acompañarles en este proceso y estimularlo, sobre todo si hemos detectado que aún no señalan.
Y es que la acción de señalar es un acto que también forma parte del desarrollo psicomotor de los niños, un gesto no verbal que les permite comunicarse. Tiene que ver también con su desarrollo sensorial.
“El gesto ofrece una ventana a los significados y conceptos que los niños en las primeras etapas del aprendizaje de la lengua todavía no son capaces de transmitir con el habla".
Cartmill, Demir & Goldin Meadow-
¿Te has fijado alguna vez en si, cuando tu hijo quiere conseguir un objeto que no está a su alcance, te lo señala para conseguirlo? ¿O te coge del brazo o de la mano y te acompaña hasta él para conseguirlo? O en si, directamente, ¿nunca señala?
Si quieres profundizar en la función que tiene la señalización, y conocer algunas claves para fomentar este gesto comunicativo con tu hijo, ¡quédate!
Primeros gestos, seguimiento de la mirada y atención compartida o conjunta
A los ocho meses de vida, los niños empiezan a entender que el gesto de señalar que realizan los adultos es una función básica que utilizan como focalizador de un referente. Es a esta edad cuando empiezan también a desarrollar la capacidad de seguir la mirada y la mirada o atención compartida.
Estas habilidades resultan imprescindibles para que los niños empiecen a señalar. Y un poco más tarde, entre los diez y doce meses, los niños empiezan a ser capaces de distinguir funciones comunicativas concretas en el gesto de señalar.
Por un lado, encontramos la función imperativa (quieren pedir un objeto a través del acto de señalar) y por el otro, la función declarativa (quieren mostrar un objeto al adulto). Y es cuando llegamos a las dos funciones básicas de la señalización para los niños.
¿Por qué señalan los niños? Dos posibles razones
Como hemos ido introduciendo, cuando los niños son pequeños, empiezan a señalar por dos razones. Una de ellas, para conseguir aquello que señalan (normalmente, un objeto al que no pueden acceder, que está muy alto, muy lejos, etc.).
Pero también pueden señalar por una segunda razón: porque quieren mostrarte algo y compartir su atención contigo; es decir, para que fijes la mirada en la dirección que está señalando.
En este segundo caso, se trata de una acción para compartir algo contigo, para decirte (aunque no lo haga con palabras), "mira, papa/mamá, qué caballo tan bonito!".
Con esta acción nos estamos refiriendo al fenómeno de la atención conjunta, que implica lo siguiente: el niño y el adulto comparten la atención y el interés por un mismo objeto (lo miran a la vez y comparten ese momento).
¿Cómo mejorar la atención conjunta?
Primero de todo, deberemos tener en cuenta el desarrollo natural de nuestro hijo, y su momento evolutivo.
Así, podemos respetar sus ritmos (no ir con prisas) sin dejar de buscar momentos para facilitar esa señalización que promueva la atención conjunta. ¿Cómo podemos hacerlo?
- Enseñándole a señalar; podemos modelar su dedo, o actuar de modelos (señalando nosotros también algún objeto interesante, mientras nos mira).
- Si nos señala un objeto para mostrárnoslo, aprovechar esa ocasión para nombrar el objeto, reforzar su conducta, mostrar verdadero interés, etc.
- Mostrar las emociones; por ejemplo, a través de la alegría con objetos que le parezcan atractivos. "¡Qué [nombre del objeto] m'has bonito!"
- Acompañar al niño en su iniciativa y estimularlo para que nos hable de su foco de interés.
- Establecer un momento al día para compartir la atención en hacia algún objeto de interés, sin dejar de lado la espontaneidad del día a día.
Claves para favorecer la señalización
Hemos hablado de algunas ideas clave para fomentar la atención conjunta, pero, ¿y para favorecer las conductas de señalar con la finalidad de conseguir algo? Hablamos de algunas ideas para favorecerlas.
Ayúdale a identificar la secuencia de "causa-efecto"
Es importante que tu niño aprenda que su acción de señalar es la causa, y que el efecto de esta acción es la obtención de tu atención (mirando hacia esa zona que señala) o la obtención del objeto en cuestión.
Así, deberá hacer esta asociación de causa-efecto para poder empezar a señalizar las cosas.
Ayúdale modelando sus dedos
Una segunda acción que podemos hacer para fomentar la señalización en nuestro hijo es modelar su mano.
Si por ejemplo, tu hijo te coge de la mano y te lleva hacia lo que quiere conseguir, coge su mano y acompáñale, modulándola, en la adquisición de la posición adecuada para señalar.
Cada vez que tu hijo haga ese gesto de cogerte de la mano, prueba con esta acción. Y si empieza a señalar pero no pone correctamente el dedo, también aplícalo moldeando su mano y dedos.
Tocad el objeto
El siguiente paso es, con la mano del niño en tu mano, acercaos los dos al objeto que quiere conseguir. Haz que lo toque con su dedo índice, e incluso, toca tú también el objeto (sé su modelo; los niños aprenden fácilmente a través de la imitación). Después, puedes darle el objeto en cuestión.
Benefíciate del lenguaje y estimúlalo
El lenguaje puede ser nuestro aliado aquí. De esta forma, y siguiendo los pasos anteriores, una vez que tu hijo ha obtenido el objeto que quería conseguir, aprovecha para estimular su lenguaje.
Puedes optar por decir "di + [nombre del objeto]", para que lo repita. Y después, seguir hablando del objeto. Por ejemplo, "¡qué peluche tan bonito!". ¿Te gusta?
Un tip final: prueba a tocar el objeto, con su dedo índice, tantas veces como sílabas tenga la palabra en cuestión. ¿En qué beneficia a tu hijo esta acción? Le ayudará a asociar la acción de señalar con el objeto (la secuencia de causa-efecto antes mencionada).
Repetir y aumentar la distancia del objeto
Finalmente, es importante que seas constante con estas acciones y las vayas repitiendo con tu peque (sin saturarlo) siempre que puedas. Y una vez hayas puesto en práctica, varias veces, esta acción (lo que ayudará a tu hijo a integrar la señalización), aumenta la dificultad.
¿Cómo? Aumentando la distancia con los objetos que el niño irá señalando. Puedes probar también con lo siguiente: tocar el objeto juntos e ir alejándoos del mismo, sin dejar de señalarlo.
Y tu hijo, ¿señala? ¿Lo hace para mostrar algo o para obtenerlo? Si quieres seguir estimulando este gesto tan importante en la comunicación de tu hijo, te animamos a probar algunas de las tips propuestas.
Por otro lado, si la dificultad persiste y tu hijo sigue sin señalar nada, te animamos a consultar con el pediatra que te pueda asesorar mejor.
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