"¿Qué venía yo a hacer a la cocina?" Si olvidas siempre las cosas es culpa de la memoria prospectiva. Un neurólogo explica por qué sucede

"¿Qué venía yo a hacer a la cocina?" Si olvidas siempre las cosas es culpa de la memoria prospectiva. Un neurólogo explica por qué sucede
Sin comentarios

Seguro a ti también te ha pasado: te diriges a una habitación a coger o ver algo en particular, pero mágicamente olvidas a que venías una vez que estás ahí. Y permaneces de pie justo donde te paraste en seco para preguntarte "¿qué vine a hacer aquí?", mientras recorres con la mirada las cosas de la habitación, intentando hacer memoria.

No te preocupes, no es la edad: a todos, jóvenes y viejos, nos ha pasado en algún momento. La respuesta está en la memoria prospectiva, un proceso neurológico que a veces nos juega esta mala pasada.

No estás viejo, es la memoria prospectiva

¿Y qué es la memoria prospectiva? Se trata simplemente de una de las diversas formas de memoria que tiene nuestro cerebro, pero que tiene un papel muy específico: hacerse cargo de los planes a futuro.

Dicho de otra forma: es el proceso que tiene la misión de recordarnos eventos o acciones futuras, que pueden ser a corto plazo (como el ir a una habitación a buscar algo) o a largo plazo (como alguna cita o evento que tenemos planificado en el futuro próximo).

El neuropsicólogo Saul Martínez-Horta explica en una una entrevista para la radio catalana RAC1 que estos olvidos se deben principalmente a una distracción:

"Normalmente lo que nos hace olvidar lo que debemos hacer es la saturación del sistema y la distracción mediada por otro evento. La capacidad del cerebro es limitada y sensible a la distracción, por lo que es relativamente fácil que dirijamos nuestra atención a algo distinto a lo que estamos haciendo", explica.

Y es que nuestro cerebro, por más maravilloso y capaz que sea, no cuenta con una capacidad ilimitada para procesar las cosas, por lo que si hay algo que interfiere o nos distrae, podemos olvidar lo que teníamos planeado hacer en primer lugar.

Usemos por ejemplo la pregunta que planteamos en el titular: "¿Qué venía yo a hacer a la cocina?". Nos levantamos para ir por algo (un vaso de agua, un utensilio, sacar algo del frigorífico), pero mientras íbamos a ello nos encontramos algo en el camino, quizás una cosa que estaba fuera de lugar y que procedemos a ordenar en ese momento o tal vez el sonido de una notificación de nuestro móvil.

Esa interrupción nos distrae y altera el orden o secuencia que habíamos planeado en nuestra mente, poniendo esta nueva tarea (atender el móvil o poner el objeto en su lugar) por encima de la anterior y ocasionando que olvidemos momentáneamente a qué ibamos a la cocina.

Aunque no hay una solución mágica para que estos fallos en la memoria prospectiva dejen de ocurrirnos (y mientras sean ocasionales tampoco hay motivos para preocuparse), siempre podemos intentar algunas cosas para ayudar a nuestro cerebro.

Los mejores hábitos saludables que la ciencia ha encontrado pueden mejorar el funcionamiento de nuestro cerebro, y en consecuencia su capacidad para recordar las cosas, son los mismos que nos ayudan a tener una vida más plena: hacer ejercicio, llevar una alimentación equilibrada y rica en nutrientes y, por supuesto, dormir mejor.

Foto | Modern Family

Temas
Comentarios cerrados
Inicio