No es cierto que en verano los niños deban dejar el pañal: señales que te indicarán si está preparado
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No es cierto que en verano los niños deban dejar el pañal: señales que te indicarán si está preparado

Son muchos los padres que llegada esta época del año, consideran que ya es momento de que sus hijos dejen atrás el pañal. Es como si el verano trajera consigo la obligatoriedad de controlar esfínteres para todos los peques de una determinada franja de edad.

Mi primer hijo es de agosto y recuerdo la presión social que sentí durante su segundo verano con respecto a este tema. "Aprovecha el buen tiempo para quitarle el pañal, que ahora es el momento", me decía la gente. Pero no, no lo era. Cada niño tiene sus propios ritmos y los adultos tenemos que respetarlo y aprender a identificar las señales que podrían indicarnos que está listo para dar este importante paso.

La mayoría de los niños consiguen controlar sus esfínteres durante el día entre los dos y los tres años. El control nocturno suele producirse algo más tarde. Pero esto no es una regla fija y, como en todo, cada peque lleva su ritmo.

Es importante que los adultos responsables del niño sepamos identificar las señales que nos indican que está preparado para dejar el pañal, y no dejarnos influenciar por comentarios, consejos no pedidos o comparaciones con otros niños. Porque:

  • No es cierto que al cumplir los dos años todos los niños deban dejar el pañal: habrá niños que madurativa, mental y emocionalmente estén preparados a esa edad, y otros que no. Debemos ser respetuosos con este proceso.

  • No es cierto que el verano sea el momento adecuado para retirar el pañal: puede serlo para algunos niños o, por el contrario, puede no serlo.

¿Cómo saber entonces si nuestro hijo está preparando para dejar los pañales? Te contamos cuales son las señales que podrían indicarlo.

Equilibrio y coordinación

Una de las señales que nos dirá si nuestro hijo está preparado para dejar el pañal es que tenga equilibrio y coordinación. Debe caminar bien, correr con cierta coordinación, saltar con los dos pies y subir y bajar escaleras con ayuda y alternando ambas piernas.

Valentina Ganem, psicóloga especializada en la primera infancia y directora de Crecer Juntos con Arte, nos dice:

"Que el niño sepa hacer estas actividades, o la mayoría de ellas, es uno de los principales indicadores físicos que nos dirán que está preparado para dejar el pañal. El desarollo de los músculos y nervios que intervienen en estas actividades, son los que hacen posible el control voluntario de esfínteres"

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Capaz de retener la orina durante largos periodos de tiempo

Si cambiamos el pañal cada cierto tiempo a nuestro peque y siempre está mojado o si se despierta de la siesta con el pañal empapado, no es el momento aún de retirárselo.

El hecho de observar que es capaz de hacer un "gran pis" y no "pises" cortitos, nos demuestra que los músculos de su vejiga ya son capaces de retener la orina durante periodos de tiempo más o menos prologados.

El pañal le molesta

Si el niño se siente molesto con el pañal y se lo quita con frecuencia o lleva mal estar mojado o haberse hecho caca, nos está indicando que podría estar preparado para su retirada.

Si, por el contrario, no le importa demasiado tener el pañal sucio o al estar desnudo no es consciente de cuando se hace pis, claramente no está preparado para dejarlo.

Nos avisa cuando tiene ganas

Es importante que el niño sepa decir "pis", "caca", "popó", "orinal", "váter"... En definitiva alguna palabra con la que pueda identificar su necesidad de ir al baño. Es normal que al principio todo lo llame de una única forma o que no sepa distinguir verbalmente la necesidad de hacer pis con la de hacer caca.

La terminología la irá adquiriendo con el tiempo, pero al menos tiene que saber decir alguna palabra con la que pueda avisarnos llegado el momento.

Muestra interés cuando otros miembros de la familia van al baño

El hecho de que el niño se interese por lo que ocurre cuando papá, mamá o algún hermano van al cuarto de baño, es una gran señal. Es importante que tenga esa curiosidad, que sepa lo que se hace en el wc o en el orinal y que quiera imitarlo.

Si, por el contrario, no tiene ningún tipo de interés o incluso manifiesta miedo o rechazo a sentarse en la taza o en el orinal, ¡no hay que forzarle!. Claramente, no ha llegado su momento.

Conoce los pasos que hay que seguir cuando quiere ir al baño

Si nos muestra su necesidad de hacer pipí o caca, pero no sabe qué hacer, dónde dirigirse o no es capaz de bajarse solito los pantalones y la ropa interior, no es el momento de retirarle el pañal.

Un peque preparado debe saber que en cuanto sienta la necesidad tiene que acudir al wc o al orinal, saber bajarse (o al menos intentarlo) la ropa y sentarse correctamente.

También es importante que les inculquemos desde el inicio la importancia de lavarse las manitas cuando hayan terminado.

Se muestra orgulloso de sus logros

Un niño que está preparado para dejar el pañal, debe querer hacerlo. Si quiere "ser mayor" (pero porque quiera serlo él, no porque nosotros tratemos de convencerle de que lo es) y se siente orgulloso de sus logros, es una excelente señal.

Nosotros podemos motivarle celebrándolo cada vez que lo haga, recordándole lo orgullosos que estamos y animándole a seguir haciéndolo así de bien. Eso favorecerá su autoestima y convertirá el proceso en una divertida fiesta.

creciendo

Cuando se produzcan escapes, no debemos regañar al niño sino animarle a seguir intentándolo y dar naturalidad al tema porque estos escapes forman parte del apredizaje. En cualquier caso, si fueran recurrentes y no se redujeran con el paso del tiempo, es probable que nos hayamos precipitado con la retirada.

En este caso, lo mejor es volver a poner el pañal (en contra de la creencia que existe de que una vez se empieza no hay que dar marcha atrás, pase lo pase) y esperar el momento adecuado.

"Es normal que los niños tengan escapes a lo largo de la niñez ante situaciones de estrés y con más razón cuando están empezando a dejar el pañal. Pero si observamos alguna señal que nos indique que el niño no está llevando bien este proceso -por ejemplo, tiene miedo a hacer caca o a ir al wc, se aguanta mucho la orina...- yo recomiendo volver al pañal sin ningún miedo ni duda." - aconseja Valentina.

Estas señales deben tenerse en cuenta en conjunto y saber que el hecho de apreciar señales aisladas en nuestro hijo, no implica necesariamente que ya esté preparado para dejar atrás el pañal

"Si no todas, la mayoría de las señales deben darse en el niño. Puede que algún día despierte mojado de la siesta pero el resto de señales las cumpla, por ejemplo" - nos recuerda Valentia

Conviene recalcar, además, que este paso es un momento muy importante para él, y como adultos debemos apoyar su independencia, acompañarle en el proceso de aprendizaje y, sobre todo, fomentar su autoestima.

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Comentarios cerrados
    • interesante

      Por mi trabajo (maestro de primer ciclo de infantil) este es mi tema preferido y quiero aportar mi opinión a este artículo mostrando cosas con las que estoy de acuerdo, y cosas con las que no estoy de acuerdo y por qué...

      Estoy de acuerdo en líneas generales con el artículo que hace énfasis en respetar el ritmo de cada niño y de cada niña. Hasta ahí creo que todos podemos estar de acuerdo. Lo que pasa es que explicado de esta forma, las personas que no están formadas en la educación de los pequeños y pequeñas, LES INVITA A ESPERAR, a que su niño o niña estén "preparados"... y esperando y esperando, puede que ese día llegue a los 7 años... o a los 8... o a los 9... o a los 10.... si queremos respetar su ritmo, y no nos importa, pues adelante...

      ¿Hay que respetar el ritmo de cada niño y de cada niña? Rotundamente sí. Pero al mismo tiempo se ha de incentivar y fomentar el proceso.... es un matiz muy muy pequeño... pero apenas lo encuentras por ahí al lado de cuando se habla de respetar el ritmo.

      hay que decir, que los niños y las niñas, ya saben hacer pipí y caca desde el nacimiento... lo único que le tenemos que enseñar es DÓNDE hay que hacerlo, y esto, desgraciadamente es un APRENDIZAJE IMPUESTO POR LOS ADULTOS, hacia los niños, ya que nos molesta que la caca se haga en el suelo de la cocina, en el sofá, o encima de los cuentos que acabamos de comprar... sino que debe de hacerse dentro del wáter.

      Por eso, NO SÓLO HAY QUE ESPERAR... hay que ENSEÑAR...
      Por eso desde mi punto de vista el concepto desde donde se enfoca el artículo es justo el contrario cuando se habla de la lista de señales que tenemos que estar atentos...
      Es precisamente esas señales las que tenemos que ir enseñándole a los niños y niñas... para que estén cada día un pasito más cerca de conseguir lo que nosotros queremos que consigan que es hacer pipí y caca dentro de un boquete que hemos puesto en el cuarto de baño...

      y por último en lo que no estoy para nada de acuerdo... es en ejercer la presión de SER MAYOR... esa vieja frase, manía y hastía... de los abuelos y abuelas, que no encontrarás jamás en publicaciones serías de educación... ¿Por qué hay que ser mayor? ¿Por qué hay que presionar con el futuro? ¿Por qué no disfrutar de cada momento?

      SALU2

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