Durante los primeros seis meses de vida las expresiones no verbales son la única forma de comunicación del bebé. A través de los gestos y el llanto nos expresa sus necesidades, miedos y enfados.
Los padres, y según estudios más las madres que los padres, tenemos el oído afinado para identificar cada tipo de llanto. Podemos diferenciar el llanto por hambre del llanto por dolor, incluso sin verle la cara a nuestro bebé. Hay quienes acuden a aparatos analizadores del llanto, pero dudo que superen la experiencia de los padres.
Ayer se ha dado a conocer un nuevo estudio titulado "Comunicación Gestual y Prosódica del Bebé" realizado por el Instituto del Bebé Nuk y las Facultades de Psicología de las Universidades de Murcia, Valencia y la de Educación a Distancia en el que se analizó la expresión facial y vocal de bebés de entre 3 y 12 meses para descifrar la respuesta gestual a diversas emociones como enojo, tristeza, miedo, dolor, asco, sorpresa y alegría.
Registraron la reacción de los bebés ante diferentes situaciones y han podido observar que por ejemplo, ante emociones como enfado o miedo el bebé llora con los ojos abiertos mirando al objeto o la persona que le ha provocado el llanto, mientras que cuando sienten dolor lloran cerrando la vista con una tensión en la zona de los ojos y la boca abierta.
Supongo que no todos los bebés lloran de la misma manera para expresar dolor, pero es interesante que se investiguen patrones de conducta gestual, como también se ha hecho con los adultos.
Los autores del estudio han elaborado una guía de comunicación todavía no publicada que podría ayudar a los padres a identificar cada tipo de llanto según las expresiones faciales y vocales, independientemente del sexo o de los rasgos personales de cada bebé.
Lo interesante es que los expertos han dicho que extenderán la investigación a niños menores de 3 meses y que seguirán analizando el llanto de los bebés para llegar a poder identificar a través de él algunos tipos de patologías.
En todo caso, sea por el motivo que sea, lo importante es que el llanto del bebé siempre sea atendido. Disiento en este sentido con la opinión de uno de los autores del estudio que recomienda después de los seis meses del niño “tener especial cuidado de no atender al llanto más allá de lo estrictamente necesario", sugiriendo que el llanto es utilizado por el bebé para manipular y como única forma de conseguir lo que quiere.
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