Aunque por suerte, cada vez son más frecuentes las noticias de niños transexuales que son aceptados y apoyados por su familia y su entorno, la transexualidad infantil todavía cuenta con muchos prejuicios.
Por ello, desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) quieren concienciar a la sociedad de esta realidad y luchar para evitar que la transexualidad sea considerada como una enfermedad. Además, los pediatras han pedido ayuda al Gobierno para proteger los derechos de los niños transexuales con una ley estatal.
Una ley que proteja a los menores transexuales
A pesar de los avances logrados en los últimos años, la atención a los niños transexuales todavía debe mejorar mucho. Así lo pusieron de manifiesto los expertos, durante la celebración del acto "Transexualidad en la infancia y adolescencia", organizado el pasado 5 de octubre por la AEPap.
Los pediatras reclaman al Gobierno un proyecto de ley estatal para la protección de los derechos de los niños transexuales, pues consideran que actualmente se encuentran muy limitados, y "su tránsito depende de la opinión de sus padres y de si estos aceptan o no la situación".
"Algunas Comunidades Autónomas tienen su propia ley, como en Andalucía, que obliga a seguir un protocolo de proceso asistencial integrado. En otras, como Cataluña o País Vasco, también hay protocolos propios pero no son muchas las Comunidades Autónomas que los tienen. Por eso, lo ideal sería un proyecto de ley estatal para la protección de los derechos de personas transexuales" - señalaba el pediatra José Emilio Callejas.
Y es que la transexualidad infantil es todavía una gran desconocida, por lo que es necesario y urgente una ley que proteja a estos niños y les acompañe en su camino, ya que muchas veces la familia se encuentra muy sola ante la incomprensión y el desconocimiento de la sociedad.
El pediatra, figura clave para los niños transexuales
En los últimos años, el pediatra se ha convertido en una figura fundamental para las familias, y en la que los padres confían la salud de sus hijos desde el nacimiento. Pero además de diagnosticar, los pediatras son un excelente apoyo y fuente informativa. No en vano, gran parte de las consultas que reciben se basan en dudas sobre aspectos relacionados con la crianza, la educación, las emociones o el desarrollo de conductas.
"El perfil de los menores de edad que suelen acudir al pediatra es el de niños pequeños, incluso de tres, cuatro o cinco años, que acuden acompañados de sus padres. Las familias ven en ellos una tendencia, en sus juegos y relaciones, que no va en línea con su sexo asignado al nacer y, a menudo, acuden preocupados por los problemas de convivencia que esto les pueda ocasionar" - explicaba el doctor Callejas.
Los pediatras implicados llevan años velando por el bienestar de los niños transexuales, luchando por despatologizar por completo la transexualidad, evitando que sea considerada una enfermedad, e incluso desterrando el diagnóstico de "disforia de género", que a menudo se asocia a estas situaciones.
"La realidad es que la transexualidad en la infancia puede requerir del acompañamiento del pediatra, pero no porque se trate de una patología, sino para maximizar la salud y el bienestar del menor dentro de su identidad de género"
Según lo expuesto por los expertos durante el acto "Transexualidad en la infancia y adolescencia", las labores del pediatra con el niño transexual son, entre otras:
Explicarle a él y a su familia que la transexualidad forma parte de la diversidad humana, y que vivir de acuero con nuestra identidad de género es un derecho que todos los niños deberían teber.
Mantener una actitud abierta y de acompañamiento, e informar sobre las diversas posibilidades de atención que tiene el niño hasta llegar a la edad adulta.
Porque, si bien algunas de las personas que acuden a las consultas podrán ser tratados con bloqueadores hormonales para retrasar la pubertad hasta que puedan empezar un tratamiento hormonal cruzado, o incluso llegar a un tratamiento quirúrgico una vez que hayan alcanzado la mayoría de edad, el doctor Callejas explica que "no siempre va a ser así", y llegado el momento, "puede rechazar el tratamiento al sentirse feliz sin necesidad de cambios".
- Dar pautas encaminadas a evitar el rechazo, la ansiedad y el aislamiento que pueden llegar a sentir estos niños, a veces incluso por parte de su propia familia y su entorno más cercano.
Fotos | Pixabay
Vía | AEPap