La crisis, la dichosa crisis, está haciendo que paguemos, como siempre, justos por pecadores. No sólo se están cargando la sanidad, sino que se están cargando también la educación y nos están quitando, poco a poco, las prestaciones sociales a las que teníamos derecho porque alguien luchó mucho para conseguirlas.
No es que considere que una guardería sea parte de la educación que como ciudadanos merecen nuestros hijos, porque como sabéis la educación no es obligatoria hasta los seis años y todo lo que hay antes es algo así como un “previo”, para que el niño vaya aprendiendo normas, conceptos, a vivir y convivir con otros niños, etc (hablo básicamente de preescolar).
Sin embargo, ya que las bajas maternales y paternales son de risa y que las ayudas por hijo son inexistentes, lo mínimo que les quedaba a las familias era la posibilidad de tratar de conciliar la vida laboral y familiar dejando a los niños en las guarderías públicas, cosa que en Barcelona han decidido limitar: las plazas públicas que existen hasta la fecha seguirán existiendo, pero ya no se ofertarán más.
La razón es que el gasto en plazas públicas ha sido considerado por los máximos dirigentes como excesivo, una “bomba de relojería”, en plabras de Xavier Trias.
Barcelona aumentó considerablemente la oferta de plazas públicas de guardería en sólo diez años
Barcelona contaba en al año 2000 con 2.400 plazas de guarderías públicas, que cubrían el 20% de la demanda. Para solventar las carencias se empezaron a construir nuevos centros hasta el punto de llegar a cubrir el 52,7% de la demanda. Hablando en cifras, este curso funcionarán 92 centros municipales con 6.783 niños menores de tres años matriculados.
Los anteriores gobiernos hicieron bandera de este aumento de plazas, explicando que así ayudaban a la educación de un niño, pese a que no formaba parte de la educación obligatoria. Ahora parece que la educación queda en un segundo plano y lo único que importa es el dinero, porque ya se ha decidido que no se crearán más plazas de guardería públicas.
Los padres tenían que pagar igualmente
A pesar de crearse año tras año más plazas públicas, éstas no eran gratuitas para los padres, que tenían que pagar 269 euros al mes. Aunque para los padres es una cantidad nada menospreciable tan sólo cubre el 26% del gasto que supone una plaza de guardería.
Es por esta razón que los políticos catalanes han decidido dejar de intentar ofrecer guarderías para todos los que la piden y detener el aumento de plazas.
Dada la situación actual de la economía se entiende, pero ya digo: pagamos siempre los mismos (y eso que a mí no me afecta, porque no llevo a los niños a la guardería).
Vía | El País Foto | PortableChurch en Flickr En Bebés y más | Llevar a un niño a la guardería privada cuesta un 26% más que llevarlo a la Universidad, Las diez prácticas de crianza más controvertidas: la guardería o escuela infantil, Una guardería de París pondrá chips a los niños para controlarlos