El informe nos presenta las diferentes pautas de cómo será la escuela del 2030, o al menos como creen los expertos que será. En esta "escuela del futuro", las clases magistrales desaparecerán a favor de un profesor que ya no ejercerá sólo como transmisor de conocimientos, sino que será más bien una guía para el alumno en su propio proceso de aprendizaje.
Internet se postula como el principal nido de información, por encima de la propia escuela y el inglés se afianza como principal lengua de aprendizaje, el cual será mucho más personalizado.
La escuela 2030
Aquí es donde se engloban los principales cambios pues pasaremos a una escuela mucho menos lineal, en que el aprendizaje se realizará en función de las cualidades del alumno y no será tan estandarizado como lo es ahora, aparte de que el aprendizaje se hará mucho más cooperativo.
En los próximos 15 años, internet pondrá patas arriba las formas tradicionales de aprendizaje
Las escuelas se convertirán en redes donde los alumnos interactuarán entre ellos y con el profesor de forma que se produzca un aprendizaje colaborativo. Las aulas se convertirán en espacios diáfanos, las sillas y las mesas se podrán mover de forma que el alumno pueda ir de un grupo de trabajo a otro si así lo desea o necesita.
Internet y los grandes centros de información, los llamados Big Data se convertirán en los principales puntos de acceso a la información por parte de los alumnos.
El aprendizaje
Según la mayoría de expertos encuestados, el aprendizaje ya no será algo prioritario únicamente en la fase de educación obligatoria, sino que será algo que realizaremos durante toda nuestra vida. Un aprendizaje continuo basado en nuestras cualidades y currículo personal. Y aunque no todos los expertos coinciden, es muy probable que este aprendizaje sea más caro que el actual al desaparecer el estado como principal pagador.
El alumno
La figura del alumno, tal y como la conocemos hoy en día dista bastante de como será dentro de unos años. Algo que está ocurriendo hoy en día y que irá en aumento en el futuro, es que los profesores se van a encontrar con un alumno con una capacidad de acceso a la información infinitamente mayor de la que tuvimos nosotros. Ahora ellos tienen internet y saben como usarla, ya no dependen de una única fuente de información ni de la racionalización de esta.
El alumno se convierte en cliente: invierte un dinero y espera un retorno. Los profesores van a tener que explicar mucho mejor cómo ponen las notas. Afirma César García, profesor de la Universidad Pública del Estado de Washington
Otro de los puntos en los que coinciden la mayoría de los encuestados, y que desde mi punto de vista no augura nada bueno, es que probablemente desaparezcan los horarios fijos de clase, debido a que cada vez más alumnos tendrán que compaginar sus estudios con algún trabajo (no os asustéis que aquí están hablando, espero, de mayores de 16 años). Y esto que está muy bien cuando uno tiene cierta independencia, trabaja y necesita seguir formándose quizás nos esté mostrando un futuro gris si ya dan por supuesto que la figura del estudiante a tiempo completo va a tender a desaparecer.
Más que deberes, hay que suscitar en los alumnos la necesidad de seguir buscando documentación, de informarse, de compartir conocimientos y de despertarles el gusto por la investigación. Afirma Núria Miró, directora del colegio Montserrat de Barcelona
El profesor
Decíamos anteriormente que internet provocará que la figura del maestro no sea la principal fuente de información de la que dispone el alumno, pero eso no implica que deje de tener importancia, sino todo lo contrario. El maestro se convierte ahora en el guía del alumno, en quien debe enseñarle a distinguir la buena de la mala información, quien debe inculcar en al alumno el espíritu crítico y las ganas de aprender. Todo esto hará que el profesor tenga que formarse continuamente para mantener el nivel que le será exigido.
Según mi punto de vista, no hay nada nuevo en esta figura docente en el 2030, para mi esas cualidades de guía más que de autoridad, de enseñar a pensar y a ser críticos, a dudar de todo y a razonar lo que sabemos es algo que siempre ha distinguido al buen profesor del resto. Simplemente parece que este tipo de figura se impondrá sobre el profesor que llega, suelta su lección y se vuelve por donde ha venido sin pena ni gloria.
El currículo
Según los expertos, en el currículo pesarán más las habilidades personales o prácticas que aquellas "de toda la vida", algo sobre lo que discrepan los docentes españoles. Según ellos estas habilidades están bien y serán muy útiles a las empresas pero no pueden sustituir a los conocimientos en matemáticas, ciencia, literatura, etc. No se puede aprender fuera del conocimiento, afirman.
Está claro que este punto es el que más controversia presenta ya que parece como que las empresas empiezan a querer crear a sus propios empleados especializados, dejando fuera al individuo en si.
Se dice que ésta es la generación mejor preparada, pero los universitarios españoles no saben lo que es el Barroco y nunca han leído a Cervantes. Si lo que pretendemos es formar tecnócratas, primarán las habilidades y los conocimientos quedarán reducidos, afirma Felipe de Vicente, presidente de la Asociación Nacional de Catedráticos de Instituto.
Ya veremos donde llega todo esto
Que la escuela tradicional tiene los días contados lo llevamos escuchando ya desde los años 80 y parece que los tendrá contados, pero desde luego, tal como va la cosa debe tener contados unos cuantos millones porque esto sigue siendo más o menos lo mismo que hace años.
Que la escuela necesita cambios está muy claro, el problema es que intervienen demasiados factores para que estos se produzcan a la par que la sociedad los va demandando. Ya veremos en que queda este estudio.
¿Qué pensáis vosotros de la escuela del 2030?
Foto | Thinkstock
Vía | wise, el mundo
En Bebés y Más | La escuela a la que me gustaría que fueran mis hijos, ¿Es la escuela que conocemos el único modelo posible?