La motivación es el motor de la acción, la que nos mueve a todas las personas a actuar. Según un estudio de Marian Carrillo y colaboradores, la motivación, del latín motivus (relativo al movimiento), es aquello que mueve o tiene eficacia o virtud para mover; en este sentido, es el motor de la conducta humana.
En los niños y adolescentes, la motivación es muy importante, también en el ámbito académico (la motivación académica), porque es la que les impulsa a querer aprender y estudiar.
Pero a veces la motivación falla, y es normal. Antes de hablar de cómo motivar a nuestros hijos en sus estudios a través de ocho frases clave, conozcamos qué es la motivación académica y qué tres elementos la componen.
¿Qué es la motivación académica?
Podemos definir la motivación académica como "la implicación del estudiante hacia la escuela y hacia las tareas educativas". Cuando existe motivación académica, es más fácil que el alumno tenga interés por estudiar y aprender cosas nuevas.
Con motivación el alumno puede activar las conductas que necesita para alcanzar un determinado objetivo de aprendizaje, algo que le facilitará el poder descubrir, progresivamente, aquello que le interesa.
Este tipo de motivación está formado por tres componentes o elementos, según autores como Pintrich y De Groot (1990), citados en un estudio de Kleiber Vargas y colaboradores publicado en 2019 en la Revista Innova Educación:
- El componente de expectativa: es decir, las creencias del estudiante sobre sus capacidades cuando realiza una actividad.
- El componente de valor: la tarea debe ser importante o tener interés para el estudiante.
- El componente de afecto: el estudiante puede sentir determinadas emociones al enfrentarse a la tarea.
Pero, ¿esta motivación se puede potenciar? Por supuesto. Lo ideal es que sea el propio niño, o adolescente, capaz de automotivarse; sin embargo, como padres, también podemos echarles una mano, a través del lenguaje. ¿Qué podemos decirle a nuestros hijos para motivarles en los estudios?
Ocho frases para motivar a tus hijos en los estudios
Como decíamos, a veces nuestros hijos están desmotivados en sus estudios, y esto puede ser por diferentes motivos; ya sea porque no saben qué estudiar, porque no les gusta nada, porque les cuesta concentrarse, no les están yendo bien los exámenes, están pasando por una época complicada... las causas pueden ser múltiples.
Como padres resultará esencial entender qué hay detrás de esa desmotivación, y qué consecuencias trae. Y una vez identifiquemos todo esto, podemos pasar a la acción y usar algunas de estas frases, o similares, para acompañarles.
1. Te apoyaré siempre
Esta frase indica incondicionalidad; "te apoyaré siempre, de todas formas, aunque te hayas equivocado, etc.". Los niños, y adolescentes, necesitan saber que estamos ahí aunque hayan tenido un mal día, les haya ido mal un examen o no encuentren la motivación para estudiar. Se trata de acompañarles también en esas circunstancias, cuando, probablemente, más nos necesitan.
2. Seguro que la próxima vez va mejor
A veces los exámenes, las exposiciones orales, etc., no salen como nuestros hijos esperaban, y es normal que eso les afecte. Una frase para animarles puede ser esta; "seguro que la próxima vez va mejor".
Se trata de entender qué ha podido ocurrir esta vez, para poder mejorar, pero no estancarnos ahí, sino animar a nuestros hijos a mirar hacia adelante, hacia el próximo examen, entrega, etc., sin agobiarse.
3. Confía en ti
La confianza en uno mismo es esencial. Aunque las cosas no vayan como uno espera, aunque tengamos días malos... cuando tenemos confianza, tenemos fe de que las cosas pueden cambiar.
Y en los estudios, hay una parte importante que depende de nosotros mismos (en este caso, de nuestros hijos). Deben saber que creemos en ellos; cultivemos su confianza a través de frases como ésta.
4. Si solo no puedes, estoy aquí para ayudarte
Es una forma de decir "te puedo ayudar, solo tienes que decirlo". A veces los niños, y sobre todo los adolescentes, se agobian por tener que pedir ayuda, o esconden una mala nota per miedo a las "represalias". Se trata de liberarlos de todos estos miedos, y de hacerles saber que pueden confiar en nosotros.
5. ¡Lo estás haciendo bien!
Un refuerzo positivo verbal que de vez en cuando se agradece. A todos nos gusta escuchar comentarios positivos hacia nosotros, que nos recuerden que, aunque nosotros mismos no lo creamos, sí lo estamos haciendo bien. Son cuatro palabras que ¡no cuesta nada decir!
6. Encuentra lo que te gusta, tu pasión
El no encontrar lo que les gusta, puede hacer que muchos jóvenes se sientan desmotivados con los estudios. Por ello, debemos animarles a encontrar su pasión, pero también, hacerles saber que, si no la encuentran a la primera, o segunda, tercera... ¡no pasa nada!
Seguramente tendrán que probar cosas diferentes hasta encontrar lo que les gusta, y está bien. Además, también puedes darle una vuelta a la frase y en lugar de decirla así, enfocarla como una pregunta: "¿qué crees que te motiva?", "¿qué te gusta?", "¿con qué te sientes a gusto?", "¿qué se te da bien?".
7. El resultado no lo es todo
A la hora de motivar a nuestros niños en sus estudios, es importante poner la atención y el énfasis en las cosas importantes; en el propio proceso de aprendizaje, y no en el resultado. Lógicamente, las notas, en cierta manera, tienen su importancia.
Pero más importante que ello es cómo llegan a ellas. Quitémosles presión a nuestros hijos cuando estudian, que se den cuenta que las notas, al fin y al cabo, son un número; lo que importa es que disfruten, aprendan y avancen.
8. Disfruta del proceso
Y para terminar, muy relacionada con la frase anterior, está esta: disfruta del proceso. Disfruta, en la medida que puedas, de las clases, de las explicaciones, de los trabajos en grupo. Sin embargo, no se trata de hacer entender que deben disfrutar sí o sí.
A veces habrá clases o materias que no les gustarán. Se trata de que entiendan que el camino hacia esas notas, exámenes, cursos superados, etc., debe recorrerse de forma consciente, y si se puede disfrutar, mejor.
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