Los niños pueden estallar en rabietas cuando menos lo esperamos, sobre todo cuando son pequeños y su capacidad de verbalizar lo que sienten es todavía reducida. Todos sabemos que las rabietas son una parte normal de su desarrollo, pero lo cierto es que a veces puede resultarnos muy complicado manejarlas de forma respetuosa.
Si hace unas semanas os hablábamos de la rueda de opciones para la resolución de conflictos cotidianos en casa, hoy queremos hacer lo propio con la rueda de opciones para la ira. Se trata de una herramienta de la Disciplina Positiva que ofrece a los niños alternativas para canalizar su rabia y alcanzar un estado de calma.
Te explicamos cómo hacerla y cómo ponerla en práctica.
Qué es la rueda de las opciones para la ira y cómo puede ayudar a los niños a gestionar sus emociones
Entender el comportamiento del niño y saber acompañarle de forma positiva en sus emociones son, probablemente, dos de los aspectos que más preocupan a los padres a la hora de educar.
Para empezar, es importante saber que todas las emociones que sentimos son válidas y necesarias, por lo que jamás debemos manifestarle al niño la idea de que hay emociones positivas y otras negativas que hay que desterrar u ocultar.
Pero tan importante es validar la emoción cómo enseñar al niño a expresarla de forma adecuada (sin agredir a otros, sin insultar, sin faltar al respeto a quienes le rodean...) y ayudarle a recuperar de nuevo la calma, pues solo desde ese estado será posible encontrar una solución a los problemas.
La rueda de las opciones para la ira es un recurso material muy práctico, sencillo y visual que permite a los niños elegir una alternativa respetuosa en el preciso momento en que sientan que las emociones les desbordan. Así evitan caer en comportamientos inadecuados que les hagan sentir mal a ellos mismos y a los demás.
Como su propio nombre indica, se trata de una rueda de cartulina o papel dividida en tantas partes como deseéis. En cada una de esas partes apuntaremos una posible alternativa para la expresión de esa ira que resulte respetuosa para el niño y para los demás.
La peculiaridad de la rueda de opciones es que los niños participan de forma activa en su elaboración, por lo que las opciones o alternativas propuestas no le son impuestas por el adulto, si no que nacen directamente de ellos.
Cómo hacer una rueda de opciones paso a paso
1) Antes de hacer la rueda de opciones debemos elegir un momento de calma y conexión familiar. Es decir, no podemos proponer esta manualidad en pleno estallido emocional.
2) Materiales: vamos a necesitar una cartulina o folio blanco, lápiz para dibujar, lápices de colores / rotuladores para colorear, un compás o cualquier objeto redondo que nos sirva de plantilla para dibujar la rueda (por ejemplo, un CD, un plato pequeño...), una regla y plástico para forrar la rueda.
También puedes descargar en Internet la rueda ya dividida en porciones (por ejemplo, aquí tienes un modelo de rueda con seis partes)
3) ¿En cuántas partes divido mi rueda de opciones? Depende de vosotros. Piensa que cada parte de la rueda es una opción, por tanto, cuantas más partes o quesitos tenga vuestra rueda, más alternativas tendrá el niño. En el caso de los más pequeños no es recomendable ofrecer un número elevado de opciones, pues podrían bloquearse a la hora de escoger.
4) Lluvia de ideas. Plantea a tus hijos la siguiente pregunta: "cuándo sientas que te estás enfadando, ¿qué podrías hacer para gestionar esa emoción y volver a un estado de calma?". Apunta en un papel todas las opciones que tus hijos te vayan dando.
Permíteles que se expresen libremente y no descartes ninguna de las opciones que te planteen siempre que estas sean respetuosas con ellos mismos y con los demás.
5) ¿Y si a mi hijo no se le ocurren opciones?. Si tienes niños pequeños, es posible que al principio no se le ocurra ninguna opción. En ese caso, evita dárselas tú y en su lugar plantéale preguntas que le ayuden a identificar posibles alternativas. Por ejemplo: "¿Crees que escuchar música te ayudaría a relajarte?"
6) Ejemplos de opciones para la rueda. Aunque cada familia deberá elegir las opciones que mejor considere para gestionar un momento de enfado o rabia, os compartimos algunos ejemplos que podrían inspiraros:
- Respirar profundamente hasta calmarme
- Practicar meditación
- Contar hasta 10 para calmarme
- Escuchar música que me ayude a relajarme
- Leer un cuento sobre gestión emocional
- Pedir ayuda a un adulto para tranquilizarme
- Irme del lugar
- Apartarme a mi rincón de la calma
- Pedir al otro que me de un abrazo para calmarme
- Recurrir al frasco de la calma para tranquilizarme
- Recurrir a un objeto antiestrés u otras técnicas sensoriales
7) Anota en cada porción de la rueda una posible opción
8) Decorad la rueda. Una vez anotadas vuestras opciones en cada parte de la rueda, llega el momento de decorarla. Pide a los niños que hagan un dibujo sencillo o pictograma en cada una de las partes de la rueda. Después forradla para evitar que se deteriore con el uso.
Cómo ponerla en práctica
Su uso es muy sencillo. Cuando el niño sienta que se está enfadando, cogerá la rueda de las opciones y elegirá aquella alternativa que más le apetezca llevar a la práctica en ese momento. Si esa alternativa no funciona a la hora de alcanzar la calma, puede probar con otra.
Enseña al niño a usarla cuándo esté tranquilo. Háblale de los beneficios de la rueda para recuperar la calma y para evitar herir a otras personas (o a ellos mismos) cuando estén enfadados o nerviosos.
La rueda de las opciones no es ningún castigo y jamás debemos obligar al niño a utilizarla si no quiere, amenazarle ("¡o buscas una alternativa con la rueda de opciones, o te quedas sin postre!") o decirle algo negativo relacionado con su uso.
El uso de la rueda no implica la invalidación de la emoción. Es muy importante dejar claro que ninguna emoción debe quedar invalidada. Es decir, es lícito que el niño se enfade, se frustre, se desborde o sienta rabia en un momento dado, pero no todo vale a la hora de expresarlo.
Sus primeros usos deben estar acompañados y guiados por el adulto, y en todo momento debe primar el respeto, la empatía y el amor. Poco a poco, a medida que el niño vaya interiorizando esta herramienta será él mismo quien acuda a ella sin la compañía del adulto.
Da ejemplo. Puede ser de gran ayuda para el niño ver a sus padres utilizar la rueda para regularse y no perder los nervios. Esto le hará ver que todas las personas necesitamos recursos para dominar nuestras emociones en un momento dado.
En resumen, es necesario que los niños entiendan desde pequeños cómo funcionan las emociones, por qué su estado de ánimo varía y por qué no deben avergonzarse por sentir ira, rabia, celos o frustración en un momento dado. Jamás debemos obligar al niño a reprimir lo que está sintiendo, pero es nuestra labor ayudarle a ser consciente de ello y gestionar el momento de forma correcta para alcanzar de nuevo su bienestar emocional. En este sentido, la rueda de las opciones para la ira puede ser de gran ayuda.