Que el estrés materno afecta al bebé durante el embarazo no es ninguna novedad. Por procesos fisiológicos que se desencadenan en el organismo de la mujer, el bebé es capaz de percibir el estado de ánimo de su madre.
Hasta el momento no se había reparado en el comportamiento del bebé dentro del útero cuando la madre tiene signos de estrés, por eso un equipo de investigadores de las universidades de Durham y Lancaster han decidido estudiarlo y han publicado imágenes de ecografías en 4D para enseñarnos cómo son los gestos del bebé dentro del vientre de una madre estresada.
¿Son diferentes las caras y los gestos que hace un bebé de una madre estresada en comparación con los del bebé de una madre que no lo está? Al parecer, si.
Se ha hecho un seguimiento del embarazo de 15 bebés entre las semanas 24 y 36 de gestación y se les preguntó a sus madres sobre su nivel de estrés en las últimas semanas.
Los científicos han observado que los bebés de madres estresadas tienden a tocarse la cara más a menudo con su mano izquierda. Cuanto más estrés, más se tocaban los bebés la cara con esa mano.
Esto les ha llevado a plantearse una posible relación entre el estrés de la madre y la lateralidad en los bebés, es decir si serán zurdos o diestros, y las consecuencias en su desarrollo, ya que por ejemplo, se ha relacionado la lateralidad izquierda con un mayor riesgo de TDAH y esquizofrenia.
Pero hacen falta más estudios para profundizar en esta teoría. De momento, lo que han podido concluir es que los fetos pueden detectar el estrés de la madre y lo expresan de esa manera, con gestos que les han llamado la atención.
También han visto que los bebés de madres que sufrían estrés bostezaban abriendo más la boca que los bebés de madres que no lo sufrían, aunque no sabemos exactamente qué les sugiere este hallazgo.
Como sabéis, las conclusiones de los estudios no son verdades absolutas. En este caso, analizar los gestos del bebé dentro del vientre de madres estresadas es apenas un camino que se abre y seguramente dará lugar a nuevas investigaciones.
Lo que sí sabemos es que el estrés materno aumenta los niveles de cortisol afectando el equilibrio bioquímico dentro del útero, y que por supuesto, esto repercute en el bebé.
Por tanto, la recomendación es evitar el estrés en el embarazo, o reducirlo en la medida de lo posible, utilizando técnicas de relajación, meditación, respiración o realizando cualquier actividad que te haga sentir bien y desconectar de las preocupaciones cotidianas.
Vía | ABC
Más información | Durham University
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