Una adecuada ingesta de líquidos es fundamental en todas las etapas de la vida para que el organismo funcione correctamente, sin embargo, la hidratación durante el embarazo cobra mayor importancia, pues para una adecuada gestación es necesario que no falte agua en la dieta.
Te contamos por qué cuidar el consumo de agua es tan importante en esta etapa y cuánta agua debes beber en el embarazo.
La hidratación durante el embarazo
Como ya hemos repasado en otras ocasiones, durante el embarazo se produce una serie de cambios importantes en el cuerpo de la mujer, haciendo que se incremente la cantidad de agua necesaria.
El consumo correcto de agua en esta etapa es importante, ya que es necesaria para la formación del líquido amniótico, así como para favorecer el crecimiento y desarrollo del bebé, y para enfrentar el mayor consumo energético que se necesita durante el embarazo.
Además, no debemos olvidar que en esta etapa el incremento del volumen sanguíneo promueve una mayor temperatura corporal que exige que cuidemos la hidratación si queremos tolerar mejor el calor y al mismo tiempo, prevenir molestias tales como hipotensión, mareos o hasta un golpe de calor.
Pero el agua no solamente es necesaria para cubrir las necesidades físicas del embarazo, ya que una adecuada hidratación también tiene otros importantes beneficios en esta etapa:
- Facilita el flujo de nutrientes hacia el torrente sanguíneo del bebé.
- Mejora la circulación sanguínea.
- Ayuda a conservar mejor la temperatura corporal y tolerar mejor el calor.
- Mantiene hidratada la piel en el embarazo, que tanto se va a estirar en ciertas zonas, con la consiguiente prevención del riesgo de estrías.
- No influye en la ganancia de masa grasa y nos ayuda a mantener el peso ideal en la gestación.
- Cuando es bebida en pequeños intervalos, ayuda a prevenir la acidez típica de esta etapa, creada por los jugos gástricos y las naúseas.
- Contribuye a aumentar la cantidad de orina y las visitas al baño, que ayudan a depurar el cuerpo de toxinas, y reduce la incidencia de cálculos renales e infecciones de vías urinarias, que son más frecuentes en las embarazadas.
- Evita la deshidratación, que en el embarazo puede ser peligrosa ya que la sangre no llega de forma eficiente a la placenta, y además puede causar dolores de cabeza y náuseas, así como contracciones en el tercer trimestre.
- Ayuda a evitar o disminuir el estreñimiento, que suele ser un problema habitual durante el embarazo.
¿Cuánta agua debo beber en el embarazo?
Ya que hemos explicado la importancia de beber agua suficiente durante el embarazo, ahora procedemos a respondar la duda que encabeza este artículo: ¿cuánta agua beber al día durante el embarazo?
De acuerdo con el documento "Pautas de hidratación en la asistencia sanitaria integral", elaborado por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) en colaboración con la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) y otros organismos, el consumo recomendado de agua durante el embarazo es el siguiente:
- Durante el primer trimestre: de 2 a 2,5 litros de agua al día.
- Durante el segundo y tercer trimestre (así como durante la lactancia): 3 litros al día.
Dado que las necesidades de agua varían según cada persona, el consumo de agua puede cambiar un poco. Por ejemplo, hay que tomar en cuenta que si se realiza actividad física en el embarazo, se necesitará una mayor ingesta de líquidos.
También habremos de tomar en cuenta la época del año, ya que en verano y con el aumento de temperatura es necesario beber más agua para mantenerse hidratada.
Lo ideal en el embarazo es siempre estar bebiendo líquido poco a poco durante el transcurso del día, y no esperar a que nos de sed para hacerlo, pues este es el primer signo de una posible deshidratación.
Aunque también podemos obtener agua de los alimentos, habremos de preferir el agua para hidratarnos y así asegurarnos de obtener la cantidad recomendada, así como escoger bebidas a temperaturas frescas que promueven el consumo.
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