Reza un famoso refrán popular que "hasta el 40 de mayo no te quites el sayo", a menos que mayo registre temperaturas propias del mes de agosto, como está sucediendo actualmente en todo el país.
Pero lo peor está por venir, según advierten los meteorólogos. Y es que este fin de semana se esperan temperaturas diurnas de hasta 40º y noches tropicales que no bajarán de los 20º.
Los bebés, junto a las embarazadas y ancianos, son los más vulnerables frente al calor. Por eso queremos darte una serie de recomendaciones para proteger a los más pequeños de estas altas temperaturas inusuales en esta época del año.
Aplica crema solar siempre que salgas a la calle
Niños y adultos deberíamos utilizar crema de protección solar durante todo el año, y no únicamente en verano cuando vamos a la playa o a la piscina. En el caso de los bebés, se suele recomendar aplicarla a partir de los seis meses, aunque en todo caso aconsejamos consultarlo previamente con el pediatra.
Debemos elegir la crema solar más adecuada, que cuente con un factor de protección 50+ contra rayos UVA y UVB, filtros físicos o minerales y que sea adecuada para pieles sensibles.
Antes de salir de casa aplicaremos a nuestro hijo una buena cantidad de crema por todo el cuerpo, sin olvidar recovecos como detrás de las orejas, el cuello y la nuca. Repetiremos la aplicación dos horas después si fuera necesario (los formatos en stick son la opción perfecta para llevar en el bolso).
Utiliza sombrillas, capotas y gorros
Además de la crema solar, si tu bebé va en el carrito utiliza capotas o sombrillas que le proporcionen sombra en todas las partes del cuerpo, y no cubras nunca el cochecito con una manta, toalla o similar, pues la temperatura del interior podría elevarse y aumentar el riesgo de sufrir un golpe de calor.
En caso de portear a tu bebé, utiliza portabebés fresquitos propios del verano, cubre su cabeza con un gorro o sombrero y asegúrate de que sus piernas -que generalmente quedan fuera del portabebé- están correctamente protegidas del sol.
Evita las horas centrales del día
La cantidad de radiación solar que recibe la piel varía en función de factores como la estación del año en la que nos encontremos, la altitud o la hora del día. En este sentido, la exposición es máxima entre las 12 y las 16 horas, por lo que debemos evitar salir a la calle con el bebé en estas horas del día.
Viste a tu bebé con ropa ligera
Si eres de los que tiene especialmente interiorizado el refrán con el que abríamos el artículo, es momento de olvidarlo.
Este tipo de tejidos permite que la piel pueda respirar, evitando el exceso de sudoración. También es conveniente optar por prendas anchas y colores claros, huyendo de la ropa ajustada y los tejidos sintéticos o lycra.
Una vestimenta adecuada no solo mitigará la sensación de calor, sino que es también muy efectiva para evitar la aparición de sudamina, una erupción cutánea muy común en niños producida por la obstrucción de las glándulas del sudor, y que se manifiesta en forma de granitos rojos o blanquecinos que pican.
Siempre hidratado
Por su fisiología, los más pequeños son muy sensibles a sufrir deshidratación y un golpe de calor. Este se produce cuando el organismo genera una cantidad de calor que no es eliminable por los sistemas de refrigeración del organismo.
Para evitarlo, además de las medidas mencionadas hasta el momento, es muy importante asegurar la correcta y frecuente hidratación del bebé.
En este sentido, si tu bebé es amamantado en exclusiva, en época de calor se recomienda aumentar las tomas de leche materna y no es necesario ofrecerle agua. En el caso de niños más mayores debemos asegurar que beben entre 50-60 ml por cada kilo de peso, por lo que no podemos olvidarnos su botella de agua o biberón cada vez que salgamos de casa.
Reduce la actividad física
Si tu bebé ya camina y además, es de los que no para quieto un segundo, no tienes por qué renunciar a las tardes de parque y juegos al aire libre que tan beneficiosas son para los peques, pero sí extremar las precauciones en plena ola de calor.
Así, es recomendable esperar a la caída de la tarde para salir a la calle a jugar, buscar zonas sombreadas, ofrecer agua continuamente para reponer la hidratación perdida por el sudor y seguir los consejos arriba mencionados.
¡Atención a los viajes en coche!
Mención especial merecen también los trayectos por carretera. Y es que cuando hace mucho calor, viajar en coche puede resultar especialmente incómodo para el bebé.
Para hacer el viaje más placentero cubre las ventanas con parasoles, evita viajar en las horas centrales del día y haz paradas frecuentes para hidratar al bebé.
Ni qué decir tiene, que los niños no deben quedarse jamás solos en el coche, ni aunque sean cinco minutos. Con una temperatura exterior de 36 grados, el interior del vehículo podría llegar a alcanzar los 67 grados en apenas 15 minutos, elevando la temperatura corporal del niño con consecuencias que podrían ser fatales.
Otras medidas que ayudan a combatir el calor
Además de todo lo mencionado, podemos aplicar otras medidas que ayudarán a combatir el calor y a que nuestro bebé esté menos irascible o molesto:
- Bañar al bebé a diario: refréscale cada día dándole un baño con agua tibia. Busca el mejor momento del día para hacerlo. Si lo bañas todos los días evita utilizar un jabón a diario, pues resecan mucho la piel. En cambio, echa unas gotitas de aceite, gel o leche especial para baño en el agua.
- Si consideras necesario utilizar aire acondicionado en casa o cuando viajes en coche, debes seguir una serie de recomendaciones para no perjudicar al bebé.
- Mantén tu casa fresca bajando toldos y persianas. De esta forma, la temperatura de la habitación será más confortable cuando llegue el momento de dormir al bebé.
- Si ya come sólidos y le notas inapetente, aumenta la frecuencia de las comidas pero en menor cantidad. Ofrécele varios snacks saludables a lo largo del día en lugar de hacer comidas abundantes.